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Galicia es la autonomía que peor protege al Camino del avance del ladrillo

13 diciembre 2010 / Mundicamino

Las distintas rutas del Camino de Santiago se han convertido en el mayor símbolo cultural y artístico de Galicia de cara al exterior. Sin embargo, el grado de protección de la ruta frente al avance y desmanes del urbanismo no está a la misma altura. Esa es la convicción de la Asociación Galega de Amigos do Camiño de Santiago, que a juicio de Antón Pombo, representante de dicha organización en las reuniones de Patrimonio de la Xunta, no tiene duda de que «Galicia es la comunidad que peor trata al Camino».

La inexistencia de una delimitación oficial de las cinco rutas reconocidas que llegan a Galicia, salvo en el caso del Camino Francés, dificulta su conservación y protección frente a las construcciones más próximas. Pombo señala que la asociación de la que forma parte ha localizado hasta 200 agresiones en el itinerario principal que concluye en Santiago. «En Toques se destruyó parte de una vía romana y el entorno de la ruta jacobea; en Triacastela, con 200 vecinos, se ha permitido al borde del Camino una edificación de cinco alturas, u ocho en Samos, en un panorama bastante desolador en general que hace que los gallegos sean los pueblos más feos del itinerario», añade el integrante de la Asociación Galega de Amigos do Camiño de Santiago.

Pombo considera en todo caso que en Galicia los buenos ejemplos cunden rápido, por lo que aboga por iniciar acciones de mejora del entorno del mayor emblema patrimonial de la comunidad «para poner fin a la galería de barbaridades constructivas, a los polígonos industriales y al feísmo que agrede este itinerario», reclama.