Apostol

Punto y final a un Xacobeo de Record

31 diciembre 2010 / Mundicamino

Esta tarde se celebrará en la Catedral la ceremonia de clausura de la Puerta Santa que no volverá a abrir en 11 años

Ayer se celebró la tradicional ceremonia de traslación

El cierre de la Puerta Santa de la Catedral de Santiago, que se producirá entorno a las 16 horas, marcará el final del último Xacobeo en once años. Un Año Santo en el que, pese a la crisis y a la evidente falta de apoyo por parte del Gobierno central, se han batido récords de asistencia. Así, las estadísticas cifran en más de 270.000 los peregrinos que llegaron a Compostela para visitar la tumba del Apóstol; el doble de caminantes que en el anterior Año Santo celebrado en 2004 y un 85% más que en 2009.

Aunque no existen datos oficiales sobre el número de turistas que viajaron a la Comunidad (se darán a conocer en enero), fuentes del Ejecutivo autonómico han adelantado a ABC que el dato superará los 9 millones de personas, por lo que se puede hablar —tras la reuniones mantenidas con hoteleros y agencias de viajes— de un «éxito rotundo» que se reflejará en el diferencial del PIB gallego. Y es que la economía ha sido una de las principales beneficiadas por la celebración del Xacobeo 2010.

En ello ha tenido mucho que ver la visita del Papa Benedicto XVI que, tras ser anunciada en el mes de marzo, convirtió a la capital compostelana en epicentro del cristianismo, concentrando en ella las miradas de medio mundo. Los preparativos que se pusieron en marcha con motivo del 6-N —la primera visita de un Papa desde 1985— marcaron un antes y un después en la historia de la Comunidad, que echó los restos para recibir al Máximo Pontífice. La expectación que el viaje de Benedicto XVI levantó entre la ciudadanía conllevó una movilización de medios técnicos y humanos nunca antes vista en Galicia. Así, los pasos de Benedicto XVI fueron seguidos a través de la CRTVG por 200 millones de espectadores mientras siete mil efectivos de seguridad velaban por la seguridad de los centenares de miles de personas que asistieron al evento.

Durante las ocho horas que el Santo Padre permaneció en suelo gallego, tuvo tiempo para oficiar una multitudinaria misa en plena plaza del Obradoiro, para contemplar el vuelo del Botafumeiro y también para solicitar un encuentro entre fe y laicidad, recordando el valor de la familia y dejando al descubierto su faceta más cercana al acercarse en múltiples ocasiones a los niños que lo esperaban entre el público.

En su visita a Compostela, Benedicto XVI estuvo acompañado en todo momento por lo Príncipes de Asturias, que ya habían peregrinado a la capital gallega en el mes de mayo para ganar el jubileo. Un día antes, la Infanta Cristina se había convertido en el primer miembro de la Familia Real que se desplazaba a Galicia como una caminante más. Los Reyes, por su parte, oficiaron el 25 de julio los actos de celebración del Día del Apóstol en los que Don Juan Carlos actuó como delegado Regio ofreciendo la Ofrenda Nacional al patrón. Junto a ellos, miles de gallegos y turistas llegados de todas las partes del mundo contemplaron desde el Obradoiro los tradicionales fuegos.