Apostol

Un peregrino del reino animal

06 agosto 2010 / Mundicamino

Las jóvenes alemanas Stefanie Adam y Kristin Mueller han realizado dos etapas del Camino en Palencia acompañadas por un burro.

Indiferente a las numerosas miradas que recibe a su paso, ‘Camino’ avanza con paso lento pero firme siguiendo las huellas de miles de peregrinos. El pequeño burro gris, cargado con dos grandes alforjas, ha sido durante dos días un romero más y el compañero inseparable de las jóvenes alemanas Stefanie Adam y Kristin Mueller en su tránsito por el tramo palentino del Camino Francés.

Las dos estudiantes, de 22 y 23 años, respectivamente, salieron el pasado 18 de julio de Saint-Jean-Pied-de-Port (Francia) con el objetivo de llegar a Santiago de Compostela. Dos semanas después, decidieron ampliar su compañía. “Vimos que había un chico en Frómista (Palencia) alquilando burros y nos pareció divertido, así que alquilamos dos, pero uno lo tuvimos que devolver porque se hizo daño y nos quedamos sólo con ‘Camino’”, explican.

En pleno trayecto entre Carrión de los Condes y Calzadilla de la Cueza, pisando la Vía Aquitania romana, Kristin guiaba ayer al pequeño asno tirando de sus riendas, mientras que Stefanie iba a su lado con un palo que le servía para apoyarse al caminar y con el que también arreaba al burro cuando se quedaba parado.

Después de pasar casi dos días con el pequeño asno, las dos chicas aseguran estar encantadas con el animal. “Nos gusta mucho, es muy amable y tranquilo”, señalaban, con un poco de pena por tener que desprenderse de él hoy en Terradillos de los Templarios.

Asimismo, explican que viajar con él durante dos jornadas no ha supuesto ningún inconveniente porque el chico que les alquiló al animal lo había recogido al día siguiente por la tarde en Carrión de los Condes para llevárselo por la noche y que ellas pudieran dormir en el albergue. Además, reconocían que, aunque el paso de ‘Camino’ no es muy rápido, andar acompañadas por un burro tiene la gran ventaja de que carga con las mochilas, algo muy útil en las largas etapas del trazado jacobeo palentino.

Las dos jóvenes germanas se mostraban sorprendidas porque otros peregrinos y los vecinos de los pueblos que habían atravesado acompañadas por el asno se quedaban mirando al grupo. “Cuando lo alquilamos pensábamos que ir con un burro era algo normal en España”, apostillaban.

Stefanie explicaba que no había decidido recorrer la ruta jacobea “por ningún motivo en especial”, mientras que Kristin comentaba que su objetivo antes de emprender esta aventura era tener tiempo para pensar en ella misma y en su vida, en lo que quiere hacer en el futuro.

En cualquier caso, ambas se declaraban muy satisfechas por la experiencia. “Lo mejor del Camino es que se conoce a mucha gente y que da tiempo a pensar”, señalaba Stefanie, mientras Kristin apostillaba que también les gustaba mucho que en el itinerario desde Francia hasta la capital de Galicia “no hay estrés” y que los paisajes que habían visto son “muy diferente” a los de su país, donde explicaba que el Camino de Santiago es “muy conocido”.