Apostol

Japón espía la red de albergues del Camino

14 diciembre 2010 / Mundicamino

Varios jóvenes del país del sol naciente viajan a Galicia para trasladar sus experiencias a la ruta Kumano Kodo.

Nunca el río Mandeo recibió tantos flashes desde un mismo barco. La lancha municipal que remontaba ayer el trayecto a Os Caneiros portaba un grupo de jóvenes japoneses enviados a Galicia con una misión: investigar la red de albergues del Camino de Santiago para, posteriormente, aplicarla a la ruta espiritual de su país, la conocida como vía Kumano Kodo. Ambas comparten el reconocimiento de patrimonio de la humanidad por parte de la Unesco.

La agenda de la semana para estos catorce jóvenes apenas les permitirá abandonar la provincia de A Coruña. Hoy tendrán día libre por la ciudad herculina, si bien no podrán cumplir lo que consideran un sueño. «Están como locos por visitar la central de Zara, pero no había fecha libre hasta el mes de abril», señala Cecilia Vázquez, presidenta de la asociación juvenil Brigantium, encargada de desarrollar el programa de visitas. Para el entendimiento entre nipones y españoles cuentan con la ayuda de dos estudiantes de japonés de la Escuela Oficial de Idiomas.

El día señalado con letras mayúsculas es el jueves. Toca viaje a Santiago, con desplazamiento pedestre incluido entre el Monte do Gozo y el recinto de San Lázaro. Allí les recibirá la conselleira de Traballo, Beatriz Mato, cuyo departamento es el responsable de organizar el primer intercambio cultural entre Galicia y Japón (en mayo, varios estudiantes betanceiros devolverán la visita). «Irán a una misa a la catedral y visitarán el Museo de la Peregrinación», relata Cecilia Vázquez. Todas las experiencias serán puestas en común el viernes en el albergue de Gandarío (Bergondo), con las que elaborarán una revista bilingüe. Para una de las jóvenes desplazadas, Yurika Shibamoto, la de esta semana no es la primera visita al noroeste español. Este mismo año se atrevió a entrar en Santiago el 25 de julio. «A través de Galicia, mis compañeras están descubriendo una visión muy diferente de España -señala Yurika-; hasta ahora solo conocían el país por el fútbol y el flamenco, pero poco más». Mientras tanto, y junto al Mandeo, un español trata de explicarles en qué consiste la subida a Os Caneiros y la versión desvirtuada de la bonita tradición de las fiestas de Betanzos. Pero les cuesta entenderlo. «¿Botellón?, ¿qué significa botellón?».