El club francés ‘Amicale Denis Papin’ hace el Camino en coches antiguos.
Cada año compostelano, el Camino de Santiago se llena de personas que quieren recorrer la misma ruta que hizo el Santo y ganar el jubileo. Unos lo hacen a pie, otros a caballo, algunos en bicicleta, hay quien empieza en Roncesvalle y quien sólo hace etapas esporádicas, en compañía o en soledad. El Camino de Santiago es polivante y por ese motivo, el club francés «Amicale Denis Papin», ha decidido hacerlo con lo que más quieren, sus coches antiguos.
Estos amantes de los coches antiguos decidieron, con motivo de su 20 aniversario, realizar el Camino de Santiago para conmemorarlo y de paso, hacer una curva para acercarse a Salamanca, para conocer la ciudad, pero sobre todo, el Museo de Historia de la Automoción, uno de los mejores que hay en España.
Este grupo de amantes de la automoción salieron el 11 de septiembre de Lévignac y pretenden recorrer 2.500 kilómetros hasta llegar a Santiago de Compostela el próximo día 20. La quinta etapa se alargó hasta Salamanca, donde hicieron noche para ayer reemprende la marcha hacia Santiago. A la ciudad del Tormes llegaron 28 coches de los 30 que iniciaron el recorrido. La dureza del camino también se ha dejado notar en estos viejos motores, que aunque cuidados y mimados como auténticos hijos, también sufren lesiones averías que obligan a retirarse del rally.
Entre los 28 coches que llegaron a Salamanca se encontraban verdaderas joyas de la automoción de la década de los 30, 40, 50 y 60 años, de marcas tan conocidas como Delahaye, Hotchkiss, Porsche, Mercedes, Talbot, Darlmat, BMW, Bugatti o Jaguar.
El director del Museo de Automoción de Salamanca, Javier Gómez, se mostró este miércoles encantado de que «un club tan importante se haya fijado en nosotros. Sólo hay que ver las piezas en las que han venido, que son impresionantes, para darse cuenta del nivel que tienen. De dinero, mejor no hablar. Son coches muy especiales. Uno de ellos, un Delahaye, acaba de ganar el concurso de elegancia de Villa del este de Italia, el más prestigioso de ese país».
Curiosamente, en la época donde los coches se valoran por su consumo, el navegador, cambio de marcha automático, ruedas con nitrógeno, ABS, ESP, BAS, ASR, y decenas de siglas más, ese viejo modelo de los años 30, que apenas alcanza los 100 kilómetros hora, tiene en la actualidad un precio en el mercado de un millón de euros y su dueño se niega a venderlo. Para él, no existe el Plan Renove.
Javier Gómez no quiso destacar ningún vehículo pero remarcó que eran piezas «muy del gusto de los franceses de la época, con líneas muy aerodinámicas».
En la mañana de este miércoles, los participantes se concentraron en el Museo de Automoción, para después hacer una visita guiada en francés a la ciudad. Hoy emprenderán el viaje hacia León. El objetivo de estos automovilistas es el de disfrutar de la travesía, por eso, en todas las jornadas se han planificado distintas citas gastronómicas y culturales de primer nivel, así como se han seleccionado buenos establecimientos hosteleros. En este caso, el «famoso» sacrificio del camino queda en segundo lugar.
La llegada de los coches antiguos franceses a Salamanca ha sido un anticipo de las próximas Jornadas de Patrimonio de Automoción, que se celebrará el 25 de septiembre y que pretende fomentar los lazos de unión con Francia para reclamar una mayor sensibilización europea ante la reivindicación de considerar al automóvil clásico como un bien patrimonial y cultural.
