Abril y mayo, meses de más afluencia en un Camino con muchos extranjeros.
El Año Santo Compostelano se ha dejado sentir, y muy positivamente, en la afluencia de peregrinos a la provincia, y de hecho el primer albergue del Camino de Santiago en la provincia situado en Cubo del Vino registra ya un 26% más de visitantes que durante todo el año anterior, cuando aún falta un mes para acabar el ejercicio.
Según los datos aportados por el Ayuntamiento de la localidad, propietario y gestor del albergue de peregrinos, en 2009 pernoctaron 1.172 peregrinos, mientras que en lo que va de año han sido 309 más, hasta alcanzar la cifra de 1.481 personas.
Son los meses de abril y mayo, los que mayor afluencia de peregrinos registran por el trazado milenario que une el sur de España con Santiago de Compostela, seguramente para aprovechar los meses primaverales, con buen tiempo pero todavía sin excesivo calor. Ahora, a poco más de un mes para que concluya el año el número de caminantes disminuye considerablemente «pues según las estadísticas en diciembre del pasado año pasaron por el albergue tan solo quince personas», explican desde el Ayuntamiento.
La mayoría de los peregrinos realizan la ruta a pie, mientras que otros optan por la bicicleta, si bien estos en menor medida. Otras modalidades, como la del camino a caballo, son menos utilizadas por los peregrinos, muchos de ellos extranjeros que buscan rutas alternativas a la más conocida del Camino Francés, que discurre hacia el norte.
La situación del albergue de Cubo del Vino es estratégica, ya que permite cubrir la etapa desde Salamanca con una distancia ideal e incluso iniciar la siguiente que lleva a Zamora capital. No obstante, en la comarca de Tierra del Vino se sitúa otro albergue municipal y otro privado bien acondicionados, y bastante utilizados por los peregrinos que siguen la senda milenaria hasta Galicia.
Las instalaciones del albergue de El Cubo, sin ser lujosas, son más que dignas, ya que tienen literas con capacidad para catorce personas, un comedor y sala de estar, cocina, un patio especialmente agradable en verano y el servicio de duchas. Todo ello por un precio de cinco euros por día y persona. La idea del Ayuntamiento era ampliar las instalaciones, iniciativa que tendrá que esperar a que mejore la economía local.
Los peregrinos acogen de buen grado las instalaciones, y prueba de ello son los numerosos testimonios de agradecimiento que los caminantes anotan en el libro de visitas de la instalación, atendida por un hospitalero.
