Apostol

El Camino de Santiago es la última frontera del Cristianismo europeo

29 agosto 2010 / Mundicamino

Entrevista a José Navarrete ex secretario de estado de Brasil y ex alto cargo del pp.

José Navarrete podría pasar por cualquier vecino de Portomarín que pasa las horas muertas viendo pasar peregrinos desde la capilla de As Neves. Pocos podrían sospechar que están ante un político de raza que ha sido secretario de estado en Brasil y alto cargo del PP, lo que le permite tener una visión bastante global de la actualidad mundial que aplica al Camiño Francés. «El Camino de Santiago es la única columna vertebral de Europa desde el punto de vista religioso», dice.

¿Qué opina del Camino de Santiago?

-Es la única columna vertebral de Europa desde el punto de vista religioso y la última frontera del Cristianismo en Europa.

¿Qué opina de las peregrinaciones?

-Creo que existe un considerable error cuando a los peregrinos les denominan romeros. Las romerías son grupos de gentes que caminan juntos y van cantando y en las peregrinaciones los hombres caminan solos.

¿Qué futuro le augura al Camino de Santiago?

-Europa ahora mismo está perdida y esta ruta le puede ayudar a encontrarse. Santiago está ahora mismo por encima de Roma en relevancia y solo se puede considerar que lo supera Jerusalén. La ruta jacobea es la tabla de salvación de Europa, en parte por la transmutación que ejerce en las personas.

¿Qué le parece la parte económica del Camino?

-Tiene que comvivir con el apartado espiritual. Hay gente que sigue haciendo la ruta como siempre y otra a la que traen en autobús y hace cómodamente un tramo. Lo que hace falta son más instalaciones hoteleras.

¿Qué atrae a los brasileños al Camino de Santiago?

-Brasil es un país muy religioso y muchas personas hacen distintas rutas parecidas al de Santiago, pero todos son conscientes de la espiritualidad del Camiño de Santiago y son muchos los que lo hacen. Muchas veces me siento en la capilla de As Neves y espero a que pasen peregrinos para hablar con ellos. Cuando veo una bandera de Brasil me emociono y procuro entablar conversación con el peregrino. También hablo con los de otras naciones y religiones. A un coreano le pregunté porqué hacía la ruta y me respondió que no existen dioses distintos.

¿Disfruta en Portomarín?

-Muchísimo, tanto ahora en el pueblo nuevo como en los veranos en los que todavía existía el pueblo antiguo. En una de sus casas tengo dormido muchas noches.