Apostol

Martin Sheen peregrina a Santiago

11 noviembre 2010 / Mundicamino

«Un sueño hecho realidad, uno de los trabajos más satisfactorios que he hecho nunca», decía ayer el actor estadounidense, de origen español, Martin Sheen, que casi llegó a emocionarse al referirse a su última película, The Way, un largometraje sobre el Camino de Santiago que ha dirigido su propio hijo, Emilio Estévez, y que se estrena el viernes 19 de noviembre.

Ambos acudieron ayer a Compostela, donde tuvo lugar el estreno mundial del filme, que narra la historia de Tom [Martin Sheen] un afamado oftalmólogo californiano que emprende un viaje urgente al sur de Francia al recibir la noticia del fallecimiento de su hijo Daniel [Emilio Estévez], que se disponía a realizar la ruta xacobea. Con la mochila a cuestas y una caja con las cenizas del que era su único vástago, Tom decide emprender en ese momento un viaje también espiritual con el que no contaba y que le lleva a descubrir que «las personas pueden hacer solas un camino pero que, antes o después, necesitan de los demás».

Sin escatimar sonrisas y compartiendo chascarrillos con los asistentes durante más de dos horas, padre e hijo se mostraron «muy satisfechos» con el resultado de una producción que tiene como objetivo dar a conocer en EE UU «la existencia de una ruta que han recorrido miles de personas con motivaciones de lo más variopintas», en palabras de Estévez.

«El Camino de Santiago puede parecer una experiencia física, pero acaba convirtiéndose en algo espiritual», sintetizó acto seguido Sheen. «Realizar esta película ha sido un milagro, un sueño hecho realidad, un cúmulo de tantas coincidencias que ya no nos gusta hablar de casualidades», ironizó el inolvidable capitán Willard de Apocalipsis Now.

Se refería con ello Martin Sheen, de padre pontevedrés emigrado a EEUU en 1898, al viaje que realizaron a España en agosto de 2009 con motivo de la boda de un hijo de Emilio Estévez que vive en Burgos. Fue entonces, con Galicia inmersa en los fastos por el Año Xacobeo, cuando entraron en contacto con los el Gobierno de la Xunta, que permitió la materialización del «milagro».

Homenaje al abuelo

Estévez, por su parte, afirmó que la grabación ha estado marcada por una serie de «bendiciones», y aseguró que constituye para él «un mensaje de amor a España»y un homenaje al abuelo de origen gallego. De hecho, el actor y director aseguró sentirse más próximo al cine que se hace en Europa que a las producciones de Holly-wood. «No me importaría en absoluto trabajar otra vez en España si el proyecto es bueno; en el rodaje he dado con un equipo de técnicos maravillosos».

Rodada, en inglés, durante siete semanas en diversas provincias del noroeste español por las que transcurre la ruta xacobea, la producción ha costado tres millones de euros, subvencionados en su mayor parte por el Ejecutivo autonómico.