Núñez Feijóo afirma que las aspiraciones turísticas de la comunidad se renuevan gracias a la Cidade da Cultura y al 800 aniversario de la catedral.
El camino se hace al andar, decía Machado, y Galicia no se quedará quieta tras el Xacobeo. Para el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que ayer visitó el expositor de Galicia en Fitur, el año recién finalizado supone una «demostración» de que la «vocación peregrina» de la comunidad no se detiene tras la celebración del Ano Santo, sino que continuará con otros caminos abiertos que «también tienen a Galicia como destino».
El Xacobeo, recalcó, no cierra las aspiraciones turísticas de los gallegos, ya que se abre una nueva etapa liderada por la celebración del octavo centenario de la catedral de Santiago y por la apertura de la Cidade da Cultura.
También el conselleiro de Cultura, Roberto Varela, aseguró que Galicia será capaz de mantener su «atracción» gracias a estos dos nuevos «hilos». «Sabremos sacar provecho de la inmejorable imagen que hemos dejado a los más de nueve millones de visitantes», auguró.
Además de mirar hacia el futuro, Feijóo también aprovechó su visita a la Feria de Turismo para presumir de pasado. El balance turístico de la comunidad durante 2010 fue el argumento que utilizó el titular de la Xunta para desmontar los tópicos que algunos asocian a la comunidad galega. Así, a su juicio, que Galicia haya recibido más de nueve millones de visitantes durante 2010, que haya liderado el sector turístico español durante ese ejercicio y que haya aumentado en más de seis puntos el tráfico aéreo y en dos puntos y medio el número de afiliaciones a la Seguridad Social en el sector demuestra que es un «error» y una «injusticia» atribuirle cierta «ambigüedad» a los gallegos.
«No existe en realidad esa ambigüedad y esa indecisión que se atribuye con tanta frecuencia a los gallegos, porque una tierra insegura de sí misma, o que vacila, no habría sido capaz de organizar el mejor Ano Santo de la historia, de liderar el turismo de España y casi todos los indicadores nacionales del sector», afirmó. Es más, añadió, Galicia tampoco «habría sido capaz de movilizar a más de cuatro millones de personas en los actos organizados para el Xacobeo ni habría sido capaz de incrementar el peso del turismo en el producto interior bruto a pesar de las restricciones económicas».
Según Feijóo, la «teoría de la relatividad», como él la llamó, responde «a otra cosa»: la «prudencia y capacidad de análisis, evolución constante y vocación aperturista» que definen el carácter de Galicia. «Tres características que funcionan en todos los ámbitos de la vida» y que el presidente vinculó al hecho de que «Galicia no es amiga de los absolutos, ni de los corsés que le construyan, la principal razón del éxito» de la comunidad. «Hay tantas galicias como gallegos y tantas formas de conocerla como visitantes», concluyó.
