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Una senda necesitada de desbroces, drenajes, canalizaciones, pontones y señalizaciones

11 noviembre 2010 / Mundicamino

El alcalde de Lubián señaló Al-Balat y el Camino Sanabrés como los Caminos de Santiago, un camino que las instituciones tienen olvidados y con necesidades importantes en desbroces, canalizaciones de agua, drenajes, pontones, señalización, etc. Así se resume la ponencia del miembro de la Academia de la Lengua Gallega, Felipe Lubián, en las primeras jornadas. Lubián defendió mantener el camino primigenio, que en el caso de Padornelo ha visto como desaparecía bajo la calzada de la autovía.

La historio del camino se remonta al Califato Omeya (929-1031) y su capital Córdoba que tributaron un periodo de esplendor a una «Spania» próspera. Las relaciones entre Spania y Galicia, por la Vía de La Plata, fueron importantes en su intercambio comercial y el intercambio de culturas, poniendo en entredicho esa idea de Reconquista. En este contexto comercial y de intercambio se enmarca la importancia de la Vía de La Plata tras la caída del Imperio Romano. Los romanos construyeron la calzada de Emerita Augusta (Mérida) a Asturica Augusta (Astorga) sobre el mejor camino que ya existía en la península de norte a sur. La denominación de La Plata fue una corrupción lingüística del vocablo árabe Al-Balat que traducido es El Camino, conocido por fenicios, griegos y romanos. Es el primer Camino a Santiago, antes que el Francés. Por él transitaban peregrinos, viajeros, mercancías, que intercambian sabiduría, lengua, costumbre y cultura.

Por este camino, desde Alta Sanabria a Extremadura, caminaron en el siglo XIII, familias de Porto que, junto con pueblos próximos gallegoparlantes, pudieron repoblar el Val de Xálima, en San Martín de Trebejo, Valverde del Fresno y Eljas, donde madura la aceituna, y se conserva «A Fala», el gallego medieval, oriental y cantarín como el «portexo», con su misma entonación. Esta variación del portexo sureño ha sido declarado Bien de Interés Cultural en Extremadura. Por el Camino Sanabrés pasaron, año tras año, segadores gallegos a Castilla. Siglos antes de que existiese la Escuela de Traductores de Toledo, paradigma de entendimiento entre culturas, en Compostela hay indicios suficientes y razonables de que ya convivían. Galicia, el fin del mundo conocido, representa el centro metropolitano del continente, y otros reinos europeos fomentan el peregrinaje. El gallego, normalizado en el S. XII, junto con el árabe, es la lengua de la Corte.

Las primeras peregrinaciones no son las centroeuropeas sino del de la Península Ibérica, incorporándose sucesivamente a la Vía Al-Balat –eje vertebral de los caminos– desde Levante y Madrid, se dirigen a Santiago por el itinerario más corto: cruzan por Portugal, o se dirigen por La Granja de Moreruela, o Benavente, por Sanabria, Padornelo y La Canda.

Los romeros devotos, en sentido amplio de peregrino, compartieron el tránsito por este camino con las romerías y santuarios: Carballeda, Los Remedios y La Tuiza.