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La ruta milenaria jacobea, más cerca

19 abril 2010 / Mundicamino

La oficina de información del Camino ha abierto sus puertas hasta el mes de octubre. Ubicada en la capilla de Belén, en Igartza, abre los jueves de 19.30 a 21.00 horas.

El Camino de Santiago esa ‘autopista’ milenaria, la ruta que cubren miles de personas de España y de Europa teniendo como meta llegar a la ciudad de Santiago de Compostela, este año vuelve a estar más en auge, nos encontramos en ‘Año Jacobeo’.

La ruta Jacobea, durante toda la Edad Media fue muy concurrida, después con el paso del tiempo fue ligeramente olvidada y nuevamente ha vuelto a tomar un gran auge. Así lo demuestra el interés de las muchas personas que llegan hasta la Oficina de Información que cuenta el municipio en la ermita de Belén (conjunto de Igartza). Abre todos los jueves, de 19.30 a 21.00 horas, atendiendo, explicando, detallando lo que supone el echarse la mochila al hombro y empezar a cubrir esa ruta declarada por la Unesco ‘Patrimonio de la Humanidad’ y que cuenta con el título honorífico de ‘Calle Mayor de Europa’.

«En los años 80 se contabilizaban en torno a los 1.000 peregrinos al año, en 1999 llegaron a los 150.000, mientras que en 2009 llegaban a 170.000, aunque 147.000 recogieron la ‘Compostelana’», de fuentes de la Federacion de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago.

¿Desde cuándo?

Hay quien sitúa el camino mucho antes del año 800, lo llevan a la época romana e incluso celta, el Camino a Santiago como una peregrinación mística y pagana, ya que si desde Europa se sigue la Vía Láctea, te lleva a Santiago. Hay teorías que señalan que el nombre Compostela puede venir de ‘Campus Stellae’ (Campo de Estrellas), además; el viaje no se detenía en Santiago, sino que continuaba hasta Finisterre, la última tierra conocida por los hombres.

Pero ¿cuántos caminos hay? Es la pregunta del millón. Como señalan habitualmente quienes conocen el mismo «hay tantos caminos como caminantes, sobre todo en la época en que no había señalización ni red de carreteras, pero el tiempo unificó los caminos en 8 principales; además del Francés ya mencionado, están el de Norte, el Inglés, el Primitivo, el de la Costa, el de Finisterre-Muxia, el Portugués y la Vía de la Plata». Caminos como razones o motivaciones para embarcarse en semejante aventura.

Distintos motivos

Javier Escobar y Antonio Jarit vienen atendiendo jueves tras jueves a quienes acuden a la oficina en busca de información sobre el camino, o para sellar la credencial, y también en busca de consejo porque tanto Javier como Antonio son profundos conocedores y amantes de la ruta Jacobea y además en sus diversas variantes.

«Unos cubrirán el camino por razones religiosas otros por motivos sociales o culturales, cada persona es un motivo y es tan válido uno como otro», señalaba Javier.

Disfrutar de cada metro

El pasado jueves, entre otros (entre ellos un señor de 72 años de Legazpi) acudía el beasaindarra Aitor Barandiaran. «Es una asignatura pendiente, mi intención es la de empezar al ruta en mayo, voy con otro amigo y empezaremos el camino en coincidencia con el arranque de las fiestas», señalaba.

Mientras recibía los consejos de Javier sobre el peso de la mochila, «la atención especial diaria que deben de llevar los pies al finalizar cada etapa, la mochila su peso, intentar llevar lo necesario, el calzado, agua o bebidas isotónicas para que el cuerpo no pierda hidratación, sales,… la comida justa para el día y sobre todo entrar en el camino a disfrutar de cada momento», remarcaba Escobar. El camino, en opinión del responsable de la oficina, ha cambiado y sobre todo en el tramo gallego, influenciado por el turismo. A todos los que acuden, a la oficina al margen de la información que les ofrece, recomienda la guía de Antón Pombo.

Los meses de mayo y agosto son los que mayor número de caminantes registra, «yo a pesar de todo me inclino por agosto, va más gente del estado, gente joven, también adulta, pero es otro ambiente», recordaba Javier. Otro beasaindarra llegaba para pedir información, Javier Corta, en la intención de cubrir la ruta en bicicleta. No le faltó detallada información. Allí se realiza una ficha, se sellan las credenciales y sobre todo, se anima a descubrir la milenaria ruta.