Apostol

Julio registró 21.500 peregrinos y estiman que al acabar el mes rondarán los 36.000

20 julio 2010 / Mundicamino

La mayor afluencia se produce siempre, y más en año santo, en la semana previa al día del Apóstol.

A lo largo de esta semana, pero sobre todo los días 23 y 24, se producirá una llegada masiva de peregrinos a la ciudad. Sucede cada año en los días previos a la festividad del Apóstol, pero al ser año santo las cifras se disparan hasta el punto de que solo en este mes se prevé que sean un 37,3% más que en julio del 2009, en el que solo entre el 13 y el 19 se registraron 5.277 personas que hicieron el Camino de Santiago siguiendo alguna de las diferentes rutas.

La previsión de que sean unos 14.000 peregrinos más que en el mismo mes del pasado año la hacía ayer el canónigo responsable de Peregrinaciones, Jenaro Cebrián, que señalaba que por lo que acontece cada año santo, «a partir del día 22 y hasta el 25 la afluencia va a ser desbordante». La estimación no parece descaminada si se tiene en cuenta que en la Oficina del Peregrino se habían registrado hasta ayer a mediodía 21.551 personas desde que empezó julio, el 82,2 % del total de las que se acreditaron a lo largo del mismo mes del pasado año, que sumó 26.212, según los datos facilitados por los responsables de la oficina encargada de otorgar la certificación, la compostela, a los peregrinos que hacen al menos 100 kilómetros del Camino andando o a caballo y 200 si lo realizan en bicicleta.

La ventaja de quienes se acreditan como peregrinos es que tienen acceso preferente a la catedral por la puerta de la Azabachería, al igual que los grupos organizados y que solicitan previamente su presencia en la basílica para presentar ofrenda. No es baladí en los fines de semana de estos meses centrales del año, porque las colas para asistir a las misas del peregrino de la mañana de viernes a sábados duran una hora como mínimo en el acceso regulado por la entrada de Praterías. Lo mismo ocurre con las que se forman en A Quintana para cruzar por la Puerta Santa y hacer el recorrido del abrazo al Apóstol y la visita a la cripta.

Un sol de justicia

La misa de las doce de la mañana es la que concentra el mayor número de personas. Y cuando el contador instalado desde Semana Santa llega a las 1.800 personas fija el no va más. Sucedió el sábado y ayer, así que tuvieron que cortar la entrada para oír misa de doce con la cola sin acabar. Para la de la una y cuarto se formó otra larga ringlera, pero esta vez entraron todos. La gente aguardó soportando un sol de justicia y con mucha calma. No hubo ningún altercado ni salidas de tono cuando los encargados de la seguridad en el interior y en las entradas de la catedral impiden que alguien se salte las normas.

Cuentan con el apoyo de la Policía Nacional en el entorno de la catedral, que sirve de filtro para advertir a los que esperan que no pueden entrar con mochilas, ni siquiera si son pequeñas, una regla que choca con el hecho de que las mujeres pueden llevar bolsos bastante más grandes en algunos casos. Hay un cartel en lo alto de la escalera que avisa de que no se puede entrar con mochilas, pero ayer parecía evidente que, a pesar de los avisos de la Policía cada cierto tiempo a lo largo de la cola, no estaría de más otro en la parte baja de Praterías, sobre todo los fines de semana.