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Santiago estrena su nuevo foco de peregrinacion cultural

14 enero 2011 / Mundicamino

Los Príncipes de Asturias inauguraron ayer la Biblioteca y el Archivo, los dos primeros edificios de la Ciudad de la Cultura de Galicia

Si la Catedral de Santiago es un centro de peregrinaje espiritual, la Ciudad de la Cultura que se alza en el vecino monte Gaiás aspira a convertirse en un faro de peregrinaje cultural. Si la Catedral custodia los restos del Apóstol, la Ciudad de la Cultura guardará ejemplares únicos, como una de las primeras ediciones de «Follas Novas», de Rosalía de Castro, o manuscritos del único premio Nobel de Literatura gallego, Camilo José Cela. Al final del Camino, el peregrino encontrará dos focos de atracción, separados por ocho siglos, completamente distintos pero complementarios, cuyo paralelismo defendió ayer, visiblemente emocionado, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, a quien se le quebró la voz en varias ocasiones. Sobre todo, al comparar el desarrollo de este megaproyecto con la Catedral.

Los Príncipes de Asturias inauguraron los dos primeros edificios, la Biblioteca y el Archivo, de este macrocomplejo cultural que empezó a gestarse hace casi diez años a iniciativa de Manuel Fraga Iribarne, quien también asistió, ilusionado, al estreno de lo que calificó como «un sueño». «Este es tu proyecto», le decía en inglés el arquitecto, el estadounidense Peter Eisenman, «y lo haremos hasta el final tú y yo juntos». Cuando se termine, la Ciudad de la Cultura contará con seis edificios y ocupará 286.000 metros cuadrados. Para entonces, el veterano político, que ahora tiene 88 años, cumplirá 98, según le recordó el arquitecto.

El tiempo no acompañó a la esperada inauguración de este macroyecto cultural que aspira a competir con el MoMA de Nueva York, la Ópera de Sidney o el Guggenheim de Bilbao. Santiago amaneció frío y lluvioso, y Doña Letizia, previsora, se protegió con una gabardina durante el recorrido que hizo por las nuevas instalaciones.

Integración política

Los Príncipes llegaron acompañados por la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, y fueron recibidos por las autoridades de las tres Administraciones. Dentro de la Biblioteca les esperaban representantes de todos los sectores de la sociedad gallega, sobre todo de la cultura y de la política, entre ellos la viuda de Cela, Marina Castaño. Sólo el Bloque Nacionalista Gallego declinó expresamente acudir a la inauguración, que calificó de «fastuosa». Núñez Feijóo, sin embargo, procuró integrar a todos en este proyecto, al que no le han faltado las críticas por su elevado presupuesto. Durante su intervención, recordó que «tres gobiernos y tres partidos contribuyeron a que fuera posible». Incluso, citó expresamente a Emilio Pérez Touriño, además de a Fraga.

El Príncipe, que empezó y terminó sus palabras en lengua gallega, destacó «la contribución (de este proyecto) al inmenso patrimonio cultural de España» y resaltó que los dos nuevos edificios «no solo van a atesorar joyas de la creación, de la cultura y de la historia de Galicia, sino que alentarán nuestras humanidades, nuestra creatividad y el progreso del conjunto de España».