Apostol

Vía Augusta

Etapa

7

Monumentos

Ruta principal

Alcalá de Guadaíra

Castillo de Alcalá

Junto con el río, quizás sea el monumento más significativo de la ciudad. Situado sobre anteriores asentamientos de la Edad del Bronce, data de época almohade, aunque tras la Reconquista de Fernando III el Santo adquiere su configuración definitiva. Está catalogado como Monumento Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural. Es visitable.

Ermita de San Roque

Situada en el entorno de los Pinares de Oromana, forma parte de un antiguo recorrido penitencial. Guarda una talla de Ntra. Sra. de Belén que data del siglo XVI, y otra de San Roque del siglo XVII. Se puede apreciar un lienzo de la escuela sevillana, del siglo XVIII.

Desde la Ermita se puede apreciar una bonita panorámica de la localidad de Alcalá de Guadaíra, de la Iglesia de Santiago, del Puente de Carlos III y también del recinto fortificado junto con la Iglesia de Santa María del Águila

Hotel Oromana

Situado en el entorno natural Pinares de Oromana, es un edificio de estilo regionalista construido también por Juan de Talavera a principios del siglo XX con motivo de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929.

Molinos de Ribera

La molinería alcalareña tiene su origen durante la Edad Media. Aunque existen hipótesis sobre instalaciones molineras en el Guadaíra en época romana, no hay constancia arqueológica, siendo por otra parte escasos los ejemplos de molinos fluviales romanos a nivel regional.

Los edificios que vemos hoy son en su mayor parte tardíos, construidos a partir del siglo XVI. Sin embargo, hay referencias en documentos escritos a partir del siglo XII. En época andalusí (almohade, siglos XII y XIII) ya existían varios enclaves molineros en el curso del río.

La mayor parte se mantuvieron en funcionamiento hasta el siglo XX. No obstante, los avances tecnológicos, junto con los problemas por los que pasa la industria panadera durante la posguerra civil, harían inviable su pervivencia. Entre 1950 y 1970 irían abandonándose todas estas instalaciones, algunas de ellas ya en un estado de conservación ruinoso.

El de la foto es el llamado Pelay Correa, que recibe su nombre del Gran Maestre de la Orden de Santiago y fundador del Monasterio pacense de Tentudía.

Museo de Alcalá

Ubicado en el Parque Centro, su origen está constituido por tres colecciones: la Colección Arqueológica Municipal, la Colección de Pintura Taurina «Legado Conde de Colombí» y la Colección Municipal de Artes Plásticas. Cuenta también con una muy interesante sección de Paleontología. Visitable, excepto los lunes tarde.

Parroquia de Santiago el Mayor

Se encuentra en la Plaza del Derribo, en pleno centro de la ciudad, a pocos metros del Recinto Fortificado y de la Iglesia de Santa María del Águila. Sus cimientos datan de 1500, tiene planta gótica con tres naves cubiertas con bóveda de nervadura. Otra parte es neoclásica del siglo XVIII.

La portada lateral derecha se decora con un azulejo del s. XVIII representando a Santiago Matamoros. Un capitel visigodo aparece empotrado en una de las esquinas del templo. Ha sufrido varias transformaciones, la mayoría de ampliación. El edificio fue profundamente remodelado tras el terremoto de Lisboa de 1755. La torre se modificó en 1892 alzándose trece metros.

Pinares de Oromana

Un auténtico vergel para esparcimiento de la población, desde el que hay una magnífica vista de la villa de Alcalá y su castillo. La orden de creación proviene del propio ayuntamiento, siendo alcalde Pedro Gutiérrez Calderón que, con el influjo de la Exposición Iberoamericana de 1929 en Sevilla, importa el gusto por los paseos urbanos donde las gentes de la localidad puedan holgar y descansar. Los encargados de dicho proyecto fueron los conocidos arquitectos Juan Talavera y Aníbal González.

Puente del Dragón

Este sorprendente puente sobre el río Guadaíra presenta un innovador diseño y forma parte de la circunvalación de la ciudad. Su estructura recubierta de cerámica se inspira en la arquitectura del barcelonés “Parque Güell». Adopta la forma de un dragón y es llamado también localmente “el guardián del castillo”, ya que se sitúa junto al mismo. Su forma de serpiente se adapta perfectamente a su cometido y al entorno, extramuros de la población.

Puente Romano o de Carlos III

Puente de piedra sobre el río Guadaíra, de origen romano, aunque con numerosas reconstrucciones posteriores. Se encuentra en el casco urbano de la ciudad, por donde confluyen las carreteras de Dos Hermanas y Utrera. Decisivo en el camino real a los puertos de Cádiz, fue transformado en el siglo XVIII en tiempos del rey Carlos III. También conocido localmente como “Puente Viejo”.

Santuario Nuestra Señora del águila

Se trata de un templo gótico-mudéjar del siglo XIV, de aspecto fortificado, que se levantó sobre una antigua mezquita, en un solar en el que al parecer anteriormente existió una iglesia visigótica.

Fundado en la época del rey Fernando III, este templo tuvo carácter de parroquia bajo la advocación de Santa María del Castillo hasta el siglo XVIII.

En el siglo XIX se convirtió en la capilla del cementerio que se creó detrás de la cabecera de esta ermita, y posteriormente sufrió las consecuencias de los desórdenes de la Guerra Civil Española, cuando en el año 1936 fue quemada y saqueada, estando actualmente rehabilitada.

Teatro Gutiérrez de Alba

Acoge actos sociales de la comunidad local, como pregones, conferencias, galas honoríficas, muestras de teatro y baile, cine temático, espectáculos infantiles o certámenes como el «Concurso Regional de Agrupaciones Carnavalescas”.

