Apostol

Peregrinos de mucha cabeza

08 noviembre 2010 / Mundicamino

Doscientos ciudadanos con daño cerebral hicieron un tramo del Camino y asistieron a misa en la catedral

El Camino de Santiago se ha escrito también con grandes historias de superación; entrada la recta final del Xacobeo, la catedral sigue congregando a diario a miles y miles de ciudadanos. Y fue el turno para unos peregrinos especiales: los pacientes con daño cerebral adquirido. Es decir, aquellos que nacieron sanos y a los que un accidente o enfermedad posterior les supuso un cambio brusco en sus vidas y en la de su entorno familiar más directo. La Federación Galega de Dano Cerebral (Fegadace) congregó en Compostela a unas 200 personas, entre enfermos y familiares, que hicieron un pequeño tramo de la ruta jacobea, desde el Monte do Gozo a la plaza del Obradoiro.

A mediodía participaron en la tradicional misa del peregrino, y luego, miembros de la directiva de la asociación leyeron un manifiesto en presencia del subdirector xeral de Promoción da Autonomía Persoal, Modesto Rouco. La coordinadora de Fegadace, María Sánchez, explicó ayer que, desde su fundación en el 2007, este colectivo no solo persigue la mejora de la calidad de vida de los enfermos y sus familiares sino sensibilizar a la sociedad sobre el alcance del problema, así como implicar a las instituciones para que resuelvan las dificultades de rehabilitación e integración que padecen estas personas.

Reivindicación

«Con actos como el de hoy queremos llamar la atención sobre estas cuestiones: dos de las demandas que hacemos ahora a Sanidade son actualizar el censo de afectados para conocer la dimensión real del problema en Galicia y que los centros hospitalarios tengan unidades de atención especial para este tipo de pacientes», precisó ayer María Sánchez, la coordinadora.

Según las estimaciones que maneja Fegadace, las cinco asociaciones que forman parte de la organización tienen unos 300 asociados, es decir, en Galicia habría unas 1.500 personas con daño cerebral adquirido. Transcurrida la peregrinación y la misa, los participantes en la jornada -enfermos y familiares- participaron en una multitudinaria comida en un restaurante a las afueras de la capital gallega.

Desde el 2007, Fegadace (entidad que agrupa a las cinco asociaciones que hay en Galicia) trabaja para asesorar a los enfermos y sus familiares sobre cómo afrontar los cuidados.

«Estamos hablando de que los familiares de una persona con daño cerebral sufren un estrés emocional enorme y es muy importante saber cómo cuidarlos, cómo gestionar la ansiedad, y qué medidas adoptar», precisa María Sánchez. Fegadace considera que en la comunidad gallega aún queda un largo camino por recorrer para lograr la plena integración social de todas aquellas personas que han sufrido un daño cerebral sobrevenido.