Apostol

Con Santiago en el corazón

10 febrero 2010 / Mundicamino

Dos centenares de peregrinos descubren con asombro que hay mucho de nuevo en la ruta jacobea que atraviesa Vitoria.

Doscientos peregrinos vivieron ayer el Camino de Santiago como nunca lo habían hecho. Encontraron en las calles, las iglesias, los palacios y el urbanismo de Vitoria todo lo que esta manifestación religioso-cultural que ha marcado el devenir de Europa en la historia y ha originado parte de su arte y su cultura, ha dejado en una ciudad que puede reivindicarse como jacobea. Era el «bautismo oficioso» de las señales amarillas que jalonan el itinerario a su paso por las calles de la capital alavesa. Y la Fundación Catedral Santa María y la Asociación de Amigos del Camino de Santiago dedicaron todo su esmero para que el encuentro de los peregrinos con los distintos hitos a lo largo de siete kilómetros y medio fuera para no olvidar.

La marcha popular arrancó a las 9 de la mañana en la iglesia de Elorriaga. Se ha optado por un recorrido más moderno y adaptado al urbanismo actual porque los primeros romeros medievales cruzaban la Llanada por la antigua calzada romana Burdeos-Astorga, lejos de la villa, por la zona de Salvatierrabidea, entre Arcaya y Armentia. «Bien podemos calificar este itinerario ‘de las villas’ porque desde Irún va de pueblo en pueblo hasta Vitoria, frente al camino histórico que venía de Pamplona», relató Ramón Loza, el profesor y gran divulgador del Camino de Santiago, que hiló con sus comentarios sobre el significado redentor del camino todas las paradas del paseo, que duró hasta la una de la tarde.

«Conocer gente»

Itxaso Ruiz y Gorka Eraso, de 11 años, eran los benjamines del grupo. Sus padres les han inculcado el amor por el Camino y ya han hecho algunas etapas del itinerario rancés. «Nos gusta ver monumentos pero, sobre todo, conocer a gente», decía Itxaso, orgullosa, con su vieira colgada al cuello junto a una de las estatuas de Santiago apóstol que abundan en la iconografía religiosa vitoriana.

En concreto, ésta se encontraba en la capilla de los Paternina del Pórtico de Santa María, un lugar lleno de guiños jacobeos. Además, los peregrinos conocieron de primera mano otra verdad que cuesta creer, la gran importancia de Vitoria en el medievo y en el renacimiento. «Con dos conventos de las grandes órdenes religiosas, dominicos y franciscanos, cinco iglesias góticas, una judería importante y un gran puerto seco de Castilla en sus intercambios comerciales con Europa, Vitoria era una de las grandes capitales españolas. Y el influjo del camino se nota», añadió Loza, para quien es significativo que Alfonso X el Sabio tuviera corte en la ciudad cuando quería ser emperador.

Ermitas como la de Santa Marina, junto a la residencia Arana; hospitales como el de Santiago, la Magdalena, Santa María, o San Pedro; imágenes magníficas del apóstol como las de San Pedro o Armentia, el rico patrimonio jacobeo de Vitoria se mostró en toda su intensidad. «Estamos sorprendidos de este éxito. El folleto nos lo han quitado de las manos. Habría que levantar un monumento alegórico», pidió el presidente de los amigos del camino, Javier Corcuera.