Dos compostelanos asombran en su recorrido por la Ruta Jacobea desde León, en bicicletas con más de medio siglo.
Ricardo Martínez y su sobrino Juan Carlos Martínez se prepararon para recorrer el Camino de Santiago desde León en bicicletas antiguas. Escogieron una Honor de 1948 y una BH de 1953, dos de las 13 que colecciona Ricardo. Llevaron piezas de repuesto suficientes y mucha voluntad para demostrar que no se precisa una bici de montaña equipada a lo último para semejante reto.
Todo salió mejor de lo esperado. Completaron los casi 400 kilómetros del trayecto en tres días, uno menos de lo previsto. Y sobre todo les sorprendió el asombro que causaba su presencia en la Ruta Jacobea y en los tres albergues que utilizaron: les paraban para pedirles que les dejasen probar sus singulares vehículos, les preguntaban cómo los habían conseguido, y les solicitaban continuamente para fotografiarse con ellos.
La mayor sorpresa era en jóvenes y niños, que decían no haber visto antes bicis así: «É normal, porque moita xente que as ten non as move da casa por medo a que se averíen, pola falta de repostos», explica Ricardo.
Lo único desagradable de la experiencia fue la mala señalización de algunos tramos, pensados para caminantes, y en los que tenían que bajar de la bici por el mal estado del firme, para evitar daños irreparables en las ruedas.
Ricardo disfruta con estas vetustas bicicletas. Con ellas desafió incluso a Óscar Pereiro, Ezequiel Mosquera, David Blanco e Iván Raña en la prueba de final de año de la avenida de Barcelona. Ahora tiene dos ideas: promover concentraciones de bicicletas antiguas; y buscar patrocinios para recorrer de nuevo la Ruta Jacobea, a poder ser el próximo año, y desde Roncesvalles. Juan Carlos le acompañará. El reto requerirá ayuda al menos de un mecánico, afirman.