Se trata de un edificio de arquitectura regionalista diseñado por Juan de Talavera hacia los años veinte del siglo pasado.

Sevilla

Hospital de La Caridad

El Hospital de La Caridad, se encuentra situado en pleno centro de la ciudad, detrás justamente del Teatro de La Maestranza. La Hermandad de La Caridad fue fundada originariamente en época medieval para procurar un enterramiento cristiano a los desfavorecidos. Esta Hermandad contó con la inestimable ayuda de un personaje singular en el sombrío y turbulento siglo XVII español : Miguel de Mañara, quien tras una vida turbulenta, se arrepintió de sus pecados y se dedicó en cuerpo y alma, el resto de su vida, a la ayuda a los más pobres. Construyó el Hospital y la Iglesia de La Caridad.

El edifico del Hospitál muestra unos hermosos patios decorados con azulejos, pertenecientes al final del siglo XVII.

La Iglesia alberga en su interior uno de los más bellos retablos del estilo Barroco español. Está presidido por un magnífico entierro de Cristo, obra del escultor Juan Roldán.

Además, en el aspecto pictórico, guarda auténticas joyas del arte barroco, como la gran colección de obras de Murillo y las llamadas «Postrimerías» del más desconocido pintor Juan Valdés Leal, que son verdaderamente impresionantes, tanto por su perfección artística como por la impresión que producen en el espectador a nivel emocional.

Torre del Oro

También musulmana y almohade es la bella Torre del Oro. Concebida como elemento defensivo del Alcázar como su compañera, la Torre de la Plata, debe su nombre a los azulejos dorados que recubrían su exterior. Su misión era defender un puente de barcas destruido por Fernando III el Santo durante la conquista de la ciudad. La estructura de esta torre es la que corresponde a la arquitectura almohade. Símbolo de la ciudad junto a la Giralda, ha desempeñado sucesivamente funciones de cárcel, capilla y oficina de Correos. Hoy es la sede del Museo Marítimo.

Reales Alcázares

Cercanos a la Catedral se encuentran los Reales Alcázares. Este edificio representa como ningún otro la belleza que puede resultar de la tolerancia entre culturas y modos de vida tan diversos como Sevilla ha acogido a lo largo de los tiempos. Residencia del gobernador durante el califato, pueden verse restos de la época del fabuloso Abderramán III en el Patio de Banderas. Restos del estilo almohade son las murallas, La Puerta del León, la arquería del patio del Yeso, etc. De la época alfonsina, los Alcázares conservan el famoso scriptorium del cual salieron en gran parte las Cantigas de Santa María y el Tratado de Ajedrez.

Sin embargo el núcleo principal que hoy día podemos contemplar corresponde al arte mudéjar, el Palacio del rey Don Pedro. Piezas sobresalientes dentro del conjunto son El Patio de las Doncellas, parte oficial del palacio y el Patio de las Muñecas, centro de la vida privada del monarca. Alrededor de estos patios se conservan dependencias de estilo renacentista como el Salón del techo de Carlos V, famoso por su extraordinario artesonado, las habitaciones de la reina Doña María de Padilla, el Salón de Embajadores, conocido anteriormente como Salón de la Media Naranja, la Escalera de Carlos V, y el Salón de los Almirantes.

Palacio de Las Dueñas

Además de cristiana y judía, Sevilla tiene también alma mora. El rey Fernando III, al conquistar la ciudad, decidió situar la morería en el centro de Sevilla. Nada vamos a desvelar del encanto de esta zona al peregrino para que limpio de influencias pueda encontrarse con ella a su manera. Sólo le diremos que en este rincón se encuentra situado el Palacio de las Dueñas, propiedad de la Casa de Alba, de obligada visita.

El palacio constituye uno de los más hermosos ejemplos de la arquitectura sevillana de finales del siglo XV y principios del XVI. Manifiesta una evidente transición del estilo gótico-múdejar al nuevo estilo renacentista. Su nombre porcede del convento de religiosas, cercano a él. Esta bella residencia palaciega fue fundada por la familia Pineda, quien la vendió a Doña Catalina de Ribera, en 1484, en pago del rescate exigido para obtener la liberación de Don Juan de Pineda, prisionero de los musulmanes. en 1484 a Doña Catalina de Ribera. A lo largo de los siglos ha sufrido numerosas reformas encaminadas a dotarle de mayor amplitud. Actualmente pertenece a los Duques de Alba.

La Casa de Pilatos

A pocos metros del convento de Santa María de Jesús se encuentra el más hermoso de todos los palacios renacentistas edificados en Sevilla: la Casa de Pilatos. Este suntuoso conjunto palaciego fue mandado edificar por D. Fadrique Enríquez de Ribera, tras su resgreso de la Ciudad Santa de Jerusalén, en el año 1519. Desempeñó el papel de residencia habitual de los Duques de Alcalá y Medinaceli. Las influencias constructivas de Génova son patentes en la portada de ingreso y las columnas y fuente del patio principal, labradas por Antonio María Aprile de Carona y Pace Gazini. Este patio conserva una interesante colección de veinticuatro bustos de emperadores romanos, a los que hay que sumar los del emperador Carlos I y Cicerón. Los paños de azulejería son obra de los hermanos Polido (1535 y 1538). El ascenso a la planta noble se realiza a través de una majestuosa escalinata, cuya caja queda cubierta por medio de una cúpula de madera con mocárabes, obra del artista Cristóbal Sánchez.

En la Plaza de Pilatos daba comienzo, cada Semana Santa, el Vía Crucis hasta el Humilladero de la Cruz del Campo, rezándose la Primera Estación desde las tribunas del Palacio. Este Vía Crucis está indisolublemente unido a los orígenes de la Semana Santa sevillana.

