Apertura oficial. Angelo Comastri, vicario del Santo Padre en la Ciudad del Vaticano: «Vivamos intensamente el peregrinaje con el espíritu y la fe de un tiempo; ésa que nos da el Camino de Santiago y que nos transmite sentido y gusto por la vida. Somos peregrinos, quien no lo asuma está perdido». En su plática, reflexiones insondables, como la de que el hombre es un átomo perdido en el universo. Manuel Castiñeiras es el comisario de esta muestra itinerante que arrancó en la capital francesa para terminar su aventura en Santiago el próximo agosto.
En su alocución, equipara Santiago a Roma y Jerusalén, ensalza el «privilegiado» espacio expositivo reservado para esta colección de cuarenta piezas, y agradece el apoyo de la Consellería de Cultura y de la Sociedad Anónima de Gestión del Plan Xacobeo. Precisamente Ignacio Santos, su director gerente, le devuelve este sentimiento de gratitud y cuenta que muchas de las obras que pueden verse en el Vaticano se exhiben por primera vez desde su restauración. «Luego irán al monasterio de San Martiño Pinario, y así emulamos el espíritu inquieto del prelado», recuerda, parándose en un personaje que «imprimió la condición universal a Compostela y a Galicia».
Roberto Varela, conselleiro de la cartera cultural en San Caetano, se detiene en dos comunicaciones. De Pío XII referencia algo acontecido en 1948, cuando comentó de Xelmírez lo siguiente: «Dejó escritas sus crónicas con las piedras graníticas de esta Catedral» emplazada en la Plaza del Obradoiro. Con Juan Pablo II, se remonta a 1982. «Europa entera se ha encontrado a sí misma alrededor de la memoria de Santiago (…) La conciencia de Europa ha nacido peregrinando». Aclara que toda mujer y varón que ha puesto sus pies en cualquiera de las rutas construye la historia cultural de su credo. «Porque la importancia de la peregrinación está dentro de cada uno», apostilla. Luis Calvo Merino, embajador de España en Italia, se centra en la peregrinación, y en su importancia en la cristiandad.
Francisco Vázquez, con un llamativo pelo negro, largo, y un singular italiano con notorio acento gallego, aplaude esta «feliz iniciativa». El embajador de España ante la Santa Sede, antes alcalde de La Coruña, transmite su pensamiento: «El que aquí traemos fue un personaje singular, un hombre inquieto», insiste, al tiempo que recuerda que el Papa Benedicto XVI visitará Galicia. José María Díaz, el deán de la Catedral; y Ramón Villares, presidente del Consello da Cultura Galega, confían en la afluencia de visitantes.
