Apostol

Con 27 Caminos en los pies, peregrina ahora por el Papa

12 septiembre 2010 / Mundicamino

Una de las compostelas de Conchita Bernárdez estuvo en manos de Juan Pablo II y otra de ellas la tiene Benedicto XVI.

Siente profunda admiración por todos aquellos peregrinos que parten desde Roncesvalles o Saint Jean Pied de Port. Para ella es su ilusión, la de su vida, pero por unas cosas o por otras (casi siempre la falta de días) nunca ha podido hacerlo. Sus 27 Caminos (esa cifra incluye el actual) han sido todos desde puntos más cercanos (Ferrol, Tui, O Cebreiro, Valença do Miño u Ourense), pero ello no le impide hablar de la peregrinación hacia Santiago con la misma emoción que si llevase meses y meses andando. Los kilómetros no hacen al verdadero peregrino, sino sus motivaciones y las de Conchita Bernárdez Iglesias se engloban en «el cumplir penitencia por los pecados y la conversión del corazón».

Un año santo especial

En este 2010 ha iniciado un nuevo Camino desde O Cebreiro, acompañando a las Asociacións de Mulleres Rurais de Camanzo y de Cumeiro. No obstante, este año santo para ella será especial por la visita del Papa. Ese es el motivo concreto de su actual peregrinación. «Va a venir en noviembre y ya que está siendo tan machacado, en esta ocasión camino por él, para agradecer su visita y para que con ella todos consigamos acercarnos más a Dios», explicaba poco antes de partir.

Residente en Santiago, pero nacida en Vigo, Conchita explica que una de sus compostelas la tuvo Juan Pablo II y que otra de ellas la tiene ahora Benedicto XVI. De sus manos recibió un rosario cuando le comunicó sus Caminos, que incluyen además el paso por Einsiedeln, importante lugar de peregrinación en Suiza, zona por la que también cruza el Camino de Santiago.

Le gusta andar en solitario, pero casi nunca lo ha hecho así. En compañía de otras personas, les ha transmitido sus vivencias y ha tenido el gusto de ver cómo la peregrinación ayudaba en unos casos, y, en otros incluso llevaba a los peregrinos hacia su vocación. Con la experiencia de 27 ocasiones, puede afirmar con seguridad que «muchos empiezan caminantes y acaban siendo peregrinos». «Esta ruta [la jacobea] es distinta a cualquier otra. Esas las terminas igual que has empezado, sin cambio alguno, pero esta no». Conchita ha sido testigo de varios bautizos de fe y no duda en aseverar que «Santiago Apóstol está en el Camino y es él el que toca los corazones». Para eso se requiere apertura de espíritu por parte del peregrino y también aprender a vivir desprendido de lo material, con poquitas cosas.