Templo de San Ildefonso

Caminamos por la sevillana calle Caballerizas para salir hasta la Plaza de San Ildefonso para encontrarnos ante un bellísimo templo de estilo neoclásico: El Templo de San Ildefonso. Está edificado en honor de aquel extraordinario místico religioso a quien la misma Virgen impuso su casulla. Este éxtasis del santo fue repetido en innumerables ocasiones por los artista tridentinos. Destaca en este edificio su monumental portada, flanqueada por dos esbeltas torres. Las trazas del edificio fueron dadas por el maestro Julián Barcenilla, a la sazón, académico de San Fernando. De su ejecución se encargó José de Echamorros, que la terminó en 1841. Su mayor joya se guarda en su interior: la pintura mural de Nuestra Señora del Coral, de evidentemente influenciada por la escuela sienesa del Trecento.

Palacio de San Telmo

Fue ordenado contruir en el siglo XVII como Escuela o Universidad de Mareantes. Adquirido por los Duques de Montpensier, éstos realizaron en él numerosas y determinantes obras de adaptación en 1849. La Infanta María Luisa Fernanda lo donó a la Iglesia Metropolitana de Sevilla 1897. Desde este momento fue utilizado como Seminario Conciliar. Destaca en él su bellísima portada barroca de perfectas proporciones (1734). Las fachadas son de estilo grecorromano y se ven libres de los motivos ornamentales barrocos. La portada del norte dispone de azotea y pedestales, donde se alzan orgullosas las doce estatuas de hijos ilustres de Sevilla. En su interior destacan sus magníficos balcones de la galería alta, la capilla y la doble escalera de jaspe rojo.

Real Fábrica de Tabacos

El rey Fernando VI ordenó contruir estemonumental edificio con la finalidad de utilizarle como Fábrica de Tabacos. Sus obras fueron largas y laboriosas (1728 y 17769 y fueron dirigidas por el artista holandés Van der Beer. Hoy día es la sede de la Universidad de Sevilla.

Jardines de María Luisa

Fueron donados a la ciudad de Sevilla por una de sus infantas más queridas por el pueblo, la encantadora infanta Luisa Fernanda. Auténtico remanso de paz, se encuentran en ellos numerosas fuentes, estanques, pérgolas y rincones llenos de sosiego. Cuentan asimismo con numerosas glorietas dedicadas al recuerdo de hombres célebres como los literatos hermanos Quintero, Gustavo Adolfo Bécquer, último poeta romántico, a los Hermanos Machado, al escritor teatral Luca de Tena y a otros tantos personajes queridos por el pueblo de Sevilla como Ofelia Nieto, Benito Mas y Prat, José María Izquierdo, etc. Dentro de este hermoso recinto se encuentran las famosas Plazas de España y América.

Plaza de América

La Plaza de América es obra del artista Aníbal González y está enmarcada por tres palacios: el Pabellón Real, de estilo gótico, el Palacio Mudéjar y el Palacio de Arte Antiguo, renacentista. En este último se encuentra el Museo Arqueológico Provincial, que conserva la obra más importante de la orfebrería prehistórica: el Tesoro del Carambolo.

La Giralda

De elegante estilo almohade, el edificio más emblemático de esta capital andaluza, es la famosa Giralda. Fue levantada entre los años 1184 y 1198 por orden del califa Abu Yacub Yusuf como minarete desde el cual llamar a los fieles musulmanes a la oración.

Durante el siglo XVI, más concretamente en 1558, el Cabildo de la Catedral encarga al arquitecto Juan Ruiz II reparar el desastre producido en la torre por un terremoto ocurrido en el año 1365. Para ello el artista diseña el cuerpo de campanas y todo el remate de la torre. Fueron necesarios diez largos años para aunar el arte renacentista del siglo XVI con la belleza almohade del siglo XII. Rematada por una veleta de cuatro metros de altura que representa la Fe, popularmente llamada Giralda, pasa a llamarse de este modo todo el campanario.

Patio de Los Naranjos

La visita a la Catedral no puede terminarse sin visitar su magnífico y evocador Patio de Los Naranjos. Era uno de los numeroso patios de la mezquita hispanomusulmana. Se conservó en su integridad hasta el año 1618, con sus arcadas, (algunas han tenido que ser reconstruidas) y su templete central, del que, por desgracia, sólo podemos admirar la fuente con su taza visigótica y de forma octogonal.

Ayuntamiento de Sevilla

Saliendo de la morería y tras visitar el Monumento a Cervantes, nos encontramos con el edificio del Ayuntamiento. De estilo plateresco se comenzó a edificar en el año 1527 a las órdenes del arquitecto Diego de Riaño, que permaneció al frente de las obras hasta el año 1534. A él se debe que este edificio sea considerado como una auténtica obra maestra del estilo plateresco. Aunque terminadas las obras en el año 1573, las ampliaciones y transformaciones se continuaron hasta el siglo XIX. Destacan en él la gran Escalera, la Sala Capitular y la llamada Sala de Colón. Guarda tesoros pictóricos de artistas como Valdés Leal y Zurbarán.

Basílica y Barrio de La Macarena

Muy interesante dentro del recorrido por la ciudad es la visita al Barrio de la Macarena. En él se conserva la mejor muestra de minaretes de toda Sevilla. Alberga en su seno la Basílica de la Macarena, obra moderna, del arquitecto Aurelio Gómez Millán en 1949. Se desconoce el autor de la talla mariana, aunque algunos historiadores del Arte han querido relacionarla con la obra de La Roldana, la escultora de la segunda mitad del siglo XVII, Luisa Roldán. Adosada a la Basílica se encuentra la Puerta de la Macarena, del siglo XVIII. Esta puerta es el arranque de los lienzos mejor conservados de toda la muralla Sevillana. La parte más antigua data de la época romana. Se conservan igualmente restos de la época de Abderramán III, que la reparó tras la destrucción provocada en la ciudad por las invasiones normandas. Volverían a ser necesarias nuevas reparaciones en el siglo XII, en época almorávide.

