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Un sexto albergue completará en 2011 la red vizcaína del Camino de Santiago

11 octubre 2010 / Mundicamino

Las jornadas que se celebran en Muskiz consolidan la importancia de la ruta del Norte.

El Camino de Santiago pasa por Vizcaya. La ruta del Norte, un paso hacia Compostela más antiguo que el reconocido Camino Francés, gana adeptos cada año. Ayer se inició en Muskiz el primer encuentro de peregrinos de Euskadi, justo un día después de que la red de albergues de Vizcaya cerrara la temporada en el que ha sido su año con más visitantes. «Desde mayo y hasta septiembre hemos registrado 9.900 pernoctaciones», señaló ayer Carlos Erazo, coordinador de los cinco centros destinados a cobijar a los caminantes que atraviesan la provincia.

Los primeros albergues para peregrinos de Vizcaya abrieron en 2004 en Portugalete y Lezama. Un año después comenzó a funcionar el de Muskiz, en el barrio de Pobeña, al que han seguido los de Markina y Bilbao. El próximo año la red se completará con un sexto albergue que abrirá sus puertas en Gernika. «Se iba a poner en marcha este verano en el polideportivo pero las instalaciones no estaban en condiciones y se ha aprovechado para hacer reformas. Cuando entre en funcionamiento quedará completa la red», defendió Erazo. Él ha sido el encargado de formar este año a los 64 hospitaleros que han atendido estos centros de descanso y orientación para los caminantes. «Todos tienen que haber hecho el camino, que es más duro que la ruta francesa porque tiene más montañas», agregó.

Mientras, en Muskiz se reunían ayer los amigos del camino que durante todo el fin de semana celebran el primer encuentro de peregrinos en Euskadi, que patrocina EL CORREO. «Este camino es más antiguo porque era el único que se podía utilizar durante la invasión musulmana», explicaron ayer durante la inauguración de las jornadas el alcalde de Muskiz, Gonzalo Riancho, y el presidente de los Amigos del Camino de Santiago en Vizcaya, Txomin Etxebarria.

Precisamente Pobeña es uno de los lugares de paso que más éxito tiene por sus vistas y su ubicación junto al mar. Este año su albergue ha recibido visitantes de Sudamérica, Corea, Francia y Alemania, entre otros, y sus paredes han cobijado en total a más de 2.800 caminantes desde mayo. «En agosto no damos a basto porque su capacidad máxima es de 22 personas y hemos llegado a tener 40. Los que no caben tienen que dormir en el pórtico de la iglesia», reconoció Erazo.