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El Xacobeo impulsa la asistencia en las farmacias de León

10 enero 2011 / Mundicamino

Cada botica del Camino recibe al día en verano una media de diez peregrinos.

Treinta pueblos del Camino de Santiago en la provincia de León disponen de oficinas de farmacia. El Año Jacobeo se cierra con un impulso de la asistencia de las boticas en el cuidado y la atención de los peregrinos. En los meses de verano, sobre todo junio y julio, las oficinas de farmacia distribuidas en la Ruta, recibieron una media diaria de diez visitas de caminantes. Los farmacéuticos amigos del peregrino recibieron formación, fruto de un convenio entre la Consejería de Sanidad y el Colegio de Farmacéuticos, para protocolizar los cuidados a los peregrinos durante el Año Jacobeo.

Los cuatro meses de mayor afluencia de peregrinos fueron mayo, junio, julio, agosto y septiembre. El peregrino nacional se anima más en los meses de junio a septiembre, pero los extranjeros prefieren hacer el camino entre mayo y junio.

A las farmacias llegaron peregrinos procedentes de Alemania, Francia, Italia, Bélgica, Portugal, Rusia y Japón. Estados Unidos e Hispanoamérica no son muy caminantes, aunque las farmacias detectan un aumento en los últimos años.

Una de las actividades socialmente reconocidas del farmacéutico comunitario en España es el asesoramiento o consejo en el tratamiento de dolencias de carácter no grave.

La indicación farmacéutica es el servicio prestado ante una demanda de un paciente o usuario que llega a la farmacia sin saber qué medicamento adquirir. Desde el Colegio de Farmacéuticos de León insisten en que la automedicación responsable puede ser una oportunidad de desahogo para el sistema sanitario, pero debe hacerse bajo una indicación adecuada y según el uso racional del medicamento. El farmacéutico puede dispensar medicamentos sin recetas informando, aconsejando e instruyendo a los clientes sobre su correcta utilización.

El autocuidado incluye la higiene (general y personal), la nutrición (tipo y calidad de la comida), el estilo de vida (actividades deportivas, tiempo libre), los factores ambientales (condiciones de vida, costumbres sociales), los factores socioeconómicos (nivel de ingresos, creencias culturales) y la automedicación con medicamentos autorizados disponibles en las farmacias sin necesidad de prescripción.

¿Qué me pasa? Contracturas, rozaduras, ampollas, esguínceseres, insolación, deshidratación, quemaduras solares, picaduras de insectos, gastroenteritis y lesiones de hongos son las consultas más frecuentes de los peregrinos que recorren el Camino de Santiago.

El 28% de los caminantes entran en las farmacias en busca de material de cura, jeringas, gasas y desinfectantes. El 18% compra medicamentos, el 20% productos de ortopedia, el 5% cremas de protección solar y el resto adquiere, sobre todo, crema para los pies, higiene bucal, colirios y champú.

La Organización Mundial de la Salud establece el papel del farmacéutico en el auto-cuidado y la auto-medicación como proveedor de medicamentos de calidad, educador y supervisor que debe valorar si el problema de salud por el que el paciente consulta es síntoma o trastorno banal, indicar al paciente la opción más adecuada para resolver sus problemas de salud y, en su caso, seleccionar un medicamento o medidas no farmacológicas, proporcionar la información necesaria al paciente y proteger al cliente frente a la posible aparición de reacciones adversas.

A través de las entrevistas al paciente, el farmacéutico puede enviarle a la consulta del médico si los síntomas requieren de una asistencia más especializada.