Diputados y senadores de PP y PSOE difieren a su llegada a Compostela sobre el apoyo del Gobierno al Año Santo.
El Camino de Santiago se convirtió ayer en escenario accidental de dos peregrinaciones de muy distinto calado. Con la primera de ellas, diputados y senadores del Partido Popular llegados de todos los puntos de España recalaban en la capital después de tres días de caminata. Una vez en la meta, la diputada del partido en el Congreso Ángeles Vázquez—flanqueada por todos sus compañeros— expresó su indignación ante lo que considera «un continuo desprecio a Galicia». Se refería, como no podía ser de otra manera, al hecho de que el presidente de Gobierno todavía no haya visitado la Comunidad, a pesar de que las celebraciones con motivo del Año Santo estén llegando a su fin.
«Es lamentable que Zapatero no se digne a pisar Galicia ni siquiera para recibir al Papa, algo que si hará en Cataluña. Es una venganza contra los gallegos por apartar a su partido del poder». Con esta declaración, Vázquez se hizo eco de un sentir general que se ha visto agravado en los últimos días debido a la confirmación de que la clausura del Año Xacobeo se realizará en tierras asturianas.
Llegados a este punto, la popular no dudó en solicitar a la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, que «como mínimo» abra un enlace entre su departamento y el Xacobeo para que Zapatero pueda enmendar su comportamiento para con la Comunidad. «Le quedan 84 días para reflexionar, pedir perdón, arrepentirse y estar con todos los gallegos, porque eso es estar con todos los españoles» zanjó la diputada.
A su discurso se unieron el resto de populares que la acompañaron en la peregrinación y entre los que se encontraba el conselleiro de Educación, Jesús Vázquez. Todos coincidieron en que esta acción conjunta supone reconocer las bondades de la ancestral una ruta, por lo que aconsejaron al presidente del Gobierno que tomase ejemplo.
Paralelamente a este peregrinaje, otro grupo de diputados —ésta vez socialistas— emprendían también la última etapa del Camino. Aunque ninguna de las dos formaciones llegó a coincidir en la ruta, el portavoz del PSOE en el Congreso, Félix Larrosa, quiso adelantarse a las críticas lanzadas desde el PP echando mano del sentido del humor. «Zapatero no está pero estamos nosotros», bromeó antes de explicar que el presidente «es un hombre bastante imprevisible, no sea que se presente cualquier día de estos». Continuando con su ingeniosa argumentación, Larrosa advirtió que si la presencia de Zapatero supusiera dos o tres millones de peregrinos más para la Comunidad, «mañana mismo lo vamos a buscar y lo traemos».
Un hito para Portomeñe
Ajeno a las polémicas, el ex conselleiro de Cultura e impulsor del primer Año Santo en 1993, Víctor Manuel Vázquez Portomeñe, confirmó que la visita de Benedicto XVI a Compostela supone un «hito probablemente histórico en el resurgir del Camino». «En este momento, no entiendo que exista ninguna otra presencia, ni actividad, ni acción, ni concierto, ni convenio, ni Gobierno capaz de dar el lustre y el relumbre que va a dar la visita del Papa» detalló Portomeñe. Al mismo tiempo, el reciente ganador de la Medalla de Galicia observó que el evento representa la proyección internacional que se echaba en falta en este momento, y que «se la va a dar de la forma más rentable para Galicia».
