La Dirección General de Carreteras ha instalado señales de reducción de velocidad, un paso de cebra para el acceso a la fuente y ha pintado una línea continua que prohíbe los adelantamientos.
La Consejería de Fomento ha comenzado este miércoles los trabajos de señalización vertical y horizontal de tres kilómetros del Camino de Santiago de la carretera LE-713, a la altura del municipio leonés de Pieros. En concreto, la señalización comienza en el kilómetro 11 de dicha vía y se prolonga en un tramo especialmente conflictivo dada la gran afluencia de tráfico y peregrinos que por allí transitan a diario, según informaron a Ical fuentes de la Dirección General de Carreteras.
Según los cálculos técnicos, el tramo que ahora refuerza su señalización soporta diariamente el paso de 1.703 vehículos, mientras que durante este mes de agosto pasan cada día -prácticamente en cinco horas-, 1.200 peregrinos. La nueva señalización permitirá, especialmente, llamar la atención de los conductores para que extremen la precaución ante el paso de peatones con el fin de evitar accidentes, así como reducir posibles confusiones a los peregrinos sobre el recorrido a seguir en su camino hacia Santiago.
Precisamente, se produjo un grave siniestro hace tres años en este tramo de carretera en el que fallecieron varios peregrinos, y tanto el Defensor del Pueblo como el Procurador del Común han recibido reclamaciones al respecto, que la Dirección General de Carreteras se ha dispuesto atender con las actuaciones de mejora que hoy comenzaron.
Señalización horizontal
Así, en cuanto a señalización horizontal, se ha fijado una línea continua que impide los adelantamientos y se ha pintado un paso de cebra para acceder a la fuente situada junto al refugio de espera de autobuses, todo ello con células fotovoltaicas para dar mayor sensación de peligro al conductor. De un lado y de otro de la vía, se han instalado badenes de goma para que el conductor reduzca su velocidad y tres bandas acústicas. Respecto a la señalización horizontal, han colocado señales de límite de reducción de velocidad en cada sentido de 90, 70 y 50 kilómetros/ hora, en función del grado de peligrosidad.
