Apostol

Ruta del Ebro

Etapa

3

Cultura

Gandesa

Sus primeros habitantes fueron los íberos y tuvieron su asentamiento en el lugar llamado Coll del Moro, hoy de gran interés arqueológico y en el que se han encontrado restos de tumbas con incineraciones típicas de la Época del Bronce y de la primera Edad del Hierro.
Durante cuatro siglos dominaron la zona los árabes, aunque de estos quedan pocos vestigios.
La ciudad fue uno de los principales escenarios de la famosa batalla del Ebro, durante la guerra civil Española, sufriendo graves destrucciones. El 25 de Julio de 1938 las tropas republicanas llegaron hasta las mismas puertas del pueblo, pero no lograron entrar.
La iglesia arciprestal de la Asunción data de los siglos XII y XIII y tiene una espléndida portada románica. Otras partes del edificio son de estilo barroco y neoclásico.
Se conservan todavía algunas magnificas casas solariegas como la de los Barones de Purroi, la de los señores de Liori y la casa “Dels Sunyer”, todas ellas de estilo neoclásico.
La bodega de la cooperativa vinícola, fue construida en el año 1919 y es obra de un discípulo de Gaudí llamado Cesar Martinell.

Batea

Batea aparece documentalmente en el año 1153 en una donación del rey Ramón Berenguer IV a la Orden del Templo, de Miravet. La aparición del pueblo, como tal, tiene lugar a raíz de una carta puebla y otra de donación otorgadas por el rey Alfonso El Casto. La Orden del Templo cedió Batea a la Orden de los Monjes Hospitalarios.
La paz de la vida en Batea se vio truncada en el siglo XV por la irrupción de las tropas del rey Juan II, entre 1462 y 1466. En este periodo, Batea fue saqueada, quemada y sus mujeres, violadas.
En el siglo XVII se repitieron los hechos, esta vez, de la mano del ejército del Marqués de la Hinojosa.
El siglo XVIII dejó a Batea sin la protección de sus murallas, que fueron derribadas a raíz del Decreto de Nueva Planta, durante el reinado de Felipe V.
A lo largo de la historia, Batea tendría importancia en episodios bélicos como la Guerra de Sucesión (siglo XVIII), las Guerras Carlistas (siglo XIX) y la, famosa tristemente, Batalla del Ebro, durante la Guerra Civil Española.