Apostol

Camino de la Plata

Etapa

14

Cultura

Aldea del Cano

Es difícil recopilar datos sobre la historia de la localidad, pues la mayor parte de los archivos municipales antiguos han desaparecido hace ya muchos años. Existen no obstante dos teorías sobre el origen de nuestro pueblo y de su nombre.
El origen del pueblo de Aldea del Cano, que también se llamó Aldehuela, parece ser que se debe a los romanos, aposentados en aquellos lugares, cuando Octavio Augusto fundó Mérida. Aquí había una piedra milenaria que decía: «Trajano Cons II», que significa que siendo segunda vez Cónsul Trajano, se construyó o reparó la vía militar. Hay también dos inscripciones sepulcrales romanas.
Existe una teoría sobre su fundación muy extendida entre la población, que consiste en la existencia de una venta, llamada Venta del Cano , que servía de hospedaje a todos aquellos que venían por la Ruta de la Plata con destino al Norte, o bien al Sur. Alrededor de dicha venta, se fueron construyendo algunas casas debido a la cercanía de la venta con Cáceres y con Mérida.

Valdesalor

Recibe su nombre del río Salor y la hermosa vega que le pertenece. Está documentado su poblamiento en época romana gracias al Tesoro datado en el año 81 a.C. posiblemente relacionado con las guerras sertorianas.

Cáceres

La ocupación humana de esta ciudad se remonta al Paleolítico Superior como lo demuestran los restos de la Gruta de Maltravieso. Su carácter urbano se remonta a época romana al ser fundada en el año 34 a.C. por el Procónsul romano Cayo Norbano Flaco con el nombre de Norbensis Caesarina. De esta época se conservan aún fragmentos de muralla.
Durante la dominación árabe se convertirá en un importante enclave estratégico, sobre todo durante el dominio almohade, quienes construirán una cerca, un alcázar y una mezquita. De todo ello sólo se conserva un aljibe que formaba parte del Alcázar.
Tras su reconquista por los cristianos, se convierte en la cuna de la todopoderosa Orden Militar de Santiago y alcanza el título de villa de Realengo, lo cual incentivó el asentamiento de varias familias nobles originarias del norte de la Península. A ellas debemos la mayor parte de la riqueza artística de la ciudad.