Apostol

Del mediterráneo a santiago

21 junio 2010 / Mundicamino

Alicante, punto de partida hacia el Camino de Santiago. Desde la Basílica de Santa María nace una ruta de más de 1.100 kilómetros que atraviesa trece provincias y seis comunidades autónomas y que cada año emprenden una media de 150 alicantinos.

Reza el dicho peregrino que «el Camino empieza en la puerta de cada uno». El Camino de Santiago, entendido como peregrinación a la tierra santa donde en el siglo IX fue encontrada la tumba del apóstol se remonta a los siglos XI-XII, épocas en las que por cuestiones sociales, culturales y religiosas era impensable que, tal y como ocurre hoy en día, los fieles que pretendían seguir los pasos del santo se trasladasen hasta alguno de los puntos geográficos que representaban el origen de las diferentes rutas para emprender su marcha.

Pero rutas hasta Santiago de Compostela existen tantas como peregrinos decididos a dejarse llevar por la tradición, la devoción, el espíritu deportivo o la curiosidad por desentrañar los misterios que rodean al Camino, y que han conseguido que no sólo perdure durante cerca de 1.000 años, sino que con el paso del tiempo, se trate de un elemento más vivo que nunca.

Uno de esos itinerarios tiene su origen en la ciudad de Alicante. Se trata del Camino del Sureste, un recorrido de más de 1.100 kilómetros que discurre por seis comunidades autónomas, trece provincias y más de 350 poblaciones. Desde el kilómetro cero, en la Basílica de Santa María, abandona la provincia adentrándose brevemente en Murcia, por Yecla, para alcanzar Albacete y así continuar por la geografía española descubriendo pueblos y municipios de Cuenca, Toledo, Madrid, Ávila, Valladolid, Zamora, León, Lugo, A coruña y, por fin, Santiago de Compostela. Este trazado rememora el legado de la obra del cartógrafo valenciano Pedro Juan Villuga, que ya en 1543, en su obra «Repertorio de todos los caminos de España», enlazaba directamente el sureste de la Península Ibérica con latitudes gallegas. El afán por recuperar este tesoro motivó, en parte, a los miembros de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Alicante a emprender un proyecto de tal envergadura.

Federico Ramírez, presidente de la asociación desde hace más de nueve años y uno de sus fundadores, explica que «la idea de resucitar este camino nació de la iniciativa del hermano salesiano José Miguel Burgui en 1992». Entre las funciones de este colectivo, en el que trabajan cerca de 170 personas entre socios y voluntarios, se encuentra la creación, difusión y mantenimiento de esta ruta que pretende «convertirse en una alternativa válida al saturado Camino Francés», según comenta el propio Ramírez.

El Camino del Sureste parte desde la Basílica de Santa María, en Alicante, en cuya fachada se observa una talla del apóstol con una réplica del bordón (o bastón peregrino) restituido por los miembros de la asociación. Además, en el interior del templo, una vieira de mármol de un metro de diámetro marca el kilómetro cero. Dejando atrás la Basílica, se inicia un recorrido urbano que comienza en la calle Villavieja donde una placa informa del comienzo de esta senda «milkilométrica». Junto a esta inscripción se observa el primero de los azulejos señalizadores que marcarán el camino en la mayoría de núcleos urbanos, compuestos por una imagen dorada de la vieira y unas indicaciones que dejan leer «Camino de Santiago. A. A. C. S. Alicante» y una flecha amarilla. En este sentido, Federico Ramírez destaca «la dificultad que entraña la colocación de estos baldosines, puesto que al tratarse de ciudades con grandes ayuntamientos, los trámites y los permisos son muy costosos. A todo esto hay que sumar el trabajo de hablar con los vecinos para solicitar la colocación de estas señales en sus fachadas o cerca de comercios. De hecho, Alicante ha sido de los últimos núcleos en marcar por no disponer de la licencia».

