Sus familiares le dicen que está loco por hacer el Camino sin ayuda// Lo que más le gusta es entablar amistad con la gente// Se hizo amigo inseparable de una joven coreana.
El próximo 21 de junio cumplirá 84 años, pero nadie lo diría, porque el asturiano Enrique Pérez García está recorriendo por tercera vez el Camino de Santiago, y además lo está haciendo en solitario.
Los años no le pesan a este peregrino, que ayer ya acumulaba 650 kilómetros a sus espaldas, y que desde A Fonsagrada confesaba a EL CORREO que este tiempo lluvioso le sienta «regular, porque es muy latoso para andar».
Enrique, que partió desde Irún siguiendo el Camino de la Costa, hace una media de 30 kilómetros cada jornada, porque como él mismo reconoce, «estoy en forma».
Este hombre, jubilado que ha trabajado prácticamente de todo, es un enamorado de la Ruta Jacobea. No en vano, ésta es la tercera vez que se calza las botas para convertirse en peregrino.
Cuenta que lo hace porque le gusta caminar y «se conoce mucha gente interesante». Sin embargo, sus familiares más cercanos no parecen comprender sus inquietudes jacobeas. «No tengo familia cercana, pero mis sobrinos me dicen que estoy loco».
GRANDES HISTORIAS. Lo que más le gusta del Camino a Enrique son las personas que se encuentra en él y sus historias. «Me he hecho muy amigo de una coreana que conocí en San Sebastián. No hemos continuado juntos, porque ella lleva un ritmo distinto al mío, porque le gusta pararse a ver las iglesias. Yo no hablo inglés, pero nos entendíamos por gestos».
De hecho, su facilidad para hacer amigos le salvó en la anterior ocasión en la que recorrió la Ruta, ya que debido a un tirón en una pierna estaba a punto de abandonar su peregrinación, pero le salvó la ayuda de una joven china. «Me hizo un masaje y al día siguiente pude continuar gracias a ella».
Todavía no ha finalizado esta aventura jacobea, pero el asturiano Enrique Pérez ya está pensando en nuevos retos, ya que el próximo año quiere realizar el Camino desde Sevilla a Santiago. Y conociéndole, seguramente que no faltará a su palabra.
