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Camino de San Olav

Cultura

Burgos

Ciudad fundada en el año 884 por el conde Diego de Porcelos. En el año 899 ya era cabeza de condado, gobernada por Gonzalo Fernández, padre del conde Fernán González. La implantación de la monarquía castellana con Fernando I significó para Burgos la capitalidad indiscutible.
Ciudad amurallada, quedan como testigos de ella algunos cubos y lienzos de muros así como cuatro puertas monumentales. La puerta de Santa María, la más importante fue construida en el siglo XVI, en tiempo renacentista, sustituyendo a otra más antigua. Fue obra de Francisco de Colonia y de Juan de Vallejo. Las otras tres puertas, San Juan, San Esteban Y San Martín, también de gran belleza, fueron remodeladas posteriormente.
El 20 de junio de 1221, el rey Fernando III, su esposa y el Obispo D. Mauricio colocaron la primera piedra de la Catedral de Burgos. Su ubicación en la ladera de una montaña obligó a escalonar sus volúmenes. Las obras duraron varios siglos, considerándose concluida en el siglo XVIII. Las agujas de las torres occidentales son obra de Juan de Colonia, y el cimborrio fue realizado por Juan de Vallejo a mediados del siglo XVI. La riqueza de los aristócratas de la época, rompen la unidad arquitectónica de la catedral, ya que se construyeron grandes capillas funerarias, como la de los Condestable de Castilla, obra maestra de Simón de Colonia.
Burgos es realmente una ciudad monumental, otras iglesia de gran interés y que cautivan por su belleza son: San Gil, San Lesmes, Santa Águeda, San Lorenzo, San Nicolás con su famoso retablo de piedra, San Cosme y San Damián, y un sin fin de edificios históricos y palacios, componen un conjunto casi único por su singularidad y hermosura.
También cabe destacar sus grandes monasterios, como La Cartuja, San Pedro Cárdeña o Las Huelgas Reales, entre otros.
Burgos ofreció durante la edad media una gran asistencia hospitalaria a los peregrinos que la transitaban, hasta 32 hospitales se llegaron a contar. Uno de los más importantes era el Hospital del Rey fundado en 1195 por Alfonso VIII.
El peregrino, accede al casco histórico por las Calzadas, pero justo antes se encuentra, a su derecha, con la iglesia de San Lesmes y, a su izquierda, con el antiguo Hospital de San Juan y delante, cruzando un riachuelo, la puerta de San Juan.
Muchas visitas, mucha historia y muchos buenos momentos le esperan en la acogedora ciudad de Burgos antes de que salga hacia el oeste por la puerta de San Martín.
Para todos aquellos que deseen conocer con mayor profundidad la historia de Burgos, incluso sus alrededores y sus monumentos con mayor detalle, en nuestra sección de Links o Enlaces podremos satisfacerle.