Convento de Santa Paula

Este convento de religiosas jerónimas se contruyó en 1.475.

Las obras de la Iglesia conventual fueron llevadas a cabo entre 1.483 y 1.489. Su hermosa portada está fechada en 1.503 y es uno de los mejores ejemplares del estilo Reyes Católicos, desarrollado en España durante el último cuarto del siglo XV. En él se aúnan estructuras góticas, técnica constructiva mudéjar y elementos decorativos ya renacentistas.

La Iglesia presenta planta de única nave cubierta por un artesonado. El presbiterio, algo más alto, queda cubierto con bóvedas de nervaduras.

El retablo mayor es una magnífica obra barroca del año 1.730 ejecutada por el maestro José Fernando de Medinilla. La imagen de Santa Paula ha sido tradicionalmente atribuida a Andrés de Ocampo, de finales del siglo XVI y podría haber estado en el retablo primitivo.

En los muros laterales del presbiterio hay dos grandes lienzos que representan los episodios de la vida de Santa Paula. Fueron realizados por Domingo Martínez realizadas hacia 1.730.

De la primera mitad del siglo XVII es el retablo de San Juan Evangelista, obra del singular escultor Alonso Cano; la imagen del Santo titular es obra del genial escultor Martínez Montañés.

El retablo de San Juan Bautista, de 1.637 es obra deFelipe de Rivas. La talla del santo titular es nuevamente obra de Martínez Montañés.

El Convento de Santa Paula ha sido el primero en crear un Museo donde mostrar al público obras de arte, relegadas a la vida de clausura.

En el museo se guardan diversas obras pictóricas y escultóricas correspondientes a los siglos XVI al XVIII.

Especialmente importante es la colección de orfebrería, sobre todo, la pieza más antigua (siglo XV) y el relicario regalado por Doña Mariana de Austria (1.694).

Desde la ventana de la Sala San Isidoro se ve el claustro principal del convento, obra de principios del siglo XVII.

Barrio judío

Vecino de los Reales Alcázares es el Barrio Judío, el famoso barrio de Santa Cruz, que según parece fue el emplazamiento de la antigua Judería. Nada diremos de él para que el peregrino experimente libremente la multitud de sensaciones que provoca el entorno. Únicamente y como referencia diremos que en él se ubica el Hospital de los Venerables, edificio barroco de excelente hechura.

Isla de La Cartuja- Puente de La Barqueta

Mención aparte merece la Isla de la Cartuja. Lugar de alfareros en la Edad Media, fue reconvertido para Pabellón Real en 1992 para la Exposición Universal. Estos edificios han sido reutilizados hoy día para diferentes usos empresariales, oficiales e incluso universitarios. El regreso a la ciudad se puede hacer por cualquiera de los puentes existentes como el de La Barqueta o el del Alamillo.

Museo Arqueológico

La primera visita realmente obligatoria es la que hay que hacer al Museo Arqueológico, para conocer todo el pasado histórico de la ciudad a través de los restos depositados en él, especialmente los extraídos de las excavaciones de Santiponce, en Itálica.

Desde el año 1941 el antiguo Pabellón de Bellas Artes es la sede del Museo Arqueológico de Sevilla, que fue edificado entre los años 1911 y 1919 en estilo Neo-renacentista por el arquitecto Aníbal González con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929.

En su interior los materiales se disponen por orden cronológico, empezando por la época Prehistórica, la dominación Romana y el mundo hispanomusulmán.

Una de las joyas de este museo es el llamado Tesoro del Carambolo. Sus 21 piezas de oro son un ejemplo de la cultura Tartésica del siglo V d.C, una de las primeras de la historia sevillana.

Catedral

Desde el terremoto de 1356, la Mezquita estaba muy deteriorada de modo que en el año 1401 para remediar esta situación se comenzaron las obras de la futura Catedral cristiana. En su momento fue el templo más grandioso de la cristiandad sólo superado con el tiempo por la Basílica de San Pedro de Roma. El período constructivo se dilató de tal modo en el tiempo que hoy día podemos admirar un impresionante abanico de estilos. Desde el maravilloso almohade a la cima del arte renacentista español encarnada en la Sala Capitular, la primera de su género en presentar una traza elíptica dentro del Renacimiento español. La transición al Barroco viene de la mano del Trascoro del Templo, del primer tercio del siglo XVII.. La Catedral no sólo es importante a nivel arquitectónico sino también por la impresionante riqueza escultórica que alberga en su seno, así como obras pictóricas de la talla de artistas como Murillo o Zurbarán y magníficas obras de rejería que no sólo son simples cierres de capillas sino auténticas obras de arte en hierro. Igualmente recomendamos observar con atención las vidrieras del templo sevillano, ya que son el punto de partida de lo que los historiadores del Arte llaman Edad de Oro de la Vidriera Española .De entre ellas sobresalen las realizadas por el vidriero Enrique Alemán entre los años 1478 y 1483.

Plaza España

La Plaza de España. se encuentra dentro del recinto de los Reales Jardines de María Luisa. Es un gigantesco semicírculo de 300 metros de diámetro, en el que se encuentran numerosas galerías con galerías y bancos dedicados a todas las provincias españolas. Su fecha de construcción es el año 1929 y su causa más directa la Exposición Iberoamericana. En la plaza hay un estanque en el que se puede pasear en barca.

