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Llega la mejor enciclopedia sobre la Ruta

08 junio 2010 / Mundicamino

Se deben preservar más los valores históricos del Camino, tanto físico como en patrimonio inmaterial.

Periodista, doctor en Ciencias de la Información, profesor universitario y estudioso del Camino de Santiago y del fenómeno jacobeo desde hace unos veinte años, Manuel F. Rodríguez es el director de la Gran Enciclopedia del Camino de Santiago. Diccionario de la cultura jacobea, que se presenta hoy, a las 20.00 horas, en el Hostal de los Reyes Católicos. Fue él quien, tras concluir su conocido estudio sobre los años jubilares compostelanos, comenzó el proyecto hace alrededor de ocho años y quien logró la implicación de algunos de los más reconocidos y prestigiosos expertos del mundo en este tema.

¿Cómo surgió el proyecto y cómo se ha ido materializando a lo largo de estos años?

Nació entre 2002-2003 tras observar la necesidad de muchas personas y visitantes de concretar el sentido y significado de determinados términos y temas jacobeos. Para dar respuesta a esas inquietudes, comencé a elaborar un diccionario que en 2008 alcanzaba casi los mil términos, aquellos que, por un motivo o por otro, había estimado como los más relevantes de la materia jacobea. Hace dos años, sin embargo, tras una propuesta de la editorial Bolanda, el proyecto inicial y personal se convirtió en una obra colectiva, enciclopédica, con más de tres mil entradas.

Usted es de Sarria, una de las localidades emblemáticas del Camino en Galicia. ¿Ha marcado este hecho su interés por la ruta?

Me crié en la parroquia sarriana de Barbadelo, con una de las iglesias románicas más interesantes del Camino Francés. No recuerdo haber visto en mi infancia –en los años 60– a ningún peregrino. Sí ya en los setenta, lo que me llevó a realizar la Ruta desde Sarria, con otros compañeros de colegio, en 1976, siendo apenas unos adolescentes. Por cierto, también recuerdo a una tía mía, que vivía y vive a pie del Camino, acoger hospitalariamente a algún peregrino extranjero, en los tiempos de los pioneros, también en los setenta.

¿Qué diferencia a ésta de otras obras sobre el Camino?

Se trata de la primera publicación de consulta enciclopédica en forma de diccionario. Con esa vocación de servicio nació y con esa finalidad se hizo el enorme esfuerzo de hacerla realidad. Es, en este sentido, la primera obra de consulta directa, ágil e inmediata de todo cuanto atañe al Camino y a la cultura jacobea en general.

¿Quiénes participan en la redacción de la enciclopedia?

Unas cuarenta personas: historiadores, pioneros del Camino, estudiosos vinculados a la Iglesia, representantes de Asociaciones de Amigos del Camino, entidades cuya labor resulta esencial en la concepción contemporánea de la Ruta, periodistas especializados y diversos expertos en distintos campos. Pertenecen a casi diez países y entre ellos figuran dos personalidades esenciales del renacer del Camino en la segunda mitad del siglo XX: José María Ballester y Paolo Caucci von Saucken, cuyas gestiones e investigaciones, unidas a las de otras personalidades, hicieron posible en 1987 la declaración del Camino como el primer Itinerario Cultural Europeo.

También se ha cuidado especialmente el aspecto visual…

Era algo esencial en una obra como esta, que combina el rigor científico con el afán divulgativo. Se ha acompañado la entrada de cada Ruta con su mapa, se ha buscado el protagonismo fotográfico que excede con mucho lo habitual en este tipo de obras y se ha complementado con infografías.

¿Podemos considerarla una obra de consulta especializada?

Es para todo tipo de públicos. Es ideal para el experto, al permitirle precisar y contrastar datos, y es una fuente de revelaciones para cuantos se interesan por el mundo jacobeo, que son muchas personas en todo el mundo. La obra se ha realizado con la intención de dar respuestas a las dudas de muchas personas que se acercan al Camino y a Santiago. La fórmula elegida creemos que es la idónea en este sentido. Tiene también una clara finalidad didáctica. Va a ser una herramienta muy útil para los centros educativos.

¿Ha cambiado mucho la peregrinación jacobea a lo largo de la historia?

Por supuesto, aunque diría que más en la forma que en la esencia. El peregrino medieval que salía desde Dinamarca, Alemania, o Francia, lo hacía con la incertidumbre de un viaje lleno de incógnitas y peligros. Sólo la fe absoluta lo hacía posible. Hoy, salvo una desgracia, sabemos que la peregrinación será posible, y sólo queda la incógnita de descubrir, al final, si ha sido una experiencia transformadora. De todos modos, sigue habiendo una imprecisa y excitante conexión con el pasado.

¿Cuál es la importancia socio-económica que tiene hoy el fenómeno jacobeo?

El apartado socioeconómico es esencial. En los primeros tiempos del renacer de la peregrinación jacobea a través del Camino había una visión negativa de quienes lo realizaban. Se observaban con la desconfianza atávica hacia el desconocido. Cuando los peregrinos comenzaron a ser habituales se decía que apenas dejaban ingresos. Hoy, afortunadamente esto ha cambiado. Ha sido la fuerza de los hechos: todo el mundo sabe ya de muchos multimillonarios, actores, músicos, políticos, intelectuales, etc. que han realizado el Camino de Santiago. La Ruta Jacobea y los años jubilares compostelanos se han confirmado como un elemento cultural, social y económico de primer orden.