El grupo de jinetes del Escuadrón de Caballería de la Guardia Civil de Valdemoro (Madrid) finalizará el próximo jueves las labores de vigilancia en el Camino de Santiago Francés realizadas con motivo del Año Santo tras más de dos meses de trabajo.
Una unidad de este escuadrón tiene como sede Sarria desde donde se desplaza a otros puntos de la provincia de Lugo para realizar labores de auxilio, información o identificación en la ruta. Un primer grupo llegó a la villa el 30 de junio, que fue sustituido por otro el 6 de agosto.
Durante el mes de julio llevaron a cabo unos 50 servicios, mientras que en el mes de agosto sobre unos 40. Su trabajo se desarrolla principalmente de mañana, cuando hay un mayor número de peregrinos en ruta.
La jornada comienza para ellos a primera hora de la mañana, cuando los ocho jinetes que cuentan con dos camiones se desplazan a algún punto de la ruta en parejas para recorrer en un jornada entre quince y dieciocho kilómetros a una media de seis por hora. Cada día cambian de tramo para lograr cubrir todos los puntos.
Entre los servicios que prestaron durante estos meses los agentes figuran auxiliar a varias personas con esguinces y dolores musculares, además de a un joven que peregrinaba con sus padres y sufrió una alergia severa, y que los agentes trasladaron en el camión a un centro médico. Las información que más les demandan es la referente a los albergues más próximos o a los kilómetros que faltan para finalizar la etapa.
Los agentes aseguraron que los caminantes extranjeros son los que más se sorprenden de la vigilancia de la ruta. El cabo primero de la Guardia Civil que coordina a los ocho agentes calificó como muy positiva la labor realizada «porque hay zonas a las que los vehículos no pueden acceder». «Entablamos conversación con los peregrinos, son gente muy amable y ellos se alegran de vernos. Hemos disfrutado trabajando aquí, es un servicio bonito, un lugar muy bonito y gente muy cordial», subrayó.
El jinete recordó especialmente a algunos peregrinos, como unos que viajaban ataviados como el Apóstol Santiago. «Se personalizan de tal manera, como un auténtico peregrino», apuntó. Asimismo, le llamó la atención un grupo de niños con síndrome de down que realizaban el Camino con sus monitores y cada cierta distancia realizaban juegos para que se les hiciera más ameno.
Guardias Civiles a caballo patrullaron la ruta jacobea durante la Semana Santa y este verano, cuando se desplazaron agentes a las provincias de Logroño, León, Lugo y A Coruña.El Escuadrón de Caballería también realiza labores de seguridad ciudadana en otro actos, como el Rocío o pruebas deportivas, además de labores de contraincendios.
El 2010, el Xacobeo de mayor afluencia. La mayoría de los agentes que participan en este dispositivo de seguridad en el Camino ya trabajaron otros Años Santos en la provincia de Lugo, aunque éste es el de mayor afluencia de peregrinos, apuntó el cabo primero. Para algunos éste ya es el tercer Xacobeo, lo que es «favorable» para su trabajo.
Nacionalidades. Destacó que en este Xacobeo se encontraron peregrinos de muy diversos lugares de procedencia de los peregrinos, desde alemanes, a yugoslavos o coreanos. «Hay muchas más nacionalidades que otros Xacobeos», afirmó.