Ruta alternativa

Dos Hermanas

Alquería del Pilar

Edificio de estilo neomudéjar, con arcos de herradura y almenas que simulan una fortaleza defensiva. Fue construido en 1872 por encargo del diplomático y poeta José Lamarque de Novoa y su esposa, la poetisa Antonia Díaz, quienes pasaron largas temporadas en él. Fue un lugar de tertulias y encuentros de poetas, pintores, literatos, músicos y políticos, convirtiéndose en el centro de la intelectualidad sevillana de la época. Tras la muerte de sus propietarios, la Alquería ha tenido varios dueños, hasta pasar a propiedad del Ayuntamiento y está destinado a usos culturales.

Canal de los Presos

El Canal del Bajo Guadalquivir o Canal de los Presos es una infraestructura hidráulica destinada originalmente a poner en riego una superficie de 56.000 hectáreas de las provincias de Sevilla y Cádiz. Actualmente riega unas 80.000.

Parte del embalse de Peñaflor, en Sevilla, y recorre 158 km. hasta el Embalse o Balsa de Don Melendo, en el término municipal de Lebrija (Sevilla).

Ya en el siglo XIX se pensaba en su construcción, pero por ser una obra de tal magnitud, no fue hasta 1940 cuando se inició su construcción, que se concluyó en 1962.

La obra se llevó a cabo por presos políticos de la dictadura franquista, a «pico y pala», siguiendo la política de Redención de Penas por el Trabajo. A lo largo de su recorrido se jalonaban campos de trabajo como en Los Merinales, El Arenoso y La Corchuela en Dos Hermanas. Asimismo, los familiares también crearon los poblados de Torreblanca y Valdezorras, en Sevilla; Quintillo en Dos Hermanas o El Palmar de Troya, en Utrera.

En el año 2006, al tramo comprendido entre La Rinconada y Dos Hermanas se le denominó «Canal de los Presos».

Ermita Nuestra Señora de Valme

De estilo mudéjar, fue reconstruida por iniciativa de los Duques de Montpensier en 1859, según proyecto atribuible al arquitecto Balbino Marrón. Consta de una sola nave. El retablo mayor es barroco del siglo XVIII y posee un cuadro de Luis de Oñate en el que se representa a San Fernando ante la Virgen. Aunque está ubicada en terrenos del Cortijo de Cuarto, término municipal de Sevilla, la ermita pertenece al de Dos Hermanas junto con el recinto en que se encuentra, en virtud de lo acordado con motivo de la incorporación de la zona de Bellavista a Sevilla en 1937.

Hacienda Torre de Doña María

Fue construida, según la tradición, por el rey Pedro I de Castilla para su esposa secreta, doña María de Padilla, siendo utilizada posteriormente como lugar de recreo de los reyes. Es un ejemplo del tipo arquitectónico de las haciendas de olivar del ámbito sevillano.

Su conjunto de edificaciones configura el propio paisaje en el que está inserta. Heredera de los modelos primitivos de explotación de la tierra, en su emplazamiento se han encontrado restos romanos y existe también referencia de que fue una alquería árabe, propiedad de de la familia de Ibn Jaldún.

La parte más antigua de la hacienda es una torre militar que todavía se conserva, edificada probablemente después de la reconquista de Sevilla.

Todas las ampliaciones que constituyen la hacienda actual fueron realizadas en estilo neomudéjar por el arquitecto José Gutiérrez Lescura, autor también del pabellón de Marruecos para la Exposición Iberoamericana de 1929. Esta remodelación se hizo respetando la torre y la capilla mudéjares, así como la distribución original típica de las haciendas rústicas de labor.

Iglesia de Santa María Magdalena

Por la información que contienen los libros sacramentales de la parroquia, se sabe que desarrollaba su actividad desde los comienzos del siglo XVII. La iglesia fue remodelada en el siglo XVIII y restaurada en 1940, según proyecto del arquitecto Aurelio Gómez Millán. En ella se conserva la imagen de Nuestra Señora de Valme (siglo XIII), juntamente con los restos del pendón de Ab-Xataf, último rey musulmán de Sevilla.

La Almona

Este edificio está inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz desde 1997, debido a sus dos naves de estilo mudéjar, sus elementos arquitectónicos barrocos y a los vestigios de la hacienda Montefrío. Está ubicado en la calle Real Utrera. Tiene una fachada y torre de mirador y una torre de molino adornada con azulejería, de estilo barroco (siglo XVII), coronada por veleta de forja, del siglo XVII. Ha sido restaurado y remodelado y actualmente es un Centro Cultural para usos múltiples. En las obras de ampliación realizadas fueron halladas una gran tinaja y una rueda de molino de gran valor arqueológico.

Palacio de Alpériz

Fue construido en torno a 1905 por el arquitecto José Solares como vivienda de la familia Alpériz, grandes comerciantes de telares y dueños de la fábrica de hilados de yute que hubo en la localidad. El palacio es una de las mejores muestras de la arquitectura neoregionalista de la provincia de Sevilla. Presenta múltiples ventanales en forma de arco de herradura y paños con motivos geométricos árabes. Los jardines son de marcado carácter regionalista, con estatuas, glorietas y grandes bancos en cerámica. Actualmente se utiliza como Centro de Día y Hogar del Pensionista.

Torre de los Herberos

Aparte de las ruinas romanas de Orippo, otro resto arqueológico significativo es la Torre de los Herberos que son restos de un bastión militar tal vez indicativo de la mansio citada, remodelado en época árabe y posteriores. En todo el término municipal existen otros restos de torreones de carácter defensivo, como los de El Copero, Varga Santarén y Torre Mochuela.