El Camino de Santiago en Burgos

Cardeñadijo

Cardeñadijo aparece con su nombre escrito (CARDENIA DE ATILIO) en pergamino del archivo del monasterio de Cárdena, del año 945. El día 1 de junio, el sacerdote don Munio dona una iglesia de su propiedad, entonces muy frecuente y normal, los cercanos monjes en Cárdena. La iglesia está bajo la advocación de San Pedro, en el pago que llaman Arroyo. Por cierto, que alguna parte de dicha iglesia no debía pertenecer a don Munio, pues cuatro meses más tarde (1 de octubre) leemos en otro pergamino que varios señores también ceden a Cárdena sus derechos en la mencionada iglesia.
Como puede apreciarse, Cardeñadijo tenía sus campos sembrados de iglesias, mejor ermitas, que personas particulares levantaban y ofrecían a la devoción pública, brindando servicios religiosos y aceptando limosnas. Vemos cómo el monasterio de San Pedro de Cardeña resultaba beneficiario final de estas iniciativas particulares. Su influencia en Cardeñadijo era manifiesta en lo espiritual y material. Pero, muy pronto, aparecerán otras dos fuerzas religiosas. La primera fue la abadía-infantazgo de Covarrubias, fundada por el conde García Fernández en 24 de noviembre del 978. A poco de este suceso, que tanta importancia tuvo en la historia del condado castellano, García Fernández, sin duda con pacto y compensación, substrajo de la obediencia y propiedad del monasterio de Cardeña y la traspasó a Covarrubias la importante iglesia de San Pedro de Arroyo de Cardeñadijo. Las abadesas y luego abades de Covarrubias ejercieron su autoridad, que les fue respetada.
Así Cardeñadijo, sin estar en el Camino de Santiago, se convirtió en Pueblo Jacobeo. Una parte del esfuerzo y sudor de sus vecinos se aplicaba por caridad y beneficiencia a unos hombres desconocidos, pero creyentes, que cumplían las difíciles jornadas de un camino que es el mejor símbolo de la unidad de Europa. No fue una desgracia para Cardeñadijo el vivir hasta el siglo XIX bajo la autoridad de la mano blanca de la madre abadesa de las Relaes Huelgas de Burgos.
En 1843, Cardeñadijo cuenta 250 habitantes y es ayuntamiento constitucional. Está integrado en el partido judicial de Burgos; antes había pertenecido a la cuadrilla de Arcos que reunía 12 localidades y en el siglo XIV, por ejemplo, sumaba 417 vecinos. Los 250 vecinos de 1843 mantenían una escuela de 29 niños/niñas y pagaban al sacrificado maestro 530 reales anuales. San Martín era el titular de su parroquia y tenía una ermita de la Vera Cruz. Recogían cereales que molían en dos molinos; cuidaban su ganado en un término de 920 Has. y se distraían con caza menor. En 1900 los habitantes se habían doblado.

Modubar de la Emparedada

Poco se conoce de sus orígenes, aunque cabe pensar que los árabes presenciaron su nacimiento al dar nombre al «Río Modúbar» (en árabe, mudawwar, que significa «redondo») o según otros autores, como el Cronista Oficial de la Provincia Fray Valentín de la Cruz se trataría de una palabra prerromana referida a «montículos de tierra». En cuanto a su apellido «Emparedada», dice la leyenda que está tomado de una rica señora que fue acogida tras declararse la peste y curada entre paredes de la Iglesia, aunque en este tema discrepa también el historiador atribuyendo este apellido a una deformación de «Emperador» referido al Rey Alfonso VI.
Se conocen restos arqueológicos prehistóricos en el Altotero.
Tras la desaparición de su poblado (Quintana de los Cojos ó Quintanilla de los Coxos) pasó sus bienes y tierras a la comunidad. Administrativamente y como barrio, forma parte del Pueblo Cojóbar.
Lugar que formaba parte, del Alfoz y Jurisdicción de Burgos en el partido de Burgos, uno de de los catorce que formaban la Intendencia de Burgos durante el periodo comprendido entre 1785 y 1833, tal como se recoge en el Censo de Floridablanca de 1787. Tenía jurisdicción de realengo con alcalde pedáneo.
A los Modubeos o Modubeños se les conoce como «Ahorcacristos» (parece ser que tras una romería dejaron colgado a un roble la Cruz de Cristo, para salvar de feroz tormenta los pellejos de vino que también portaban en procesión).

