Algunos se desorientaron y completaron exhaustos el primer tramo desde Francia. Los bomberos de Burguete se desplazaron hasta Ibañeta, donde auxiliaron a los que llegaban en peores condiciones.
Agotados, con el gesto desencajado y empapados hasta los huesos. Decenas de peregrinos que se aventuraron ayer a iniciar el Camino de Santiago en San Juan de Pied de Port se vieron sorprendidos por la nieve y el frío, que dificultaron sobremanera su primera etapa de la ruta jacobea.
Después de las complicaciones habidas el lunes, cuando cuatro grupos de peregrinos tuvieron que ser auxiliados cuando completaban el tramo entre el Collado de Lepoeder y el puerto de Ibañeta, los bomberos de Burguete se desplazaron ayer por la tarde a este último punto para atender a aquellos que llegaban en peores condiciones, tras acumular en sus piernas entre 6 y 7 horas de caminata.
Aunque la mayoría de los peregrinos optaron por seguir el recorrido entre Valcarlos y Roncesvalles, cuya longitud ronda los 20 kilómetros, un nutrido grupo, animado por las fechas estivales, también se aventuró a realizar la ruta jacobea auténtica, a través del Collado de Lepoeder, en contra de las recomendaciones de la Guardia Civil. Algunos de estos intrépidos tuvieron que darse la vuelta ante las dificultades que presentaba el terreno, mientras que otros pudieron encontrar el camino hasta Roncesvalles, incluso a pesar del riesgo de desorientarse en medio de la ventisca.
Susto de los bomberos Las suaves condiciones reinantes en Francia, con cerca de 15 grados, se transformaban 800 metros más arriba en nieve, fuertes rachas de viento y temperaturas bajo cero. Con este panorama, los bomberos de Burguete intentaron desplazarse hasta el refugio de Txirriski, pero el hielo existente en la pista y la gruesa capa de nieve les obligó a abandonar el vehículo todoterreno y regresar hasta Ibañeta a pie. Para comprobar que no habían quedado peregrinos rezagados en la zona, los bomberos trataron posteriormente llegar hasta el mismo refugio desde Orbaizeta, pero no pudieron culminar su propósito por el mal estado de la pista.
Pero no sólo la primera etapa del Camino de Santiago entrañó ayer dificultades para la mayoría de los peregrinos. Una mujer de nacionalidad brasileña se perdió por la tarde en el alto de Erro al quedarse descolgada del grupo que la acompañaba. Después de movilizar a agentes de la Policía Foral y a los bomberos de Burguete, la peregrina, de 20 años de edad, pudo llegar por su propio pie hasta el albergue de Zubiri.