Universidad Popular

Este centro de formación no reglada ha sido creado y es gestionado por el Ayuntamiento de Dos Hermanas. Está ubicado en la calle Bahía de Cádiz (Edificio Huerta de la Princesa) y tiene como objetivo ofrecer a la población que ya está fuera de la formación reglada la posibilidad de poder formarse en nuevas habilidades que puedan mejorar su autoestima e inserción laboral.

Sevilla

Hospital de La Caridad

El Hospital de La Caridad, se encuentra situado en pleno centro de la ciudad, detrás justamente del Teatro de La Maestranza. La Hermandad de La Caridad fue fundada originariamente en época medieval para procurar un enterramiento cristiano a los desfavorecidos. Esta Hermandad contó con la inestimable ayuda de un personaje singular en el sombrío y turbulento siglo XVII español : Miguel de Mañara, quien tras una vida turbulenta, se arrepintió de sus pecados y se dedicó en cuerpo y alma, el resto de su vida, a la ayuda a los más pobres. Construyó el Hospital y la Iglesia de La Caridad.

El edifico del Hospitál muestra unos hermosos patios decorados con azulejos, pertenecientes al final del siglo XVII.

La Iglesia alberga en su interior uno de los más bellos retablos del estilo Barroco español. Está presidido por un magnífico entierro de Cristo, obra del escultor Juan Roldán.

Además, en el aspecto pictórico, guarda auténticas joyas del arte barroco, como la gran colección de obras de Murillo y las llamadas «Postrimerías» del más desconocido pintor Juan Valdés Leal, que son verdaderamente impresionantes, tanto por su perfección artística como por la impresión que producen en el espectador a nivel emocional.

Torre del Oro

También musulmana y almohade es la bella Torre del Oro. Concebida como elemento defensivo del Alcázar como su compañera, la Torre de la Plata, debe su nombre a los azulejos dorados que recubrían su exterior. Su misión era defender un puente de barcas destruido por Fernando III el Santo durante la conquista de la ciudad. La estructura de esta torre es la que corresponde a la arquitectura almohade. Símbolo de la ciudad junto a la Giralda, ha desempeñado sucesivamente funciones de cárcel, capilla y oficina de Correos. Hoy es la sede del Museo Marítimo.

Reales Alcázares

Cercanos a la Catedral se encuentran los Reales Alcázares. Este edificio representa como ningún otro la belleza que puede resultar de la tolerancia entre culturas y modos de vida tan diversos como Sevilla ha acogido a lo largo de los tiempos. Residencia del gobernador durante el califato, pueden verse restos de la época del fabuloso Abderramán III en el Patio de Banderas. Restos del estilo almohade son las murallas, La Puerta del León, la arquería del patio del Yeso, etc. De la época alfonsina, los Alcázares conservan el famoso scriptorium del cual salieron en gran parte las Cantigas de Santa María y el Tratado de Ajedrez.

Sin embargo el núcleo principal que hoy día podemos contemplar corresponde al arte mudéjar, el Palacio del rey Don Pedro. Piezas sobresalientes dentro del conjunto son El Patio de las Doncellas, parte oficial del palacio y el Patio de las Muñecas, centro de la vida privada del monarca. Alrededor de estos patios se conservan dependencias de estilo renacentista como el Salón del techo de Carlos V, famoso por su extraordinario artesonado, las habitaciones de la reina Doña María de Padilla, el Salón de Embajadores, conocido anteriormente como Salón de la Media Naranja, la Escalera de Carlos V, y el Salón de los Almirantes.

Palacio de Las Dueñas

Además de cristiana y judía, Sevilla tiene también alma mora. El rey Fernando III, al conquistar la ciudad, decidió situar la morería en el centro de Sevilla. Nada vamos a desvelar del encanto de esta zona al peregrino para que limpio de influencias pueda encontrarse con ella a su manera. Sólo le diremos que en este rincón se encuentra situado el Palacio de las Dueñas, propiedad de la Casa de Alba, de obligada visita.

El palacio constituye uno de los más hermosos ejemplos de la arquitectura sevillana de finales del siglo XV y principios del XVI. Manifiesta una evidente transición del estilo gótico-múdejar al nuevo estilo renacentista. Su nombre porcede del convento de religiosas, cercano a él. Esta bella residencia palaciega fue fundada por la familia Pineda, quien la vendió a Doña Catalina de Ribera, en 1484, en pago del rescate exigido para obtener la liberación de Don Juan de Pineda, prisionero de los musulmanes. en 1484 a Doña Catalina de Ribera. A lo largo de los siglos ha sufrido numerosas reformas encaminadas a dotarle de mayor amplitud. Actualmente pertenece a los Duques de Alba.

La Casa de Pilatos

A pocos metros del convento de Santa María de Jesús se encuentra el más hermoso de todos los palacios renacentistas edificados en Sevilla: la Casa de Pilatos. Este suntuoso conjunto palaciego fue mandado edificar por D. Fadrique Enríquez de Ribera, tras su resgreso de la Ciudad Santa de Jerusalén, en el año 1519. Desempeñó el papel de residencia habitual de los Duques de Alcalá y Medinaceli. Las influencias constructivas de Génova son patentes en la portada de ingreso y las columnas y fuente del patio principal, labradas por Antonio María Aprile de Carona y Pace Gazini. Este patio conserva una interesante colección de veinticuatro bustos de emperadores romanos, a los que hay que sumar los del emperador Carlos I y Cicerón. Los paños de azulejería son obra de los hermanos Polido (1535 y 1538). El ascenso a la planta noble se realiza a través de una majestuosa escalinata, cuya caja queda cubierta por medio de una cúpula de madera con mocárabes, obra del artista Cristóbal Sánchez.

En la Plaza de Pilatos daba comienzo, cada Semana Santa, el Vía Crucis hasta el Humilladero de la Cruz del Campo, rezándose la Primera Estación desde las tribunas del Palacio. Este Vía Crucis está indisolublemente unido a los orígenes de la Semana Santa sevillana.

