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Los peregrinos extranjeros logran maquillar un año santo decepcionante

12 noviembre 2010 / Mundicamino

Balance provisional. Un total de 27.116 personas han pernoctado en el albergue municipal de la Casa del Cubo en los diez primeros meses del año, de los que más de la mitad procede de otros países. En el mismo periodo de 2009, hubo unos mil menos.

Otro Año Santo que no cumple con las expectativas. Ni la gran promoción del Camino de Santiago, ni las imágenes de los Príncipes de Asturias en el último tramo de la ruta, ni siquiera la anunciada visita del Papa Benedicto XVI a Santiago de Compostela han logrado arrastrar a los peregrinos. Las cifras de pernoctaciones que maneja la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en el albergue municipal son ligeramente superiores que las registradas por estas fechas en 2009.

En los diez primeros de este año han pasado por las instalaciones de la Casa del Cubo 27.116 peregrinos, cerca de un millar más que en el mismo periodo del ejercicio pasado, pero menos de los esperados. Las pernoctaciones se mantienen gracias a los extranjeros que, respecto al año pasado, han aumentado 647. El paso de peregrinos foráneos fue destacable en mayo, julio y septiembre, porque doblaron a los nacionales.

La explicación es el miedo a la masificación que frena a muchos peregrinos a emprender la ruta, al menos en los tramos alejados de Compostela. Burgos está a 520 kilómetros de la ciudad donde reposan los restos del Santo.

Otra cosa son aquellos que optan por realizar los últimos 100 kilómetros a pie desde la localidad lucense de Sarria, el trayecto mínimo para tener derecho a recibir la ‘Compostelana’, que no es otra cosa que el certificado de la conclusión del Camino. Solo así se entiende que en lo que va de Año Jubilar, han llegado a la capital gallega cerca de 260.000 peregrinos, que supone la cifra más elevada de los últimos 25 años.

La asociación calcula que 2010 cerrará con unos 28.000 peregrinos que habrán hecho uso del albergue de Fernán González, mil más que en 2009. Y eso que los datos de los cuatro primeros meses del año hacían presagiar un boom de peregrinos. Marzo, por ejemplo, duplicó las pernoctaciones del mismo mes del año anterior, sobre todo gracias a las personas procedentes de otros países.

El temor a encontrar llenos los albergues se notó en los meses que habitualmente registran mayor afluencia como julio y agosto, al coincidir con las vacaciones. Este año, en esas fechas veraniegas hubo 453 peregrinos menos que en el mismo periodo de 2009, la mayor parte nacionales. Como dato curioso, este año al igual que el anterior, mayo registró el récord de pernoctaciones. Pese a ello, los peregrinos que pasarán por la capital en 2010 serán bastantes más que los que pernoctaron en el último Año Santo que fue en 2005, cuando hubo poco más de 20.000.

Otro año santo, en 2021

El presidente de la entidad, Jesús Aguirre, reconoce que el Camino es mucho más que los años jacobeos, pese a la publicidad que recibe en esas fechas. Recuerda que es normal que haya un ‘tirón’ especial el año anterior y posterior al Santo. El próximo Año Jubilar será en 2021. Tampoco se olvida de la crisis económica, que en muchos casos puede frenar el deseo de ponerse en marcha. No en vano, asegura que hacer el Camino a pie obliga a coger un mes de vacaciones y supone, pese a que las estancias son baratas, comer y dormir fuera de casa. Una afluencia habitual que ha permitido que la atención que prestan los hospitaleros del albergue municipal haya sido la adecuada, ya sea a la hora de transmitir la información a los peregrinos en la Casa del Cubo y la Catedral de Burgos o bien con las visitas guiadas por la ciudad. «A menor cantidad, mejor calidad», resume Aguirre.

Lo que fue necesaria, al igual que otros años, fue la utilización de otros recursos para paliar la falta de camas en el albergue municipal como el polideportivo de San Amaro.