Cuatro asnos peregrinan desde Sevilla a Compostela en defensa de los animales.
Con doce años, Moreno es ya un experimentado peregrino, al que acompaña un humano, Narciso, y un can, Grillo. Es una de las estrellas de la nueva aventura que la asociación Planeta Animal, con sede en Málaga, afronta en el Camino de Santiago, como ya hicieron en 2009 con una peregrinación canina.
Recorrer los 981 kilómetros que separan Sevilla de Compostela les llevará 42 días, de mediados de marzo a finales de abril, y la intendencia hace necesario disponer de fondos, por lo que han ideado un original regalo navideño: los bonos de patrocinio de kilómetros de burro. Cada kilómetro cuesta un euro, y conlleva la satisfacción de que se está trabajando para concienciar, sobre todo a los más jóvenes, sobre la necesidad de proteger a los animales.
Los protagonistas de la iniciativa, los burros, serán los que marquen el paso de la peregrinación, apuntan desde Planeta Animal. Les acompañarán voluntarios de la asociación y todas aquellas personas que se quieran sumar. Para hacerlo se les pide tan solo que dispongan de al menos una semana libre y que se hagan cargo de la parte proporcional de sus gastos durante la peregrinación.
El mayor de los peregrinos, Chocolate,, tiene quince años. A pesar de haber sido un animal maltratado, sus cuidadores le definene como «muy amable y dócil». Leti es «la más reservada», con seis años, y la pequeña, Linda, «es la más mimosa de la familia.