Abandonando la calle Villavieja se atraviesa la Plaza de la Santa Faz, por detrás del Ayuntamiento, y tras recorrer la calle Mayor, justo enfrente, al otro lado de la Rambla de Méndez Núñez, en la esquina con el Portal de Elche, otro azulejo conduce hacia la calle San Francisco. La avenida Maissonave enlaza con las de Aguilera y Orihuela, siempre en sentido Madrid, para abandonar progresivamente la ciudad. En la Plaza de la Luna se desvía al peregrino hacia el Vial de los Cipreses, que desemboca en el Cementerio. En total habrán sido aproximadamente 5 kilómetros de recorrido urbano. En este punto se encuentra la primera de las flechas amarillas que, en entornos rurales, serán las que indiquen hacia dónde dirigir los pasos. El pintado de éstas aunó esfuerzo, creatividad y mucha dedicación. El presidente de la asociación detalla como varios miembros «nos equipamos con mapas de carretera y de caminos rurales, brújulas y GPS, además de con varios cubos de pintura amarilla, y montados en una vespa, comenzamos a marcar el recorrido. Cuando llegábamos a alguna partida municipal hablábamos con gentes del lugar para que ellos nos indicasen el mejor trayecto posible, siempre pensando en la seguridad de los futuros peregrinos. De esta manera, en varias etapas, fuimos pintando flechas hasta Benavente, en Zamora, donde el peregrino decide si continúa hacia Astorga (León) y enlaza con el Camino Francés, o si sigue hasta Granja de Moruela y engancha con la Vía de la Plata, que empieza en Sevilla».

Junto a las primeras flechas amarillas la ruta conecta en este punto con la Senda del Poeta, el camino en honor a Miguel Hernández, un itinerario que se divide en tres etapas entre Orihuela y Alicante. A partir del campo santo alicantino el Camino del Sureste discurre por una combinación de caminos rurales y tramos de carretera, incómodos pero necesarios dentro de la peregrinación. Así, los pasos se dirigen por el Camino de la Serreta hasta las verjas de la prisión de Fontcalent. Los kilómetros que separan cada uno de los «puntos de meta» son fáciles de seguir gracias a la toma de referencias tales como tendidos eléctricos, andar en paralelo a la carretera o saber bordear lindes de sierras, urbanizaciones o complejos como la propia cárcel. Tras varios kilómetros de tierra, asfalto y arena la ruta alcanza la Ermita de Nuestra Señora del Carmen, agradable escala para descansar y punto en el que se abandona la Senda del Poeta.

La siguiente meta flotante es Orito, localidad afín a las tradiciones religiosas alcanzada tras haber recorrido la carretera de la Alcoraya, haber descendido el Barranco del Infierno y la Cueva de San Pascual, donde una imagen del Santo bendice a los peregrinos y anima a continuar la marcha. Una de las visitas obligadas es la Cruz de Orito, un símbolo colocado por la asociación en colaboración con el Ayuntamiento de Monforte del Cid, con un diseño fruto de la combinación de varias cruces jacobeas, en concreto, las de Santiago, la cruz Latina y la de Roncesvalles. La localidad que rinde culto a San Pascual se abandona por la avenida que lleva el nombre del santo al tiempo que se pasa por la Ermita de la Aparición. Un poco más adelante una pequeña carretera conduce al caminante por debajo de la autovía, junto al cementerio, para dar la entrada en Monforte del Cid por la Avenida de los Pinos.

En este punto existe una doble opción. La primera permite pernoctar en Novelda mientras que la segunda discurre por un tramo de 16 kilómetros para llegar directamente a Petrer. Aquí, en la Iglesia de San Bartolomé se puede visitar una imagen de Santiago, al igual que en la Ermita de la Inmaculada, en la partida de Catí, donde una imagen de Santiago Peregrino conlleva que el fin de semana que sigue a la fiesta del apóstol se celebre una romería en su honor.

Villena será la última parada dentro de la provincia de Alicante antes de que los pasos se adentren en el resto de provincias que atraviesa este Camino del Sureste. Tras abandonar Petrer, a 8 kilómetros, Sax guarda uno de los símbolos más representativos del Camino de Santiago dentro de nuestra provincia. Esta ciudad industrial de aproximadamente 9.000 habitantes muestra orgullosa en la Plaza del Ayuntamiento una placa que anuncia la distancia exacta de 1.000 kilómetros hasta Santiago de Compostela. Esta placa es otra de las iniciativas llevadas a cabo por los socios y voluntarios de la asociación alicantina.

