El Camino de Santiago tiene como particularidad que no se trata de una única ruta. Una de ellas, la conocida como Camino Inglés, es la que estudió el profesor y cineasta Antonio Río, para elaborar un documental que estrenó el pasado 21 de diciembre en el Museo Militar
Después de sus trabajos audiovisuales sobre la Torre de Hércules y la batalla de Elviña, el profesor y cineasta Antonio Río López continúa con su dedicación a los temas coruñeses mediante un documental en el que recorre el Camino Inglés a Compostela.
La pieza, que lleva por título El Camino Inglés, fue estrenada el pasado 21 de diciembre en el Museo Militar de la ciudad. Pese a que la película se terminó y se presentó en 2010, para rastrear su origen hay que remontarse 17 años en el tiempo.
«En el año 1993 estaba rodando un documental sobre el Camino inglés —explica Río—. Como consideré que este camino era el gran olvidado de todos los Xacobeos, me planteé hacer un documental. Y lo hice. Obviamente, entre el Xacobeo de 1993 y el de 2010 hubo muchas vicisitudes, y cuando quise recuperar ese filme, el máster tenía deficiencias y sólo se podían aprovechar algunas secuencias, así que lo rehice».
Antonio Río, que realizó su película prácticamente en solitario, con el apoyo del Xacobeo y del consorcio de Concellos del Camino inglés, eligió como narrador del documental al mismísimo Apóstol: «Así lo pensé. Creo que eso le da un especial reclamo para el espectador, porque Santiago cuenta su historia, y la de la gente que venía del norte de Europa, de Flandes y, sobre todo, de Inglaterra».
Pese al interés que suscita su historia, el autor considera al camino inglés únicamente un hilo conductor para relatar a los futuros viajeros lo que se encontrarán si algún día deciden emprender esta ruta. «Lo importante son las cosas que el peregrino se va encontrando por el camino —afirma el director—. Doy detalles de gran interés para el viajero, como dónde se encuentran elementos del patrimonio histórico, o particularidades del paisaje».
En los 17 años que han pasado desde que abordó el proyecto por primera vez a su finalización, Río ha apreciado sustanciales cambios a lo largo de toda la ruta, la mayoría de ellos positivos: «En este tiempo el itinerario ha ido cambiando, por cuestiones de infraestructuras y obras públicas. Pero incluso en una nueva urbanización que se hizo en Miño y que coincidía con el trayecto, éste se señalizó y se respetó, y lo mismo sucedió en el campo de golf». La sorpresa negativa para el director fue que, en el casco urbano de la ciudad, el Camino sigue sin estar adecuadamente señalizado.
