Apostol

Ruta del Ebro

Etapa

15

Cultura

Calahorra

Cuando el peregrino llega a la bimilenaria ciudad de Calahorra, siente que está cerca de Logroño, (capital de la Rioja), pero la hospitalidad de los calagurritanos (cerca de 20.000), la animada vida de la ciudad, la monumentalidad que exhibe por todos los rincones y su exquisita gastronomía, hace que uno quiera pararse, o parar el tiempo, para disfrutar de tan bello lugar.
Es la ciudad más antigua de la región y la segunda en importancia de la Comunidad de la Rioja. Se asienta en una pequeña elevación sobre el río Cidacos y en las cercanías del Ebro.
La leyenda y la grandeza de Calahorra, nacen cuando los cartagineses de Aníbal pusieron cerco a la ciudad y los calagurritanos llegaron a comer carne humana en la resistencia. Más tarde, en el año 71, sucedió que el lugarteniente de Pompeyo, llamado Afranio, cercó nuevamente la ciudad y, del mismo modo que ocurriera con Aníbal, los lugareños se defendieron hasta lo imposible. Pompeyo sólo pudo entrar y arrasar la ciudad, cuando apenas quedaba un alma.
De esta hazaña, únicamente comparable a la resistencia numantina, parte la leyenda de la “Matrona”, que durante las noches hacia fuego por todas las calles para confundir al enemigo. Cuando finalmente entraron los romanos, encontraron a la Matrona comiendo un brazo humano. Un monumento a tan insigne personaje en el paseo de Mercadal conmemora esta gesta.
En el siglo II y en plena cristianización, fueron martirizados y degollados los soldados San Emeterio y San Celedonio, en el lugar donde hoy se encuentra el baptisterio de la Catedral. Dos siglos más tarde, el gran poeta calagurritano Aurelio Prudencio, cantaría el martirio de sus paisanos.
En el siglo V ya era sede diocesana y en el año 1045, García de Nájera la reconquistaría definitivamente del periodo de ocupación musulmana.
En 1366 fue proclamado rey en Calahorra Enrique II de Trastamara y en el año 1466 Enrique IV regala a los calagurritanos la custodia más antigua de España, que se conoce con el nombre de El Ciprés y que se conserva en la Catedral.
Recomendamos un largo paseo por el entresijo de calles que componen el casco histórico de la ciudad, así como una visita a la impresionante Catedral del siglo XII, reconstruida en el siglo XIV y terminada en el XVI, sin olvidar la monumental iglesia de Santiago, el palacio del Obispo, el convento de las Madres Carmelitas y el Santuario de Nuestra señora del Carmen.

Alcanadre

A treinta y dos kilómetros de Logroño y a 346 m de altitud se sitúa Alcanadre, pequeña villa, cuyo nombre es de origen árabe (Al- quamatira) y significa «los puentes». Existen testimonios de origen romano, cerámica, restos de cimientos, capiteles, etc. Destacando el acueducto romano.
La iglesia parroquial de San María fue comenzada en el siglo XVI y completada en diferentes etapas durante los dos siglos siguientes. El retablo mayor es el primero de La Rioja de estilo rococó. Fue construido por Diego de Camporredondo a partir de 1.757.
A 5 kilómetros y al oeste del pueblo en la ladera de un cerro, se encuentra la ermita de Aradón, el lugar tiene especial interés por su historia y por un relieve románico de la Virgen con niño, que da fe de que el enclave perteneció a la orden de los templarios.
La Navidad de Alcanadre es conocida por la representación del Belén viviente en la ladera del Cerro Viso. Esta tradición data de 1.971.