Apostol

Camino Sanabrés

Etapa

9

Cultura

Laza

LAZA, Tierra de peliqueiros En este carnaval gallego las estrellas indiscutibles son los peliqueiros, las hormigas, la harina o la morena. Los días que no debes perderte la fiesta: el domingo y martes de carnaval. Todos los que se pasean por Laza sufren las bromas típicas de esta fiesta. Prepárate para llenarte de harina hasta las orejas y para llevarte algún recuerdo animal a casa. Alguna hormiga siempre puede colarse. El domingo comienza la fiesta en serio. A la salida de misa los peliqueiros saludan al pueblo. Este día y el martes serán los únicos en los que podrás verlos por las calles. ¿Quienes son? Son las máscaras típicas de aquí. Se les llama así porque llevan pelica: una piel de perro o de oveja que le cuelga como si fuese una melena. En la cara: el cigarrón, la genuina careta de esta vestimenta. Los peliqueiros van echando harina y hormigas a todo aquel que se cruza en su camino. En la mano cargan con la fusta o zamarra para abrirse camino entre la gente. Es símbolo de autoridad y también sirve para saludar o pegar. Todo este ritual, según la tradición, sirve para parodiar a los recaudadores de impuestos del valle de Monterrei. Los Condes de este valle, en el que están situados Laza y Verín, mandaban a sus cobradores al pueblo y les exigían fuertes tributos.
Los peliqueiros y la morena: Sus reglas son muy estrictas. Un buen peliqueiro no debe hablar, debe caminar a saltos pequeños y bailar constantemente. A cambio el público no podrá tocarlos.

Tamicelas

Son abundantes los restos arqueológicos encontrados en la zona, sobre todo los que se relacionan con la cultura castreña y aquellos que prueban el asentamiento, de los romanos, que llegaron a explotar algunos yacimientos minerales en la parroquia de Retorta. En la época romana, fue una importante vía de penetración desde el sur de la Península y desde Portugal. Contaba con importantes explotaciones de minerales de estaño (Arcucelos) y, se supone, de oro (Camba). Hay, también, restos de Villas romanas, explotaciones agrarias no fortificadas situadas en valles o laderas, enterramientos com elmilenario encontrado en Alberguería.

A Alberguería

Desde comienzos de la peregrinación a Santiago de Compostela, fue un lugar muy importante de paso. Su importancia queda confirmada por la existencia de una posada y de un hospital para peregrinos.

Vilar de Barrio

La presencia de la cultura prerromana en el municipio se hace evidente por los restos de las construcciones castrexas que se conservan en Bóveda y en le monte Padreda. En este último, aparecieron una serie de lápidas de carácter funerario que parecen demostrar que estos asentamientos, eran también lugares de residencia estable.
Son pocos los restos que se conservan de la presencia romana en este terriotiro, probablemente debido a que las incursiones romanas en esta primera fase de conquista tenían un carácter más de exploración o pillaje que de asentamiento propiamente dicho.
Remontándonos a la historia más reciente, la mayor parte de las feligresías que componían el antiguo término municipal de Vilar de Barrio, estuvieron sometidas al poder de grandes casas señoriales y de la iglesia que ejercían jurisdicción sobre los veninos del lugar y, al mismo tiempo, cobraban sus impuestos.

Vilar de Gomareite

Los romanos también dejaron aquí huellas de su fondo como se manifiesta en los restos arqueológicos encontrados en la zona, y las pruebas de que la explotación de los yacimientos minerales, de los asentamientos o de otros desechos.

Bobadela A Pinta

Se han encontrado restos de asentamientos humanos del período Megalítico.
De la cultura castreña destacan los Castros de Cerdeira y A Medorra.
Existe un miliario que determina que una calzada romana pasaba por la zona.
Dice la tradición que en el siglo IV se apareció la Virgen en un juncal (de ahí proviene el nombre de la población) por lo que en ese lugar se levantó una ermita. Entre los siglos VIII a X se erige un Monasterio bajo la advocación de Santa María, y es en 1164 cuando se sabe con certeza que se construye la Iglesia románica.

Xunqueira de Ambía

Según Amparo Sánchez Ribes, autora del libro «De Levante a Santiago», la historia de esta población gira en torno al Monasterio que estuvo en ella asentado. Afirma que, según la tradición, en el siglo IV, La Virgen María se apareció en un juncal. En su honor se edificó una ermitaLlegado el año 955 esta ermita se convierte en una casa monástica gracias al matrimonio formado por Gonzalo Froila y su esposa Ilduara, parientes de San Rosendo. Ya en el año 1150, el monarca castellano Alfonso VII donó este cenobio a la Orden de San Agustín.