Apostol

Seis reclusos dejan atrás la adicción tras el Camino

21 junio 2010 / Mundicamino

Internos en terapia de drogas realizan el Camino desde Ourense a Santiago.

«Caminante, son tus huellas, el camino y nada más», escribió Manuel Machado. Seis internos de Pereiro de Aguiar, extraviados en algún momento por derroteros más sombríos, iniciaron ayer los 100 kilómetros que interpone el Camino Xacobeo entre Ourense y Santiago de Compostela. Un trayecto entre dos catedrales: del templo de San Martiño a la sepultura del Apóstol mediando cuatro jornadas de viaje.

Los reclusos ya han cumplido, al menos y como establecen reglamentos penitenciarios, una cuarta parte de su condena. Conviven en la comunidad terapéutica para superar adicciones y se enrolan en la aventura jacobea emulando a ocho internas de Pereiro que se pusieron en marcha un par de meses atrás.

No van solos en su andadura. Los internos caminan de la mano de personal del Proxecto Home Galicia, que los amparará ante un rasante que tuerza el paso, y por un médico del Centro Penitenciario de Pereiro de Aguiar, además del educador del penal.

Al cierre de estas líneas, probaban en San Cristovo de Cea las mieles de sus primera jornada a pie. Los internos cenaron en la capital del buen pan, «han caminado a un ritmo muy alto y llegarán el lunes a Santiago después de cuatro días de viaje», declaraba el director de la cárcel de Ourense, Juan Carlos Salvador.

Esta mañana cubren la distancia entre Cea y A Laxe; mañana continúan el trayecto entre esta última localidad y Outeiro; y el lunes vislumbrarán la Catedral de Santiago y una luz al final del trayecto.