Modubar de la Cuesta

A poco más de dos leguas al sureste de Burgos se sitúa la pequeña comarca de los Modúbares, cuyo significado no parece ponerse de acuerdo con los filólogos aunque todos le conceden un sentido geográfico: cerros de aspecto redondeado o enormes pellos de tierra. Los modúbares de hoy son tres: de la Cuesta, de San Cibrián y de la Emparedada, aunque antaño existió también Modúbar de Zafalanes. En el Alto Medievo la comarca aparece dividida entre los alfoces de Burgos (Modúbar de la Cuesta y de la Emparedada) y de Ausín ( Modúbar de Zafalanes y de San Cibrián). Los modúbares pertenecieron siempre a la Merindad de Burgos, excepto el de San Cibrián, que perteneció a la de Castrojeriz.
Modúbar de la Cuesta se sitúa en la base del Alto Tero (de 1.014 metros) y que divide las aguas de los ríos Arlanzón, Ausín. La antigüedad de la villa es semejante a la del Monasterio de San Pedro de Cardeña, con cuyo coto lindaba, y de otros lugares de las tierras que llenan el espacio entre los ríos, es decir que estamos hablando de los últimos años del siglo IX. Los monasterios eran los que solían informar de la vida de los primeros pobladores de las zonas sobre las que se asentaban, así los de San Martín de Modúbar de la Emparedada y de San Pedro de Cardeña animaron los primeros pasos de aquéllos; finalmente Cardeña se alzó con el predominio del ámbito. Modúbar de la Cuesta es mencionada por vez primera en el año 972. Esta villa fue siempre un lugar de escasa población, que vivía del campo y del ganado. La cercanía con la capital burgalesa hacía de Modúbar un lugar favorable para las inversiones, sobre todo de monasterios y de la floreciente burguesía. Así los documentos certifican la presencia en Modúbar de los monasterios burgaleses de San Juan y de Las Huelgas; y de familias tan poderosas como los Maluenda.
A mediados del siglo XIII Modúbar de la Cuesta aparece en el Libro de Préstamos de la diócesis de Burgos; y un siglo más tarde también hay constancia de Modúbar de la Cuesta en el famoso Libro de las Behetrías de Castilla. Los vecinos de la villa pertenecían al régimen de realengo, aunque elegían a sus protectores, que por la época eran Pedro Fernández de Velasco, los Carrillo, don Nuño y Don Pedro, hijo de don Diego López de Haro.
En el medievo la villa de Modúbar de la Cuesta ensanchó su primitivo término con la agregación de otros lugares hoy desaparecidos; lugares como Quintanilla Vela, Modúbar de Zafalanes y Zafalanes. A este respecto, los historiadores apuntan que Quintanilla se situaba a un kilómetro del pueblo, donde se conservan todavía las ruinas; esta localidad se menciona en el año 939, en el 970 y más tarde en el siglo XIV; incluso en el Libro de las Behetrías figura que dicha localidad era behetría de los Carrillo y de los Velasco, que pagaban al rey por ella. Del resto de las poblaciones anexionadas a Modúbar de la Cuesta podemos decir que Modúbar de Zafalanes estaba también a un kilómetro al este y que se han hallado sus ruinas en el pago conocido como Las huertas. Zafalanes se situaba más al este, a unos dos kilómetros, y no quedan restos del caserío.
En el año 1591 Modúbar de la Cuesta formaba cuadrilla con otras doce localidades reuniendo en total más de 400 vecinos. En el siglo XVIII seguía siendo una villa de realengo y ya en el año 1843, con sólo 22 habitantes, se alzó como ayuntamiento propio, aunque en la actualidad se integra en el Ayuntamiento de Carcedo. En el año 1950 contaba con 200 habitantes y luego vino la etapa de la gran emigración debido a los cambios en el campo, la industria y la economía en todo el país. En la actualidad Modúbar de la Cuesta, que sigue presidida por la Iglesia de San Cristóbal, tiene muy poca población durante el invierno, aunque en verano se multiplica.

Modubar de San Cibrián

Modúbar tiene su origen en las repoblaciones mozárabes de la segunda mitad del siglo IX. El río Viejo o río Modúbar recorre la pequeña vega y da su nombre a a la localidad y a las poblaciones cercanas de los otros Modúbares, el de la Cuesta y el de La Emparedada. De la época Medieval se ha documentado al Norte de la población actual, en posición elevada respecto del Valle, dos centros de culto: San Martín y San Cebrián. El primero, hay testimonio escrito de que en el año 944 pasó a ser monasterio, después de haber pertenecido durante un tiempo al linaje del noble Gudestioz; mientras que el segundo permaneció como iglesia rural.
El cartulario “El Becerro Gótico de Cardeña”recoge parte de la historia del monasterio y sus alrededores entre los siglos IX a XI y cita la existencia del monasterio de San Martín y que en el año 975 lo habitaban 34 monjes. Al parecer la prosperidad del monasterio duró poco, quizá debido a las incursiones de Almanzor en la zona, lo que supuso el traslado de la población al fondo del valle.