Apostol

Los sueños del Camino peregrinan sobre varias nubes

21 julio 2010 / Mundicamino

Las nubes de memoria, dos de ellas de gran tamaño e infladas con helio, llegaron anteayer al santuario de Santa María la Real.

Todos los sueños caben en una nube. Incluso la propia nube puede ser el sueño, la aventura esperada. Es una opinión compartida, confidencial. Sobre todo en estas altas montañas de Os Ancares y O Cebreiro resulta imposible no evocar a Heidi y a Pedro al ver este proyecto: Nubes de memoria. Dos de ellas, de gran tamaño e infladas con helio, llegaron anteayer al santuario de Santa María la Real. ¿Por qué una nube? Lo expresó bien el creador de esta obra, el artista Eugenio Ampudia: «Las nubes no son solo formas. Llevan dentro la mirada del hombre. En su continuo hacerse y deshacerse, mutar y renacer, acarrean sueños, imaginaciones y recuerdos».

Explicado de un modo sencillo, este proyecto es una exposición itinerante a lo largo del Camino de Santiago. Antes de partir, en cada uno de los centros de arte y museos en los que se exhiben las obras que forman parte de la exposición Ars Itineris: el viaje en el arte contemporáneo (Huesca, Oviedo, Vic, Vigo, Logroño, Navarra y Vitoria) y dentro de la cual estas nubes están «andando» ahora, flotó una. Con el equipo necesario, en esos siete lugares (también a lo largo de la ruta y a través de Flickr) se recogieron imágenes que los peregrinos cedían. Fotografías y vídeos hechos durante su Camino, tejiendo así vivencias colectivas. En cada final de etapa de la peregrinación de estas nubes, a las 22.30 horas y con ambientación sonora de Juan Manuel Artero, se proyecta sobre ellas lo recopilado.

Echar a andar

«Una nube tiene memoria. Una memoria absoluta, formada por su inagotable capacidad para modelarse con la imaginación de quien la contempla. Las nubes transportan información y la transforman mientras viajan», dijo también Ampudia. Por eso las echaron a andar. Es una original iniciativa en cuya organización también participa el Xacobeo, con la indispensable colaboración de muchos otros organismos. Son los propios peregrinos y también voluntarios y coordinadores de voluntariado (como Jessica Fernández, Tamara Doval o Bea Barbeito) los que van llevando las nubes a lo largo del Camino: ayer, desde O Cebreiro hasta Liñares, a pie y con cuidado de no tocar en los árboles. Les quedaba por delante Samos, Sarria o Palas, hasta encontrarse las siete en Santiago. Eso será el día 22.