Apostol

Santiago bien vale una flecha

06 octubre 2010 / Mundicamino

La falta de señal en la plaza del Santo despista al peregrino.

Santo Domingo de la Calzada. Ciudad nacida junto al Camino de Santiago. La ‘pequeña Compostela’ o la ‘Compostela riojana’ le llaman algunos. Punto emblemático en el ‘camino de las estrellas’, que cuenta, también, con un centro de interpretación de la ruta jacobea y uno de los mejores albergues que hay en todo el histórico trazado. Siendo mucho -jacobea en superlativo-, a lo mejor le falta algo aparentemente nimio: una simple flecha amarilla en el corazón de la vieja ciudad, en la plaza del Santo. Ello es así porque son muchos los peregrinos que se desorientan al llegar a este enclave, en el que el camino se bifurca y se abre a otras posibilidades, sin que exista una señal que les indique a las claras cuál es la dirección a seguir.

Cierto es que, al igual que a Roma, todos los caminos llevan a Santiago de Compostela, pero quienes tienen que bregar a diario con grandes distancias y miden los tiempos entre una parada y otra prefieren la línea recta, que siempre es el camino más corto, a la curva. En ello les van minutos y fuerzas más que valiosos.

Sí que existe una señal algunos metros antes de llegar a la catedral, pero, por lo que parece, no despeja demasiadas dudas, cuando no pasa desapercibida. «La he visto, pero pensaba que me indicaba que siga recto para no meterme por esta calle de aquí», relataba ayer un caminante apuntando hacia la que da entrada a la plaza de España.

Hasta este punto todo bien. Las dudas asaltan al peregrino cuando se adentra en la plaza del Santo y ve que ésta tiene salida hacia la calle Hilario Pérez o, algo más allá, a la del Cristo, algo que se traduce en la frecuente visión de caminantes preguntando a quienes transitan por la zona por la dirección correcta. «¿Camino de Santiago?», interpelan los que apenas chapurrean castellano para hacerse entender.

Dos de ellos lo hicieron ayer en el breve lapso en que se tomaba la fotografía que ilustra esta información, y también saben algo de esto quienes atienden los contados establecimientos que hay cerca de la catedral, a los pies de la principal arteria jacobea de la localidad, la calle Mayor. Por ejemplo, en la recepción del parador de Turismo, en plena plaza del Santo, están más que acostumbrados a dar explicaciones de este tipo. La razón es muy sencilla: muchos peregrinos madrugan por cuestión de tiempo o para aprovechar las más idóneas temperaturas matinales y es éste el único lugar en el que, a tan tempranas horas, pueden encontrar a alguien que les despeje las dudas.

En una hoja de papel

Es ésta una vieja historia, aunque no siempre ha sido así. Hace tiempo, algunos particulares se pusieron en el lugar de los peregrinos -y también en el de aquellos a quien corresponde colocar la señal- y decidieron pegar junto a la catedral una hoja de papel en la que ellos mismos habían dibujado con rotulador la característica flecha que los caminantes siguen en su caminar hacia Santiago. Sin embargo, la perdurabilidad del papel es limitada, igual que la voluntad de quienes piensan que, al fin y al cabo, ésta es labor de otros y que no es cuestión pasarse la vida dibujando flechas. De momento, los peregrinos seguirán preguntando y, en la mayoría de los casos, obtendrán la misma respuesta. «Todo derecho, hasta Santiago».