La cifra, que podría aumentar antes de finales de año, fue confirmada durante las celebraciones del Día de Santiago en el que no faltaron ni las jotas ni la comida de hermandad.
Desde la Asociación Amigos del Camino de Santiago de Miranda se estima que serán más de 800 los peregrinos que en 2010 pasen por la ciudad. Un año éste de franco crecimiento que además podrá tener en un plazo no mayor a 15 días la guinda al pastel con el acabado definitivo de la señalización de la Vía de Bayona. Una tarea que no pudo ser subvencionada para estos fines con los Fondos Europeos por tratarse de una ciudad de más de 20.000 habitantes.
Pero la cifra de 800 podría incluso incrementarse antes de despedir el 2010 puesto que muchos peregrinos aún se orientan con la guía francesa y no con la que recientemente ha publicado el colectivo mirandés. En este caso y al no parar en el albergue juvenil Fernán González y decantarse por hoteles o pensiones, es imposible contabilizar exactamente el número aunque ya se sabe que de momento han pasado más de 700 viajeros, muchos de los cuales intentan evitar saturaciones por tratarse del año Jacobeo.
El presidente de la Asociación de Amigos del Camino en la ciudad Andrés Terrazas subraya que, aunque el que incluye a Miranda se trata de un trazado nuevo, la forma en la que se acoge a los peregrinos «se está transmitiendo de boca en boca, sobre todo entre los extranjeros». En este sentido, además del acuerdo de hermanamiento con Las Landas, Francia, ya se han establecido vínculos tanto con París como con Alemania.
El directivo asegura que uno de los objetivos que se persigue es «dar a conocer la ciudad» ya que se trata de una etapa más nueva en donde se intenta potenciar la Vía de Bayona desde la Puebla de Arganzón hasta Burgos. «A excepción del francés, no habrá otra etapa mejor señalizada y con mejores servicios que la que tendremos nosotros porque dispondremos de un albergue cada 20 kilómetros y estará indicado todo lo que se puede visitar tanto monumental como Jacobeo», aporta.
Bonita jornada
«Qué bonito es estar juntos», dijo el párroco Ángel Santamaría. La frase corresponde a uno de las primeras expresiones con las que ayer dio comienzo la Fiesta Jacobea organizada por los Amigos del Camino de Santiago de Miranda y el lugar no podía ser otro que la parroquia Santa Ana de Bayas, el mismo recinto que, desde hace cuatro años, se viene celebrando la eurcaritía. En esa pequeña parroquia de algún modo estuvieron presentes todos los peregrinos ya sea en los humildes ramos de flores silvestres que ornamentaron el altar, en la pancarta con las huellas del Camino y en otros símbolos significativos dell caminante.
El final de la misa estuvo acompañada por las bellas melodías de las gaitas del grupo folklórico Anduriña de Miranda, colectivo que después deleitó a pié de calle con sus jotas y muñeiras. Tras su actuación, y antes de la comida de hermanamiento, el Orfeón Mirandés tuvo su momento de lucimiento dentro de la parroquia. Y por la tarde el gran Juego de la Oca y la música del grupo Mies le pusieron punto y final a la jornada. Un día que algunos vivieron con singular emoción, como Puri.
Esta mirandesa asegura estar emocionada. «Es un día muy especial», dijo, para agregar que aunque había viajado en un par de ocasiones a Santiago, no fue hasta el 2004 cuando se decidió a empezar. Ese año, hizo la etapa entre Sarria y Santiago junto a su marido y prometió volver al jubilarse. «No es lo mismo lo que se siente al ser peregrina, es único. Hay que vivirlo», describe esta mirandesa. A su voz se une la de Vicente quien confiesa que se decidió a emprender «al menos» alguna etapa del Camino de Santiago después de oir las anécdotas de su hijo mayor.
