Apostol

Logra subir a O Cebreiro tras venir desde Toulouse en patines

08 junio 2010 / Mundicamino

El noiés Andrés Villar, guardia civil de profesión, llegará mañana a Compostela, después de haber hecho una media de 120 kilómetros por día durante 11 jornadas.

Cuando Andrés Villar Murillo llegó ayer a O Cebreiro y tuvo que quitarse los patines porque el empedrado de este pueblo ya no le permitía transitar, el reloj que llevaba marcaba, exactamente, las 17 horas. Andando, se acercó hasta el albergue para coger sitio. Por la indumentaria le dijeron: «Usted, que viene en bicicleta, debe esperar hasta más tarde». Y él dijo: «No vengo en bici, vengo en patines». Le respondieron: «Sí hombre, en patines» con un tono muy amable, pero con el mismo que si hubiera dicho que venían montado en un elefante. Y es cierto: este noiés, un guardia civil que cumplirá 53 años en diciembre, hace el Camino de Santiago sobre ocho ruedas en línea (cuatro por pie).

La práctica no quita la dureza

Villar ya había peregrinado antes: además de a pie y en bicicleta, sobre patines ha llegado desde O Cebreiro a Santiago tres veces (le lleva unas 8 horas). En 1993, quiso alcanzar el Obradoiro también sobre sobre ese tipo de ruedas desde la estación de esquí donde trabajó (la de Candanchú, en el Pirineo aragonés), pero tuvo que desistir después de un trayecto, por la enorme carga que llevaba encima.

Entonces, le interesaba sobre todo el reto deportivo, pero ahora, 17 años después, «me importa lo cultural, lo religioso y los sentimientos». «La cuestión estaba en pasar por el sur de Francia, pero este año quería hacer un número redondo de kilómetros, así que me fui hasta una de las ciudades más importantes del sur francés: Toulouse». Desde allí hasta Santiago, Villar habrá recorrido exactamente 1.250 kilómetros. Lo acompaña en coche de apoyo Alberto Creo, todo patrocinado por el Concello de Ribeira, con el que Villar colabora en actividades deportivas.

Después de alguna que otra caída y de etapas de gran dureza como la pirenaica o la de la Cruz do Ferro -en la que depositó una piedra de la playa de Ribeira, otra del Naranjo de Bulnes, una tercera del Obradoiro y una cuarta del monte Pindo, además de una concha-, la subida desde Pedrafita hasta O Cebreiro también le ha costado lo suyo, «sobre todo porque vienes con el cansancio acumulado». Pero atrás quedaban ayer nueve jornadas y por delante solo dos. Villar compitió durante años en esquí de fondo y esquí alpino (en el que fue campeón de España en 1993-1994). Reconocido montañero y miembro activo del Grupo de Alta Montaña Español (GAME), cuando se acaba la nieve practica igualmente con la técnica del skating , pero esto de recorrer una media de 120 kilómetros al día con meta en Santiago, adaptándose a las estrecheces de algunos arcenes, son palabras mayores, por mucho que se impulse con dos bastones y vaya sobre ruedas.

El próximo reto

Él lo llama «Os Camiños solidarios», una aventura iniciada ya el 1 de enero a través del Camino arousano. Recorrerá todas las rutas gallegas que lleven hasta el Apóstol e intentará recaudar un euro por cada kilómetro patinado, también como forma de promoción del Xacobeo, reto para el cual todavía no ha encontrado patrocinador. Ha hecho ya, dentro de este propósito, el Camino Portugués desde Valença, la Ruta de la Plata y ahora el Francés. Para el 25 de julio tiene previsto el Primitivo y le quedarían el del Norte y el de los ingleses. El 31 de diciembre se irá a Fisterra para ver el último rayo de sol de este Xacobeo y quemar allí sus prendas, rindiendo así su particular homenaje a todo lo que este año ha vivido.