Apostol

De Santiago a Santiago en 10 años

19 junio 2010 / Mundicamino

Pepe García, ‘Pellegrino’, lleva 97.000 kilómetros andados por todo el mundo cumpliendo una promesa tras salvarse de un naufragio.

El 27 de septiembre de este año espera llegar al Puerto de Santa María (Cádiz), su ciudad, y lo hará tras haberse pasado 10 años exactos caminando por el mundo, tras haber recorrido a pie cerca de 100.000 kilómetros y tras haber dejado atrás una vida como marinero. Una vida que la Virgen del Carmen le salvó un 1 de enero de 1999, cuando formando una tripulación de 17 hombres en un barco que pescaba en aguas de Noruega hubo un naufragio y todos, menos él, y tras haber hecho una promesa a la Virgen si se salvaba, murieron. «Para mí fue fue un milagro», dice.

La promesa que José Antonio García, ahora Pepe, Pellegrino, fue recorrer el mundo visitando lugares sagrados de las religiones católica, musulmana y budista, «porque son las de los tripulantes del barco», explica. Y a eso ha dedicado los últimos diez años desde que salió en peregrinación de Santiago de Compostela. Roma, Jerusalén, La Meca, el Tíbet… y así cientos de lugares sagrados, pueblos y ciudades. Y ahora, ya de regreso a Santiago, ayer recaló en Miranda, en su recorrido por el Camino de Santiago Vía de Bayona.

«No he cogido ni barcos ni aviones, todo caminando, incluso me rompí un pie que me obligó a estar tres meses parado, pero no he tenido enfermedad alguna», relata. Reconoce que ha sido duro, pero que este peregrinaje le ha permitido no sólo conocer grandes lugares del mundo, sino grandes personas, «ha sido lo mejor de todo», dice, reconociendo que este largo camino también le ha permitido «encontrarme conmigo mismo». En el camino deja cientos de amigos, con los que se sigue comunicado por internet.

A España sólo ha vuelto para ayudar en la limpieza del petróleo vertido por el Prestige, y ahora, a pocos días de llegar a Santiago, reconoce que el viaje hasta el Puerto lo hará andando. «Por mil kilómetros más de camino no me voy a asustar, además quiero pasar por Fátima», explica. En su tierra le espera su hija, con la que espera reencontrarse en breve y poder conocer a sus dos nietos (Rocío y Antonio, de 5 años y 6 meses).

El día que llegue a Cádiz cumplirá 61 años, será diez años más viejo, pero dice que mucho más joven en su pensamiento. Ahora habla inglés, francés, alemán, italiano y portugués, y recuerda cómo ha recibido el apoyo de todos en su camino: «No tengo nada, pero la gente me decía: Tú has hecho una promesa, ¿qué necesitas, comer?, toma comida, pero continúa con tu promesa». Y así lleva diez años y 97.000 kilómetros.