Apostol

Camino del Sureste

Etapa

16

Cultura

Toledo

El primer asentamiento fijo que se conoce en la ciudad es una serie de castros, sobre los que después se levantó la ciudad celtibérica amurallada, uno de los más importantes centros de los carpetanos. Uno de estos primeros asentamientos se sitúa en el Cerro del Bú, del que se han obtenido numerosos restos en excavaciones realizadas, y que se pueden observar en el actual Museo-Hospital de Santa Cruz, en Toledo.
Los romanos dejaron numerosos vestigios en la faz toledana, como un imponente acueducto, del que únicamente se conservan las bases a ambos lados del Tajo, una vía romana, parte de la cual se puede ver en las laderas de los cerros de la margen izquierda del río, y un circo, ubicado en un parque público y parcialmente desenterrado.
Tras las primeras incursiones germánicas, se reedificaron la antiguas murallas con objetivos defensivos; a pesar de ello en el año 411 la ciudad fue conquistada por los alanos, quienes fueron a su vez derrotados por los visigodos en el año 418. Una vez hubo vencido a su rival Agila, Atanagildo estableció su corte en la ciudad y posteriormente, con Leovigildo, se convirtió en capital del reino hispanogodo y en arzobispado, con lo que adquirió gran importancia civil y religiosa.
El 25 de mayo de 1085, Alfonso VI de León y Castilla entra en Toledo, mediante un acuerdo previo con el Taifa que la gobernaba. Mediante el acuerdo de capitulación, el rey castellano y leonés somete al reino, garantizando a los pobladores musulmanes la seguridad de sus personas y bienes. El rey concedió fueros propios a cada una de las minorías existentes: mozárabes, musulmanes y judíos, posteriormente refundidos por Alfonso VII en el Fuero de 1118. Tras la conquista de la ciudad, sobrevino el periodo de mayor esplendor de Toledo, de una gran intensidad cultural, social y política.
Los Reyes Católicos urbanizaron y engrandecieron la ciudad, y en la catedral toledana se proclamó a Juana y Felipe el Hermoso como herederos de la corona castellana en 1502. Isabel la Católica mandó construir en Toledo el monasterio de San Juan de los Reyes para conmemorar la batalla de Toro y ser enterrada allí con su marido, pero tras la reconquista de Granada los Reyes decidieron enterrarse en ésta última ciudad, donde sus restos descansan hoy.
Tras el comienzo de la Guerra Civil Española, la ciudad permaneció en la zona republicana. Sin embargo, en el Alcázar, sede de la Academia de Infantería, se refugió un grupo de nacionales al mando del coronel Moscardó, que resistió al Gobierno desde el 21 de julio de 1936 hasta la llegada de las tropas del general Varela el 27 de septiembre de ese mismo año. El Alcázar, casi completamente destruido en el asedio, fue reconstruido en su totalidad posteriormente.

Rielves

Los datos encontrados pertenecen a la época romana; son cimientos de termas, tal vez del siglo III después de Jesucristo. De la época visigoda se conserva una moneda del reinado de Wamba y una inscripción referida a San Vicente Mártir. La población hispano-romana continúa viviendo en el territorio a lo largo de la dominación musulmana.</b Ya en época cristiana, se documenta el poblamiento en el siglo XII ,ya que se sabe que la religiosas bernardas de Toledo tenían aquí renteros. En el siglo XVIII fue villa del señorío de don Juan Francisco Melgarejo, marqués de Quiroba. En 1787 pasó a ser propiedad de don Francisco Fernández de Madrid, canónigo de la catedral de Toledo.

Huecas

En el término de Huecas se han encontrado instrumentos de sílex. Los romanos establecieron en el paraje, al oeste del actual caserío, una villa;. conservándose restos de ella que datan de los siglos III y IV de nuestra Era. También se han encontrado monedas de la época de Constantino el Grande. Los colonos hispano-romanos, apreciaron la bondad de estas tierras cultivándolas siendo un centro agrícola de cieto interés. Es probable que continuase el caserío en la época visigoda. En el 1465 Juan II hizo merced a don Pedro López de Ayala, hijo del famoso canciller mayor de Castilla, del lugar de Huecas; autorizándole, en el 1468, a construir un castillo aquí. A comienzos del siglo XVI se levanta el rollo que indica jurisdicción de villa, con el escudo de los Ayala. En la segunda mitad del siglo XVI se habla de una villa «Mocen o Mucen», término de origen arábigo; estaba situada a media legua al Este de Huecas. El pueblo en ese tiempo pertenece al arciprestazgo de Rodillas.

Novés

Se dice que fue fundado por los hebreos venidos a la Península cuando el rey Nabucodonosor invadió Palestina, y que en recuerdo de una vieja ciudad de Canaán pusieron a nuestro lugar el nombre de «Nove». Sin embargo, alguna relación del siglo XVIII, afirma que fue creado por los griegos en el 1250 antes de Cristo.
Sin duda es un pueblo muy antiguo; quedan topónimos latinos, arábigos y castellanos antiguos. Así el propio topónimo Novés podría ser de raíz latina: «novum».
La primera cita historiográfica sobre Novés, aparece en un testamento mozárabe en 1266, donde alude a la alquería de Novés, dependiente de Fontalba de la Sagra.
Su situación estratégica lo convierte en un pueblo muy pasajero. Por aquí pasaban dos caminos reales: el que iba de Toledo a Valladolid, y el de Plasencia a Madrid. No nos extrañe pues, que aquí nacieran y murieran importantes personajes de nuestra historia. Nacieron también aquí, en el siglo XIX, los jefes de los comuneros de Castilla, Padilla y Bravo. Aquí vivió en tiempo de nuestro ilustre dramaturgo Lope de Vega, en la casa llamada de las Cadenas, que anteriormente había sido una sinagoga. Aquí murió también, volviendo de Roma como embajador del rey Felipe IV, el obispo de Plasencia. Pero estos sólo son algunos nombres de los tantos personajes ilustres que han pasado por nuestro pueblo.