La instalación jacobea ha sido utilizada por 380 peregrinos desde su apertura.
Desde 1.141 hasta el pasado 3 de junio Siero carecía de albergue para peregrinos. Después de tan dilatado período ha sido el esfuerzo de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago la que ha hecho posible la instalación. Y lo ha conseguido en un Año Santo Jacobeo, en el que el peregrinaje aumenta de un modo notable.
Desde el día que el albergue abrió sus puertas a principios del verano son 380 los peregrinos que han pasado por él, a razón de unos cinco diarios. El albergue se construyó después de seis años de lucha de la Asociación de Amigos del Camino que contó con el respaldo y el apoyo de otras 36 asociaciones del concejo para ver cumplida la iniciativa.
El Camino de Santiago, aunque sea el del norte, menos utilizado que el denominado francés, que transcurre al sur de la cordillera cantábrica, es una tradición que, sobre todo en Años Santos, invita a mucha gente, española y extranjera, a realizarlo. Mario Alonso, tesorero de la Asociación Amigos del Camino, afirma que «desde que abrió el albergue de Siero fueron 210 extranjeros los que pasaron por aquí, en cambio, solo hubo 170 españoles».
Los peregrinos no tienen un precio fijo en este albergue, abonan el donativo que consideran que deben dar. Por norma no pueden quedarse más de una noche, solo en caso de enfermedad pueden permanecer dos.
Tanto es el empeño puesto para que la localidad tuviera un lugar donde alojar a los peregrinos, que llegó hasta el punto de crear una ruta alternativa, «solo falta poner la señalización e inaugurarla» subraya Juan Manuel Rodríguez, presidente de la Asociación Amigos del Camino.
Coincidiendo con el Jacobeo, cinco directivos de la sierense Asociación Amigos del Roble han decidido llevar un ejemplar de roble para plantarlo en los jardines de la plaza del Rey Alfonso II, el primer peregrino, en Santiago de Compostela. Partirán el 18 de septiembre. «Ya hicimos el Camino tres veces y una de ellas en madreñas» declara Enrique Meoro, presidente de esta asociación.
Ayer mismo se encontraba en el albergue Laurent Champion, un francés que empezó el Camino en 2007 y lo va haciendo «por etapas, en mis vacaciones». Su motivación es religiosa: «Soy católico y lo hago por razones personales y espirituales. Hoy en día solo se piensa en el dinero y cosas materiales y es necesario tener un compromiso cristiano».