Templo de San Ildefonso

Caminamos por la sevillana calle Caballerizas para salir hasta la Plaza de San Ildefonso para encontrarnos ante un bellísimo templo de estilo neoclásico: El Templo de San Ildefonso. Está edificado en honor de aquel extraordinario místico religioso a quien la misma Virgen impuso su casulla. Este éxtasis del santo fue repetido en innumerables ocasiones por los artista tridentinos. Destaca en este edificio su monumental portada, flanqueada por dos esbeltas torres. Las trazas del edificio fueron dadas por el maestro Julián Barcenilla, a la sazón, académico de San Fernando. De su ejecución se encargó José de Echamorros, que la terminó en 1841. Su mayor joya se guarda en su interior: la pintura mural de Nuestra Señora del Coral, de evidentemente influenciada por la escuela sienesa del Trecento.

Palacio de San Telmo

Fue ordenado contruir en el siglo XVII como Escuela o Universidad de Mareantes. Adquirido por los Duques de Montpensier, éstos realizaron en él numerosas y determinantes obras de adaptación en 1849. La Infanta María Luisa Fernanda lo donó a la Iglesia Metropolitana de Sevilla 1897. Desde este momento fue utilizado como Seminario Conciliar. Destaca en él su bellísima portada barroca de perfectas proporciones (1734). Las fachadas son de estilo grecorromano y se ven libres de los motivos ornamentales barrocos. La portada del norte dispone de azotea y pedestales, donde se alzan orgullosas las doce estatuas de hijos ilustres de Sevilla. En su interior destacan sus magníficos balcones de la galería alta, la capilla y la doble escalera de jaspe rojo.

Real Fábrica de Tabacos

El rey Fernando VI ordenó contruir estemonumental edificio con la finalidad de utilizarle como Fábrica de Tabacos. Sus obras fueron largas y laboriosas (1728 y 17769 y fueron dirigidas por el artista holandés Van der Beer. Hoy día es la sede de la Universidad de Sevilla.

Jardines de María Luisa

Fueron donados a la ciudad de Sevilla por una de sus infantas más queridas por el pueblo, la encantadora infanta Luisa Fernanda. Auténtico remanso de paz, se encuentran en ellos numerosas fuentes, estanques, pérgolas y rincones llenos de sosiego. Cuentan asimismo con numerosas glorietas dedicadas al recuerdo de hombres célebres como los literatos hermanos Quintero, Gustavo Adolfo Bécquer, último poeta romántico, a los Hermanos Machado, al escritor teatral Luca de Tena y a otros tantos personajes queridos por el pueblo de Sevilla como Ofelia Nieto, Benito Mas y Prat, José María Izquierdo, etc. Dentro de este hermoso recinto se encuentran las famosas Plazas de España y América.

Plaza de América

La Plaza de América es obra del artista Aníbal González y está enmarcada por tres palacios: el Pabellón Real, de estilo gótico, el Palacio Mudéjar y el Palacio de Arte Antiguo, renacentista. En este último se encuentra el Museo Arqueológico Provincial, que conserva la obra más importante de la orfebrería prehistórica: el Tesoro del Carambolo.

La Giralda

De elegante estilo almohade, el edificio más emblemático de esta capital andaluza, es la famosa Giralda. Fue levantada entre los años 1184 y 1198 por orden del califa Abu Yacub Yusuf como minarete desde el cual llamar a los fieles musulmanes a la oración.

Durante el siglo XVI, más concretamente en 1558, el Cabildo de la Catedral encarga al arquitecto Juan Ruiz II reparar el desastre producido en la torre por un terremoto ocurrido en el año 1365. Para ello el artista diseña el cuerpo de campanas y todo el remate de la torre. Fueron necesarios diez largos años para aunar el arte renacentista del siglo XVI con la belleza almohade del siglo XII. Rematada por una veleta de cuatro metros de altura que representa la Fe, popularmente llamada Giralda, pasa a llamarse de este modo todo el campanario.

Patio de Los Naranjos

La visita a la Catedral no puede terminarse sin visitar su magnífico y evocador Patio de Los Naranjos. Era uno de los numeroso patios de la mezquita hispanomusulmana. Se conservó en su integridad hasta el año 1618, con sus arcadas, (algunas han tenido que ser reconstruidas) y su templete central, del que, por desgracia, sólo podemos admirar la fuente con su taza visigótica y de forma octogonal.

Ayuntamiento de Sevilla

Saliendo de la morería y tras visitar el Monumento a Cervantes, nos encontramos con el edificio del Ayuntamiento. De estilo plateresco se comenzó a edificar en el año 1527 a las órdenes del arquitecto Diego de Riaño, que permaneció al frente de las obras hasta el año 1534. A él se debe que este edificio sea considerado como una auténtica obra maestra del estilo plateresco. Aunque terminadas las obras en el año 1573, las ampliaciones y transformaciones se continuaron hasta el siglo XIX. Destacan en él la gran Escalera, la Sala Capitular y la llamada Sala de Colón. Guarda tesoros pictóricos de artistas como Valdés Leal y Zurbarán.

Basílica y Barrio de La Macarena

Muy interesante dentro del recorrido por la ciudad es la visita al Barrio de la Macarena. En él se conserva la mejor muestra de minaretes de toda Sevilla. Alberga en su seno la Basílica de la Macarena, obra moderna, del arquitecto Aurelio Gómez Millán en 1949. Se desconoce el autor de la talla mariana, aunque algunos historiadores del Arte han querido relacionarla con la obra de La Roldana, la escultora de la segunda mitad del siglo XVII, Luisa Roldán. Adosada a la Basílica se encuentra la Puerta de la Macarena, del siglo XVIII. Esta puerta es el arranque de los lienzos mejor conservados de toda la muralla Sevillana. La parte más antigua data de la época romana. Se conservan igualmente restos de la época de Abderramán III, que la reparó tras la destrucción provocada en la ciudad por las invasiones normandas. Volverían a ser necesarias nuevas reparaciones en el siglo XII, en época almorávide.