Tras más de 60 kilómetros en los que las flechas amarillas, los baldosines y la simbología religiosa perteneciente a la tradición y a la historia de Alicante han sido compañeros de viaje, las huellas que los peregrinos dejen para la posteridad en el Camino del Sureste se estamparán fuera de las lindes de la provincia. Villena verá dormir a los cansados pero animados peregrinos por última vez, antes que su motivación, religiosa, deportiva, o cualquiera que sea, les empuje a continuar con su esfuerzo hasta Santiago a través de Murcia, Albacete, Ávila o León.

Alternativas

El Camino de Santiago del Sureste no empieza sólo en la ciudad de Alicante, sino que cuenta con tres ramales paralelos a la ruta principal, y que buscan ser ampliados en años venideros. La Ruta Norte tiene tres puntos de partida diferentes: Dénia, Xàbia y Calp. Dénia enlaza con Pedreguer y Llosa de Camacho para confluir en Alcalalí, sendero principal de este camino norteño. Xàbia conduce hasta Gata de Gorgos y de ahí hasta Pedreguer para continuar por este subtramo. Por su parte, desde Calp los peregrinos suben hasta Benissa, pasan por Xaló y llegan hasta Alcalalí. La Ruta Norte discurre unificada por Murla, Benigembla, Castell de Castells, Famorca, Facheca, Benimassot, Balones, Millena, Cocentaina, Alcoy y la Font Roja, desde donde es posible seguir hasta Onil o Ibi, ambas en la variante Central. Esta ruta está completamente finalizada y señalizada tanto con baldosines como con las flechas amarillas.

Por su parte, la Ruta Central une Benidorm con Villena y posibilita que los peregrinos de poblaciones de la Marina Alta y la Marina Baixa puedan emprender el Camino sin necesidad de desplazarse hasta la ciudad de Alicante. Los puntos de control de este tramo son Benidorm, Finestrat, Orxeta, Relleu, Torremanzanas, Ibi, Onil y Biar, como antesala de Villena.

Por último la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Alicante está trabajando en pulir la señalización de la Ruta Sur, con origen en Torrevieja y destino en Monforte del Cid, en el ramal principal. Federico Ramírez, presidente de la entidad voluntaria detalla que «estamos esperando la llamada del concejal de Turismo de Torrevieja para llevarle los azulejos necesarios para señalizar el camino y luego queda hablar con los habitantes de la zona para que ellos nos indiquen cuáles son los mejores caminos y rutas». Este itinerario discurre desde Torrevieja hasta San Miguel de Salinas, continuando por las localidades de Bigastro, Orihuela, Albatera, Crevillente, Elche y, finalmente, Monforte del Cid.

Futuro

«El Camino del Sureste tiene un futuro enorme y esperanzador por delante, y cuenta con la ventaja de evitar la masificación del Camino Francés, el cual es imposible realizar en un Año Santo como éste», afirma ilusionado y emocionado Federico Ramírez, enamorado de la ruta xacobea desde hace más de veinte años.

En lo referente al volumen de peregrinos que emprenden este exigente proyecto tanto en el aspecto físico, como en el terreno psicológico y emocional, los datos estadísticos que maneja la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Alicante muestran que se trata de una ruta que cada año recorren unas 150 personas. El presidente de este colectivo señala que «a medida que el camino se adentra en las diferentes provincias que atraviesa a su paso, el número de peregrinos aumenta considerablemente, con lo cual es muy difícil de contabilizarlos. El problema de esta ruta es su longitud, ya que es muy difícil disponer de 45 días libres, a no ser que seas estudiante o jubilado. Es por ello que una de las opciones más demandadas es realizarlo en bicicleta, puesto que los plazos se acortan. Pero hay que destacar que se trata de unas cifras que aumentan en progresión».

En cuanto al número de alicantinos, o ciudadanos de poblaciones cercanas a la provincia, que hacen el Camino de Santiago en cualquiera de sus ramales, Federico Ramírez destaca la influencia del Año Xacobeo, ya que «frente a las 2.000 credenciales expedidas en 2009, en lo que llevamos de 2010 ya hemos dado más de 3000».