La vorágine de la visita del papa Benedicto XVI a Compostela, la gran cantidad de noticias que ha generado urbi et orbi, y el propio contenido de sus mensajes, ha oscurecido desde el punto de vista informativo otros hechos relevantes que se han producido esos días. Entre ellos la celebración del congreso internacional Las Raíces del Humanismo Europeo y el Camino de Santiago, que reunió en Santiago los días 4 y 5 de noviembre a una amplia representación de profesores universitarios y miembros de academias e instituciones científicas, culturales y sociales de Europa. En la conferencia de clausura, el presidente de la Fundación de la Peregrinación a Santiago, Marcelino Oreja Aguirre, nos habló del Camino de Santiago como un camino de esperanza.
A continuación, el vicepresidente de la fundación, Agustín Dosil Maceira, hizo público el Manifiesto Compostela 2010, fruto de las reflexiones realizadas en el marco del congreso. Un documento que analiza, en su parte introductoria, la situación de Europa desde el punto de vista de su cultura, valores y vida espiritual. La crisis que atraviesa Europa no es sólo económica o demográfica, sino que afecta a su propia identidad y valores. Una situación que invita a saber de dónde venimos para construir nuestro futuro colectivo.
En el Manifiesto, que se ha enviado a los medios de comunicación y que se publicará en las Actas del Congreso que ya se están preparando, se reivindica la dignidad del ser humano y sus valores: la solidaridad, la paz, la familia y la vida, la ciencia al servicio de la persona, la libertad y la fraternidad, el respeto a lo sagrado.
Unos valores que históricamente ha irradiado el Camino de Santiago a toda Europa y que nos comprometen a todos.