Convento de Santa Paula

Este convento de religiosas jerónimas se contruyó en 1.475.

Las obras de la Iglesia conventual fueron llevadas a cabo entre 1.483 y 1.489. Su hermosa portada está fechada en 1.503 y es uno de los mejores ejemplares del estilo Reyes Católicos, desarrollado en España durante el último cuarto del siglo XV. En él se aúnan estructuras góticas, técnica constructiva mudéjar y elementos decorativos ya renacentistas.

La Iglesia presenta planta de única nave cubierta por un artesonado. El presbiterio, algo más alto, queda cubierto con bóvedas de nervaduras.

El retablo mayor es una magnífica obra barroca del año 1.730 ejecutada por el maestro José Fernando de Medinilla. La imagen de Santa Paula ha sido tradicionalmente atribuida a Andrés de Ocampo, de finales del siglo XVI y podría haber estado en el retablo primitivo.

En los muros laterales del presbiterio hay dos grandes lienzos que representan los episodios de la vida de Santa Paula. Fueron realizados por Domingo Martínez realizadas hacia 1.730.

De la primera mitad del siglo XVII es el retablo de San Juan Evangelista, obra del singular escultor Alonso Cano; la imagen del Santo titular es obra del genial escultor Martínez Montañés.

El retablo de San Juan Bautista, de 1.637 es obra deFelipe de Rivas. La talla del santo titular es nuevamente obra de Martínez Montañés.

El Convento de Santa Paula ha sido el primero en crear un Museo donde mostrar al público obras de arte, relegadas a la vida de clausura.

En el museo se guardan diversas obras pictóricas y escultóricas correspondientes a los siglos XVI al XVIII.

Especialmente importante es la colección de orfebrería, sobre todo, la pieza más antigua (siglo XV) y el relicario regalado por Doña Mariana de Austria (1.694).

Desde la ventana de la Sala San Isidoro se ve el claustro principal del convento, obra de principios del siglo XVII.

Barrio judío

Vecino de los Reales Alcázares es el Barrio Judío, el famoso barrio de Santa Cruz, que según parece fue el emplazamiento de la antigua Judería. Nada diremos de él para que el peregrino experimente libremente la multitud de sensaciones que provoca el entorno. Únicamente y como referencia diremos que en él se ubica el Hospital de los Venerables, edificio barroco de excelente hechura.

Isla de La Cartuja- Puente de La Barqueta

Mención aparte merece la Isla de la Cartuja. Lugar de alfareros en la Edad Media, fue reconvertido para Pabellón Real en 1992 para la Exposición Universal. Estos edificios han sido reutilizados hoy día para diferentes usos empresariales, oficiales e incluso universitarios. El regreso a la ciudad se puede hacer por cualquiera de los puentes existentes como el de La Barqueta o el del Alamillo.

Museo Arqueológico

La primera visita realmente obligatoria es la que hay que hacer al Museo Arqueológico, para conocer todo el pasado histórico de la ciudad a través de los restos depositados en él, especialmente los extraídos de las excavaciones de Santiponce, en Itálica.

Desde el año 1941 el antiguo Pabellón de Bellas Artes es la sede del Museo Arqueológico de Sevilla, que fue edificado entre los años 1911 y 1919 en estilo Neo-renacentista por el arquitecto Aníbal González con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929.

En su interior los materiales se disponen por orden cronológico, empezando por la época Prehistórica, la dominación Romana y el mundo hispanomusulmán.

Una de las joyas de este museo es el llamado Tesoro del Carambolo. Sus 21 piezas de oro son un ejemplo de la cultura Tartésica del siglo V d.C, una de las primeras de la historia sevillana.

Catedral

Desde el terremoto de 1356, la Mezquita estaba muy deteriorada de modo que en el año 1401 para remediar esta situación se comenzaron las obras de la futura Catedral cristiana. En su momento fue el templo más grandioso de la cristiandad sólo superado con el tiempo por la Basílica de San Pedro de Roma. El período constructivo se dilató de tal modo en el tiempo que hoy día podemos admirar un impresionante abanico de estilos. Desde el maravilloso almohade a la cima del arte renacentista español encarnada en la Sala Capitular, la primera de su género en presentar una traza elíptica dentro del Renacimiento español. La transición al Barroco viene de la mano del Trascoro del Templo, del primer tercio del siglo XVII.. La Catedral no sólo es importante a nivel arquitectónico sino también por la impresionante riqueza escultórica que alberga en su seno, así como obras pictóricas de la talla de artistas como Murillo o Zurbarán y magníficas obras de rejería que no sólo son simples cierres de capillas sino auténticas obras de arte en hierro. Igualmente recomendamos observar con atención las vidrieras del templo sevillano, ya que son el punto de partida de lo que los historiadores del Arte llaman Edad de Oro de la Vidriera Española .De entre ellas sobresalen las realizadas por el vidriero Enrique Alemán entre los años 1478 y 1483.

Plaza España

La Plaza de España. se encuentra dentro del recinto de los Reales Jardines de María Luisa. Es un gigantesco semicírculo de 300 metros de diámetro, en el que se encuentran numerosas galerías con galerías y bancos dedicados a todas las provincias españolas. Su fecha de construcción es el año 1929 y su causa más directa la Exposición Iberoamericana. En la plaza hay un estanque en el que se puede pasear en barca.