Apostol

Gelmírez entendió que Compostela tenía que estar en el mundo y la situó

01 septiembre 2010 / Mundicamino

Manuel Fariñas, comisario de la muestra dedicada al arzobispo, defiende su trayectoria y legado.

La figura de Diego Gelmírez, el arzobispo que cambió el destino de Compostela, fue la elegida para, a través de ella, entender lo que es y significa el Camino para Santiago y Galicia. Él es el protagonista de la exposición Compostela e Europa. A historia de Diego Xelmírez , que hasta el 15 de octubre se puede contemplar en el monasterio de San Martiño Pinario, tras exhibirse de marzo a julio de este año en París y Roma.

Manuel Castiñeiras, profesor de Arte Medieval en la Universidad Autónoma de Barcelona, es el comisario de esta exposición, organizada por el Xacobeo 2010, que muestra la trayectoria vital y el legado de Gelmírez. Su figura fue la elegida, explica el comisario, «porque aglutina muchas cosas. Primero, entendió que Compostela tenía que estar en el mundo, y de hecho la situó en el mapa de Europa, convirtiéndola en una de las peregrinaciones mayores, a la altura de Jerusalén y Roma». «Por otro lado -explica el comisario- Gelmírez entiende que tiene que favorecer a los peregrinos, no solo con una red viaria sino con un santuario que estuviese a la altura de Europa, porque había una gran competencia y Santiago no era la única peregrinación europea. Y la Catedral es perfecta porque es un monumento muy grande para albergar a grandes multitudes».

Desde el momento del descubrimiento de la tumba del Apóstol ya venían peregrinos a Santiago, pero había un santuario muy pequeño, la basílica de Alfonso III, por lo que Gelmírez decidió darle un impulso definitivo a la Catedral, en el momento, según Castiñeiras, de la invención de la vieira utilizada como símbolo del peregrino. La viera «era el pasaporte para el más allá, para resucitar con ella». Aclara el profesor que «Compostela significa tierra removida, cementerio, y nace de ese cementerio bajo la Catedral. Que no se olviden los compostelanos que su origen está en estas tumbas. Que si Compostela no tuviera esta tumba, este lugar sagrado, sería una ciudad más del mundo».

Para el comisario, Gelmírez es, por tanto, quien configura Santiago y el Camino. «A Gelmírez -dice- le debemos la elaboración de la primera guía de peregrinación a Santiago, un libro donde se cuentan los cuatro caminos que atraviesan Francia y el Camino Francés, dándose a los peregrinos recomendaciones de cómo tienen que atravesar estos lugares, y con una primera descripción de la Catedral. Gelmírez creó hospitales, iglesias para el culto y también hizo acueductos».

No cabe duda de que el arzobispo compostelano sentó las bases del futuro Xacobeo como fenómeno religioso y turístico. «Fue un hombre con una gran visión -dice el profesor Castiñeiras-. Compostela no tendría ese peso y fama de peregrinación europea si no fuera por Gelmírez. Pero también, a través de los textos, sabemos que se vendían las conchas y las calabazas, había hospederos y se hacían grandes negocios con los peregrinos. Ya entonces se criticaba la usura de los comerciantes de la época que, de alguna forma, estafaban vendiendo carne podrida, poniendo las manos en las pesas o vendiendo velas al doble del precio normal». Entonces la oficina del consumidor era la Iglesia, y ella declaraba que «esto no es pecado».