Apostol

Peregrinos por partida doble

01 febrero 2011 / Mundicamino

El Camino Mozárabe une en Linares a romeros y a la asociación jacobea.

«Solo es romero el que va a Roma, palmero el que va a Jerusalén y peregrino el que va a Santiago», afirma un antiguo y tajante dicho. Pues bien: a los devotos y simpatizantes de la Virgen de Linares, de los que no hay duda de que son romeros de pro aunque no caminen hacia Roma, el curioso refrán les convierten en los únicos de Andalucía que son a la vez romeros y peregrinos, ya que su itinerario anual al santuario de Linares coincide al milímetro, incluso en el trazado urbano de la capital, con la primera etapa desde Córdoba del Camino Mozárabe, el trazado que unió la ciudad califal con Santiago de Compostela y por la que llegaron los primeros peregrinos ante la tumba del apóstol.

El caso es que ayer la Hermandad de Linares y la Asociación del Camino de Santiago de Córdoba-Camino Mozárabe (de la Casa de Galicia) se unieron para caminar juntos desde la Mezquita-Catedral al santuario, donde al final descubrieron un azulejo de este peculiar encuentro que rinde homenaje a la historia de la ciudad y mira al futuro. Y es que ambos colectivos tienen mucho que celebrar. Los de Linares, la cercanía de la coronación canónica de la imagen, que será el 14 de mayo y para lo que este año se ha preparado un intenso calendario de actos. Los de Santiago, el reciente final de un Año Santo, que ha relanzado el movimiento jacobeo con una cifras récord en Córdoba. «No ha habido ningún problema, solo una pequeña caída sin consecuencias. Nosotros estamos acostumbrados a andar desde Córdoba con la romería y ellos… Bueno, ellos ni te cuento», bromeaba ayer el hermano mayor de Linares, Enrique Moreno, en la comida de hermandad que siguió a la llegada de los peregrinos, la recepción del grupo de gaitas Airiño da Terra, el descubrimiento del azulejo conmemorativo y la misa de hermandad.

La historia, además, une aún más la tradición jacobea con la Virgen de Linares, ya que la imagen llegó a la ciudad califal en 1236, junto a Fernando III El Santo que se disponía a tomar Córdoba, precisamente tras recorrer a la inversa el Camino Mozárabe desde Benavente (Zamora), la localidad desde la que movilizó a sus tropas.

Historia aparte, entre los romeros-peregrinos también estuvieron los ediles José Joaquín Cuadra y Rosa Candelario, concejala que impulsó desde el Ayuntamiento la idea de la asociación jacobea de instalar una serie de azulejos que identifican en la trama urbana el histórico camino, determinado gracias a la labor del colectivo y a la del técnico municipal Antonio Valdenebro. En su intervención, Candelario no solo habló de historia, recordó en Linares otra de las coincidencias del Camino Mozárabe: el tener como destino Compostela, en su día Capital Cultural Europea, algo muy cercano a las aspiraciones de Córdoba al 2016. Y es que un camino con tanto pasado, por fuerza tiene que tener futuro.