Apostol

José Gómez cumple su promesa

26 diciembre 2010 / Mundicamino

Gómez prometió, la temporada pasada, que emprendería la aventura si su equipo finalizaba la Liga entre los diez primeros.

El técnico gimnástico completó el Camino de Santiago en bicicleta.

«Ahora estoy en paz». Éstas fueron las primeras palabras de José Gómez, entrenador de la Gimnástica, tras finalizar el Camino de Santiago. Una promesa no es nada si no se cumple. Llegó a las 13.15 horas de ayer a Santiago de Compostela, procedente de Torrelavega -de donde salió el pasado sábado- después de cinco días de Camino por la cornisa cantábrica. No ha sido un viaje fácil, ya que le ha supuesto un esfuerzo muy grande, pero poner fin a este promesa le causa mucha satisfacción. Confiesa sentirse muy cansado porque «ha sido más duro de lo que pensaba, pero ya está hecho». La crudeza del camino y la dificultad de superar más de cien kilómetros diarios -casi ocho horas de pedaleo sobre la bicicleta-, se puso de manifiesto el martes, día en el que Gómez temió, incluso, en que su aventura tuviera que ser abortada. Unos calambres en las piernas fueron la causa, pero logró reponerse. «Fue parar, comer un poco, unos estiramientos y acabé recuperándome», explicó.

Todo este viaje es fruto de una promesa, que el entrenador dio por finalizada tras asistir a una misa en la Catedral de Santiago en la tarde de ayer. José Gómez prometió que si finalizaba la Liga entre los diez primeros clasificados la temporada pasada, emprendería la peregrinación en bicicleta hasta Santiago de Compostela. Por suerte, la Gimnástica acabó en novena posición. Su idea inicial era cumplirla el verano pasado, pero por distintas circunstancias no pudo.

No obstante, no se olvidó de su obligación, porque «las promesas hay que cumplirlas». Fue su hijo, Isaac quien lo animó a emprender el viaje durante el parón navideño y, decidido, se puso a ello.

Preparación

José Gómez goza de buen estado físico, pero necesitó de varias semanas para ponerse a punto. Empleó para ello, entre tres y cuatro hora de bicicleta durante los fines de semana.

Llegado el día de la partida, el técnico gimnástico salió por la mañana en su bici desde Torrelavega en dirección a Llanes. Sin embargo, no iba a estar solo. Aunque sus compañeros del cuerpo técnico no pudieron acompañarle, sí lo hizo su esposa Aurora, que ha vigilado sus pedaladas y le ha asistido, dándole ánimos desde su vehículo particular.

El sábado, una vez en Llanes, tuvo que partir en autobús hacia Palencia, para dirigir a su equipo esa tarde. Al acabar, regresó de nuevo a la localidad asturiana para continuar la ruta.

La segunda etapa, de unos 113 kilómetros, le llevó a Avilés. Más de ocho horas que le dejaron molido. Se equivocó de camino a causa de una mala indicación y terminó en Lastres, el televisivo pueblo de San Martín del Sella de la serie ‘Doctor Mateo’. En total, una hora más de trabajo extra.

Lunes y martes supusieron cerca de doscientos kilómetros. De Avilés a Ribadeo y de Ribadeo a Lugo. Por fin, ayer, José Gómez dio por terminado su viaje. De Lugo a Santiago, como hacen tantos peregrinos desde hace siglos. Es una recompensa espiritual y gratificante a su esfuerzo el poder concluir el Camino de Santiago. «No sé si te hace replantearte las cosas, pero te da tiempo a reflexionar», dijo nada más llegó a la ciudad gallega.

El entrenador gimnástico y su inseparable compañera de viaje regresan hoy a Cantabria. Hacer el Camino es la segunda de las promesas cumplidas por el técnico gimnástico. La primera le llevó hasta Santo Toribio tras el ascenso a Segunda División B. Ahora, por el momento, no se plantea otro reto, pero no cierra la puerta a nada. «No sé cual será lo siguiente», admite.