El 97% tenía previsto realizar el Camino de la Costa, en el último Año Santo hasta 2021. 2010 ha sido el año con más pernoctaciones registradas hasta la fecha.
El albergue de Irun cerró ayer la temporada de peregrinajes con el mayor número de pernoctaciones registradas hasta la fecha. Concretamente, fueron 3.621 personas las que descansaron en el piso de Lucas de Berroa en su viaje hacia Santiago, cifra que supera con creces las 2.940 pernoctaciones de 2009.
Uno de los factores que explica este aumento en las peregrinaciones reside en que 2010 es el último Año Santo Jacobeo hasta 2021. Esta circunstancia se da cuando el 25 de julio, festividad de Santiago Apóstol, cae en domingo. La existencia de los años bisiestos explica que la frecuencia con que esto sucede no sea regular, y que siga la cadencia 6-5-6-11. El Año Jacobeo previo a 2010 tuvo lugar, de este modo, en 2004, si bien entonces la cifra de pernoctaciones registradas en el albergue de Irun fue de 500.
También debido a la celebración del Año Santo la temporada de apertura del albergue se ha ampliado este año: «abrimos el pasado 18 de marzo, en vez de en abril, como suele ser lo habitual; y cerramos un poco más tarde que otras veces», explica Demetrio Grijalba, delegado comarcal de la Asociación guipuzcoana de Amigos de los Caminos de Santiago. Grijalba apuntaba otras posibles razones que explican el significativo aumento en las peregrinaciones esta temporada: «hemos visto mucho ‘repetidor’, muchos peregrinos que ya habían realizado el Camino pero querían probar una ruta distinta. Además, el calor que ha hecho este verano en el sur de la península también puede haber motivado que mucha gente haya subido buscando el fresco del norte». Durante estos ocho meses, el albergue de Lucas de Berroa ha sido atendido por veinte hospitaleros voluntarios.
Sin límites de edad
Las cifras de este año ofrecen, además, algunos datos curiosos. Demetrio Grijalba destaca los obtenidos en cuanto a grupos de edad: la mayoría de los peregrinos, el 21%, tenían entre 20 y 29 años. El segundo puesto, no obstante, corresponde a las franjas situadas entre 30 y 39 años y de 60 a 69 años, con un 20% de peregrinos cada una. «A veces, por nuestra oficina pasa gente de la comarca de en torno a los 60 años que creen que el Camino va a ser demasiado duro para ellos», recuerda Grijalba. «Este dato es la mejor forma de demostrarles que el Camino no tiene limitaciones de edad». El delegado señala que, incluso, se ha recibido a bastantes viajeros que superaban los setenta, nada menos que 124. Además, dos de los peregrinos que pernoctaron en Irun tenían más de ochenta años.
Caminar antes que pedalear
En cuanto al género, el 61% de los peregrinos que han dormido en el albergue de Lucas de Berroa eran hombres, y el 39% mujeres. El 85% tenía previsto realizar el Camino hasta Santiago a pie, mientras que el 15% optó por peregrinar en bicicleta.
Respecto a las procedencias, éste ha sido el primer año en que los extranjeros se han impuesto a los peregrinos que llegaban desde otros puntos del Estado, un 56,36% frente a un 43,64%. Se ha recibido a viajeros que llegaban desde lugares tan lejanos como Arabia Saudí, Australia, Brasil, Corea, Islas Mauricio, Guatemala o Sudáfrica. No obstante, la mayoría de los peregrinos extranjeros llegaba desde el país vecino, Francia (casi el 20%), seguidos por alemanes (el 8,70%) e italianos (el 6,23%).
Entre los peregrinos procedentes del Estado, todas las Comunidades Autónomas han tenido representación, siendo mayoría los catalanes y madrileños. En cuanto a las provincias, en el albergue de Irun han recalado viajeros de 49 distintas.
Mención especial merece la predilección de los peregrinos por el Camino de la costa frente al del interior. El primero discurre de Irun a Donostia, y sigue a continuación por Zarautz, Gernika, Bilbao, Laredo… El 97% de las personas que pernoctaron en Irun planeaba seguir esta ruta. El Camino del interior, que discurre desde Donostia hacia Beasain, Haro y Santo Domingo de la Calzada, ha sido la opción del 3% de los peregrinos.
