El club Ciclista Tosiria ha completado el camino de Santiago, una aventura plagada de experiencias y vivencias inolvidables.
Una veintena de esforzados de la ruta, componentes del club Ciclista Tosiria, han completado el camino de Santiago por la Vía de la Plata.
Partieron de la localidad tosiriana el pasado sábado 31 de julio, en una aventura épica que tenía doce etapas con una media de unos cien kilómetros por jornada y el apoyo del Apóstol Santiago y un vehículo de aprovisionamiento para las necesidades más mundanas.
El itinerario marcado ha pasado por el municipio cordobés de Fuente Obejuna, los pacenses de Zafra y Mérida, la capital cacereña, Plasencia, Salamanca, Zamora, Puebla de Sanabria (en Zamora), Verín (Orense), la capital orensana y llegada a Santiago el pasado miércoles, 11 de agosto.
Uno de los integrantes del club, José Estrella, cuenta en la página web de la entidad cómo fue la llegada a Santiago de Compostela. «Amanece sobre Ourense y en el seno de la expedición del Club Ciclista Tosiria emana un ambiente que es muy distinto al resto de los días, porque vamos a iniciar nuestra última etapa, la que nos llevará hasta Santiago de Compostela. Atrás quedarán kilómetros, más de 1.000, experiencias vividas, compañerismo, risas, alguna que otra lágrima por el sufrimiento de tantos días, pero sobre todo la ilusión de un grupo que verá su sueño recompensado en la Plaza del Obradoiro».
La última etapa, la que unía Ourense con Santiago de Compostela contaba con 120 kilómetros.
«En Lalín se realiza el avituallamiento con unan expectación inusual. Una vez reagrupados, iniciamos el asalto definitivo a la Ciudad de Santiago de Compostela con nuestro jefe de filas, Manuel Tudela, a la cabeza, comenzamos nuestro peregrinar hasta la Plaza del Obradoiro, entre callejuelas abarratodadas de gente. De repente la majestuosidad de la Catedral de Santiago con su plaza al frente se nos presenta a las 16:00 horas». El Camino de Santiago había llegado a su fin. «Toda la expedición exclamaba al unísono ¡sí, sí, sí tosiria ya está aquí!… y es aquí cuando las emociones definitivamente estallan, abrazos, risas y lágrimas. El personal que está en la Plaza comienza a aplaudirnos como si fuéramos héroes anónimos».
Atrás han quedado «horas de pedaleo, sufrimiento y anécdotas que han marcado sin lugar a dudas un lugar en la historia del club. Una experiencia que, seguro, servirá para que los integrantes de esta expedición vuelvan a marcarse nuevos retos que cumplir en los próximos años».
Con una travesía de 1.150 kilómetros, «unas 215.000 pedaladas, 45 horas encima de la bicicleta y una media de velocidad de aproximadamente 25 kilómetros por hora el Jubileo en la Catedral de Santiago está más que justificado», comenta José Estrella.
